La mañana de martes 12 de enero fue diferente, decenas de militantes el PRI desempolvaron sus prendas rojas, esas que no usaban desde hace casi tres años; chalecos, chamarras, camisas, faldas, blazers y gorras, hicieron todo lo posible para ponerle color a la fiesta.
Desde las 9:30 de la mañana empezó el operativo en la sede estatal del PRI, el encargado de mantenimiento empezaba a barrer la explanada, en la única entrada con filtro sanitario se revisaba minuciosamente el nombre de quienes ingresaban, la mayoría hacia pasarela, saludaban, sonreían e ingresaban, el priismo en su máxima expresión.
Los otros accesos estaban cerrados con cadenas y candado, hacía tiempo que en el comité estatal del PRI no se vivía tal euforia y movimiento de gente.
Los medios que acudieron a cubrir el evento quedaron fuera, en pleno sol, esperando a tomar alguna aspecto o entrevistar a alguien que pasara, el único que se detuvo fue Pepe Calzada acompañado de su esposa Sandra Albarrán, saludó, agradeció a los medios su presencia por acudir al evento y concedió entrevista; dio muestra de educación, esa que no se enseña en las aulas del Instituto Reyes Heroles del PRI.
A las 10:43 llegó la caravana; taxis, autos particulares y camionetas, una llevaba una corneta de aíre con todo y compresor que sonaba igual de feo que la que ponen en los juegos del Cruz Azul, solo provocaba estruendo, le pidieron ya no usarla y con pena su dueño mejor la guardó.
Finalmente de un Jeep color verde olivo manejado por el dirigente estatal Paul Ospital se asomaba Abigail Arredondo, vestida con una blusa negra y una gabardina roja, hondeaba en su brazo derecho una bandera del PRI, visiblemente emocionada, era su momento, su fiesta, su registro.
Ya al interior el proceso fue breve, se revisó la documentación, emitió un mensaje y empezó la toma de fotografías, los invitaron a salir a la escalinata del edificio donde se colocaron puntos de referencia para marcar la sana distancia los cuales ya nadie respetó, todos querían salir en la foto oficial con su candidata a la gubernatura, desde afuera las cámaras de video y de fotografía hacían lo que podían, finalmente alguien tuvo la acertada idea de dejarlos entrar.
Ahora tocaba el turno a los de afuera, a los que no entraron, a quienes acompañaron en la caravana de carros, todavía había personas pintando con colorfiel blanco en los vidrios de los carros frases de apoyo “Abigail estamos contigo”, “El Marqués con Aby” o “Viva el PRI”, eran poco más de 60 autos.
Acompañada por Paul Ospital y Carolina Viggiano la virtual candidata demostró su excelente oratoria, esa capacidad de emocionar a la gente y asegurarles que el PRI tiene oportunidad, y no solo eso sino que llegará con carro completo, vaya que arrasarán en las elecciones de junio.
Ahí la mayoría de bajó de sus autos para saludar a su candidata y tomarse fotos, le desearon suerte y confiaron en que recuperará la casa de la Corregidora.