/ miércoles 14 de junio de 2017

Ponen de cabeza a San Antonio

Las risitas brotan inevitables, la mirada se vuelve escurridizay las mejillas se tornan coloradas, la reacción de algunas mujeresal mencionar al santo de los matrimonios pareciera traer recuerdosque prefieren no ventilar; cuando llega la compostura aseguran conuna mirada renovada: “nunca he puesto de cabeza a San Antonio dePadua”.

El 13 de junio de 1231 culminó en Padua, Italia, la vida de unteólogo portugués que sería venerado por muchos como santo, perola fama también ha valido para que en los aniversarios de sumuerte las mujeres de todas las edades se lleven una imagen de SanAntonio de Padua con la esperanza de un meloso porvenir.

Hace 35 años doña Delfina acudió al templo de San Antoñito,en la calle de Ignacio Pérez, los deseos por consumar unmatrimonio parecieron ser escuchados por el santo y finalmentellegó lo que pedía, la cosa es que “sí me mandó marido, perome lo mandó borracho”, se ha lamentado en más de una ocasióntres décadas después.

Hoy a muchas mujeres les parece difícil creer que un santo leshará el milagrito de emparejarlas, pero la práctica de castigar aSan Antonio al ponerlo de cabeza si no escucha sus súplicas escomún entre muchas otras.

“Sí compran cosas, pero expresamente, no dicen que sea paraello, aunque sí buscan a San Antonio, aumentan un poco las ventas,tenemos estampitas, medallitas e imágenes de San Antonio”,confiesa la encargada de una tienda religiosa mientras se deshacede risa.

Sí me mandó marido, pero me lomandó borracho.

Lamento de Delfina.

Sorprendidas en las calles del Centro Histórico, las mujeresexpusieron a DIARIO DE QUERÉTARO posiciones encontradas, talparece que se trata de una vieja creencia que no ha causado elmismo furor entre las generaciones más jóvenes.

Paulina, reticente, expresa “Sí conozco a alguien que lo hayahecho, pero no creo en ello, a ella según le funcionó, pero yocreo que a todos nos llega alguien”.

Berenice y Vanesa no conocen a nadie que lo haya intentado,creen que se trata sólo de un mito, pues ellas consideran que lamejor forma de conseguir pareja es conociendo poco a poco a lapersona indicada.

Mariela dijo “No creo que eso pudiera funcionar, que recen unanovena quizá sea más efectiva; conozco a varias personas que lohan hecho, pero yo vi que no funcionó, el conseguir pareja dependedel comportamiento de cada persona”.

Isabel Martha aseveró “Según las creencias sí resulta, perono conozco a alguien que lo haya conseguido, porque si no, a mihija ya le habría dicho, se casó a los 46 años, le hubiera dichodesde cuando que pusiera a San Antonio de cabeza, pero ella no sequería casar; su amiga María del Carmen dijo que sí cree quefunciona.

Por el contrario, Elvia pronunció con seguridad “Mi nuera meplaticó que ella no encontraba un hombre con el que se quisieracasar, luego le platicaron de San Antonio y encontró a mi hijo yya llevan felices varios años, esa es la única constancia quetengo”.

Marisa Alcalá indicó “Sí conozco muchas chicas que lo hanhecho, a unas les funciona y a otras no, no creo que dependa deponer al pobre de cabeza, pero sí de la insistencia, como acualquier santo, de que por favor les mande un novio. La mejormanera de conseguir pareja es que sean chicas interesantes,agradables y simpáticas”.

Las risitas brotan inevitables, la mirada se vuelve escurridizay las mejillas se tornan coloradas, la reacción de algunas mujeresal mencionar al santo de los matrimonios pareciera traer recuerdosque prefieren no ventilar; cuando llega la compostura aseguran conuna mirada renovada: “nunca he puesto de cabeza a San Antonio dePadua”.

El 13 de junio de 1231 culminó en Padua, Italia, la vida de unteólogo portugués que sería venerado por muchos como santo, perola fama también ha valido para que en los aniversarios de sumuerte las mujeres de todas las edades se lleven una imagen de SanAntonio de Padua con la esperanza de un meloso porvenir.

Hace 35 años doña Delfina acudió al templo de San Antoñito,en la calle de Ignacio Pérez, los deseos por consumar unmatrimonio parecieron ser escuchados por el santo y finalmentellegó lo que pedía, la cosa es que “sí me mandó marido, perome lo mandó borracho”, se ha lamentado en más de una ocasióntres décadas después.

Hoy a muchas mujeres les parece difícil creer que un santo leshará el milagrito de emparejarlas, pero la práctica de castigar aSan Antonio al ponerlo de cabeza si no escucha sus súplicas escomún entre muchas otras.

“Sí compran cosas, pero expresamente, no dicen que sea paraello, aunque sí buscan a San Antonio, aumentan un poco las ventas,tenemos estampitas, medallitas e imágenes de San Antonio”,confiesa la encargada de una tienda religiosa mientras se deshacede risa.

Sí me mandó marido, pero me lomandó borracho.

Lamento de Delfina.

Sorprendidas en las calles del Centro Histórico, las mujeresexpusieron a DIARIO DE QUERÉTARO posiciones encontradas, talparece que se trata de una vieja creencia que no ha causado elmismo furor entre las generaciones más jóvenes.

Paulina, reticente, expresa “Sí conozco a alguien que lo hayahecho, pero no creo en ello, a ella según le funcionó, pero yocreo que a todos nos llega alguien”.

Berenice y Vanesa no conocen a nadie que lo haya intentado,creen que se trata sólo de un mito, pues ellas consideran que lamejor forma de conseguir pareja es conociendo poco a poco a lapersona indicada.

Mariela dijo “No creo que eso pudiera funcionar, que recen unanovena quizá sea más efectiva; conozco a varias personas que lohan hecho, pero yo vi que no funcionó, el conseguir pareja dependedel comportamiento de cada persona”.

Isabel Martha aseveró “Según las creencias sí resulta, perono conozco a alguien que lo haya conseguido, porque si no, a mihija ya le habría dicho, se casó a los 46 años, le hubiera dichodesde cuando que pusiera a San Antonio de cabeza, pero ella no sequería casar; su amiga María del Carmen dijo que sí cree quefunciona.

Por el contrario, Elvia pronunció con seguridad “Mi nuera meplaticó que ella no encontraba un hombre con el que se quisieracasar, luego le platicaron de San Antonio y encontró a mi hijo yya llevan felices varios años, esa es la única constancia quetengo”.

Marisa Alcalá indicó “Sí conozco muchas chicas que lo hanhecho, a unas les funciona y a otras no, no creo que dependa deponer al pobre de cabeza, pero sí de la insistencia, como acualquier santo, de que por favor les mande un novio. La mejormanera de conseguir pareja es que sean chicas interesantes,agradables y simpáticas”.

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