Cientos de queretanos acudieron al Centro Histórico deseosos departicipar en la bendición de las palmas del Domingo de Ramos, yentre las ceremonias más concurridas estuvo la oficiada por elobispo Faustino Armendáriz Jiménez.
“Se necesitan católicos valientes”, sostuvo el jerarca,quien expresó que es momento de defender a Jesús y la fe, enmedio de todas las agresiones, como la ocurrida en Egipto, ante elasesinato de cristianos.
Urgió a los asistentes a proteger la vida, cumplir con elcompromiso bautismal y misionero que tienen como católicos,difundir los valores del Evangelio y vivir con valentía suidentidad cristiana, dando la cara como hijos de Jesús.
“Son tiempos en los que debemos vivir con valentía nuestravida cristiana, no son tiempos para timoratos, no son tiempos paraque surja la cobardía en nosotros, son tiempos para dar la cara denuestra identidad de hijos de Dios”.
Urgió a la grey a acompañar a Jesús en su pasión, muerte yresurrección, teniendo en cuenta que Dios es sinónimo de vida, deahí que enfatizó la importancia de proteger a los niños cuandoaún se encuentran en el vientre materno.
“Es tiempo de proclamar el señorío de Dios, proclamando quecreemos en la institución, que el mismo hizo, del matrimonio; sontiempos en los cuales la presencia de Dios tiene que generar paz,no violencia ni guerra”.
Fuera del recinto cantaban grupos religiosos de jóvenes, yotro, principalmente conformado por mujeres, participaba en elllamado de oración de 40 días por la vida, dentro del santuario,el obispo resaltó que el periodo de Cuaresma debió servir parapreparar el corazón y ser partícipes de la Pasión de Cristo,logrando, con la Cruz, tener parte con él en la resurrección.
Las actividades se iniciaron en el templo de Santa Clara,recinto en el que el jerarca roció agua bendita a los adornos depalma que portaron los feligreses para, posteriormente, cerrar filade peregrinación que recorrió calles del centro histórico rumboa catedral, entre canticos y gritos jubilosos de “viva CristoRey”, entonados por la romería, encabezada por 12 jóvenes,emulando así, a los doce apóstoles, seguidos por los fieles y,cerrando la columna, el obispo.
MISA EN CATEDRAL “DIOS QUIERE UNA CIUDAD DEPAZ”.
Las actividades en catedral se continuaron con la lectura depasajes de la Pasión y Muerte de Cristo, recordando así elsufrimiento de “El Hijo de Dios”, al ser víctima de unasentencia injusta, seguida de humillaciones y de su asesinato.
“Los que pasaban por ahí lo insultaban y humillaban…también se burlaban de él los sumos sacerdotes, los escribas…Hasta los ladrones que estaban crucificados a su lado loinjuriaban”, recordaron en la lectura.
“La tierra se abrió y resucitaron muchos justos que habíanmuerto”, continuaron, al indicar que entre las mujeres quesiguieron a Jesús para servirlo se encontraba María Magdalena yque José, un discípulo de Jesús, solicitó se le fuera entregadosu cuerpo para envolverlo y llevarlo a un sepulcro, mientras que,al siguiente día, los contrarios a Jesús exigieron a PoncioPilato asegurar el sepulcro, poniendo un sello sobre la puerta,para tratar de evitar se proclamara “la resurrección”.
El obispo celebró la misa, haciendo hincapié en la importanciadel Domingo de Ramos, pues marca el inicio de la Semana Santa oMayor, que a su vez, es la ruta que el cristiano debe seguir paracontinuar en la nueva vida.
“Jesús recorre e inicia su procesión en muchas de lascomunidades y localidades de nuestra ciudad, de nuestra diócesis,Jesús ha recorrido, de manera simbólica, las calles del centrohistórico porqué quiere que Querétaro sea una ciudad de paz, unaciudad donde se aclame y donde se bendiga su nombre”.
PROMESAS DE UN MEJOR MÉXICO
Explicó que la entrada victoriosa de Jesús termina con laPasión y Muerte de Cristo, pero que su actividad mesiánica yredentora no cumplió con las expectativas de quienes esperaban sullegada para una restauración política de la nación y que suhumildad generó en ellos odio, que posteriormente provocó sumuerte; por lo que urgió a los presentes a recorrer el camino deJesús siempre, tanto en sus momentos de gloria como en los desufrimiento y muerte.
En este sentido, expresó que hoy día, muchos se presentan comoliberadores sociales, pero que, si fuera cierto, esas promesaspresentadas por muchos años habrían hecho de nuestro país unanación mejor.
“Todos nosotros decimos ser seguidores de Jesús, anhelamos yesperamos su Salvador, mi Señor, que me libere hoy, de lasopresiones personales, y de las sociales, deseamos que entre ennuestra vida y que de nuestra ciudad tome posesión… Hoy, muchospretenden presentarse ante nosotros como redentores, comoliberadores sociales, como quienes tienen la respuesta a losproblemas”.
TIEMPO DE ORAR POR LOS JÓVENES
En contraste, dijo, son muchos los jóvenes que han asumido unaactitud misionera, para recorrer las comunidades predicando laspalabras del Señor, pero también se trata de un sector queexperimenta condiciones de particular dureza, faltos de espacios,por lo que los días santos también deben aprovecharse para orarpor ellos, para que realmente se encuentren caminos yparticularmente, la pastoral juvenil rinda más frutos,especialmente por la celebración de la XXXII Jornada Mundial de laJuventud.
Por último enfatizó la importancia de orar por la paz en elmundo, pues la guerra de los poderosos se traduce en daños a lospobres, niños y familias, punto en el que resaltó que la paz esun don de Dios, pero también es una tarea que debe cumplir cadafamilia y cada corazón.
Al término de la homilía, la iglesia se vació, tras el pasolento de los fieles, quienes dejaron tras de sí el resonar de loscanticos de alabanza, y un penetrante olor a incienso que inundóla catedral.
