El 1 de abril al salir de su guardia en el turno nocturno del Hospital General de Cadereyta, Paulina, quien es enfermera, caminaba por las calles aledañas al mercado cuando de la nada una mujer la intentó golpear en la cara con un celular, ella a manera de reflejo metió la mano, y solo alcanzó a escuchar como le decía “enfermera”; esta ha sido la única agresión física que se ha registrado en Querétaro hacia personal del sector salud, desde que comenzó la contingencia sanitaria por Covid-19.
“Me agredió físicamente y con insultos hacia mi persona, pues ahora sí que me dejó en shock, no supe cómo actuar y qué hacer, no había gente en la calle para que pudiera pedir auxilio”, mencionó.
Paulina, a quien le cambiamos el nombre para resguardar su integridad, portaba su uniforme blanco que la ha distinguido desde hace 14 años que trabaja para el sector salud del estado de Querétaro, el golpe que iba a dirigido a su cara lo recibió en la mano izquierda, tras los hechos recibió la atención médica, por lo que tuvo una incapacidad laboral de una semana.
“No me asomé ni a la puerta de la calle, si me sentía fuera de la agresión física, la agresión emocional, desde salir a la calle y no sé de quién cuidarme, hasta paranoica, ya no sabes de quien esperar alguna agresión”, indicó
La denuncia por este hecho fue interpuesta ante la Fiscalía General del Estado de Querétaro por agresiones y amenazas, y aún continúa su proceso ante esa instancia.
“Fue una situación muy penosa porque quién se lo espera, que caminando por la calle, alguien venga y te agreda”, lamentó.
Señaló que desde que comenzaron a presentarse los casos de Covid-19 en el país, la actitud de las personas hacia los médicos, enfermeras y camilleros, o cualquier persona que se identifique como del sector salud ha cambiado.
“Hay rechazo, en cuanto saben que eres enfermera o médico, o traes una bata se hacen a un lado, o traes el cubre bocas puesto y se hacen a un lado, se salen de la tienda en donde estás comprando y situaciones así que incomodan”, narra.
Ante el inicio de las agresiones y actos de discriminación hacia el personal de salud en el estado, la Secretaría de Salud recomendó a los trabajadores no portar el uniforme, y la mayoría ha adoptado la rutina de trasladarse con ropa de uso cotidiano para cambiarse al llegar a los nosocomios o centros de salud.
“Incluso tenemos otro uniforme de resguardo en el locker y otra vez al salir la ropa de calle”, refirió.
DOBLE TEMOR
Desde el primer caso de Covid-19 en México la vida cambió para todos, sin embargo para los trabajadores del sector salud la alteración de sus vidas ha sido más fuerte; para Paulina, las medidas de higiene son más al llegar a su casa en donde vive con su esposo y su hija.
“Estrés de llegar a la casa y tener todas las medidas higiénicas, yo llego y directo al baño con el agua caliente. Llego aviento mis cosas, y mi marido no me deja tocar ni la puerta de la entrada, y todas las cosas las rocíamos y al jabón directamente”, puntualizó.
Y aunque todavía en ese nosocomio no han atendido un caso de la pandemia que se ha expandido por todo el mundo, cuando llegue el primer caso, Paulina y su hermana, quien también es enfermera, ya tienen preparado un plan para evitar un posible contagio a su familia.
“Ya lo pensamos, y mi hermana y yo ya pensamos que cuando lleguen casos confirmados nos vamos a confinar en una habitación ella y yo solamente, sin contacto con todos los demás familiares”, subrayó.
El hospital general de Cadereyta de Montes también se ha preparado para recibir pacientes con Covid-19, el personal ha recibido capacitación, además que han identificado al personal que podría atender los casos, pero todos y todas están conscientes de que cuando no sea suficiente deberán entrar a las atenciones de esta enfermedad.
“Nos dedicamos al área de salud y desde ese momento que elegimos nuestra carrera sabemos el riesgo que tenemos en nuestra profesión”, indicó.
De esa idea, es que Paulina subrayó que entre el personal hay temor de contagiarse y de contagiar a su familia, así como que la infraestructura y el personal no sean suficientes para la atención de los casos.
“Vivimos la mayoría con temor a que llegue un momento en que ya se nos salga de control la situación y que no podamos pues el personal ser el suficiente”, enfatizó.
Además, ella exhorta a la población a seguir las medidas de prevención e higiene, puesto que ha percibido que todavía hay personas que no creen que exista la enfermedad o que no siguen las recomendaciones sanitarias.
