Los padres de familia están obligados a fomentar el desarrollo de sus hijos en tres aspectos: físico, humano y espiritual, pues no basta que un hijo se encuentre saludable físicamente, también necesita equilibrio psicológico, así como formación humana y espiritual, declaró el vicario general de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril.
La Virgen, San José y el Niño Dios, conforman el modelo de toda familia cristiana, remarcó al indicar que cada domingo después de Navidad, la Iglesia católica celebra el Día de la Sagrada Familia, de ahí que es un momento propicio para que los hogares analicen si realmente su comportamiento se ajusta a las indicaciones del Evangelio.
Remarcó que la Virgen, San José y el Niño son el modelo de toda familia, y sus padres tuvieron un reto más difícil, pues además de educarlo como propio debieron comprenderlo como hijo de Dios, lo que les representó un verdadero dilema.
En el Evangelio, continuó, se indica que Jesús creció tanto de manera física, como en inteligencia y “en gracia”, tanto delante de Dios como de los hombres, lo que debe ser tomado en cuenta por la grey al educar a los hijos.
“No basta que los hijos estén saludables físicamente, tienen que tener también una madurez humana, psicológica. No basta que los hijos humanamente estén equilibrados, psicológicamente estén sanos, si no que tienen que tener una formación espiritual, una formación física, humana y espiritual, esta es una formación integral que Jesús recibió de sus padres como hijo de Dios”.
Lamentó que esas prioridades vayan perdiéndose con el paso del tiempo, pese a que es básico estimular al sano desarrollo de los hijos en esos tres aspectos.
“Después de que sus padres lo encontraron en el templo, (El Evangelio) dice que volvió con ellos a Nazaret y les estaba sujeto, entonces, son dos actitudes de Jesús que, como hijo, se valoran hoy muchísimo, es decir, la profunda humildad de Jesús al aceptar la educación de sus padres y la obediencia a sus padres, que son dos actitudes básicas de toda filiación, todo hijo… después de dos mil años lo seguimos diciendo, ha de tomar una actitud muy humilde frente a su familia y ha de ser muy obediente con sus padres”, remarcó al finalizar.