Desde la Iglesia Chiquita en La Cañada, Héctor García López participa, junto a otros seis compañeros, en la realización de las escenografías para la celebración del tradicional Viacrucis en esta localidad, uno de los más importantes en todo el estado de Querétaro.

A partir de enero, Héctor García y sus compañeros comenzaron con la planeación de las estructuras y la creación y reparación de los escenarios que estarán en esta conmemoración de Semana Santa, y que en las últimas semanas les ha costado trabajar casi 12 horas diarias de lunes a domingo.

Los escenarios con los que cuenta dicho evento religioso son el de Herodes, de Poncio Pilatos, el de Caifás y el de La última cena, episodios bíblicos importantes, cada uno con un costo aproximado, a decir de García López, de 200 mil pesos.

"Somos parte del Comité del Grupo Tribunales de Jesús, y en este caso cada quien deslinda responsabilidades; la nuestra es el diseño y montado de escenarios, mientras que el presidente, Josué Guevara Martínez, y otros comités se encarga del resto", explicó.

Héctor tiene apenas dos años en apoyo a esta área de escenografía, siendo su responsabilidad el diseño de unicel. Los Tribunales de Jesús, al que pertenece, es la asociación encargada del evento, con 158 años de historia en La Cañada, y que en esta ocasión contará con 150 actores.

"Desde el primer día de enero empezamos a trabajar y diseñar la estructura del nuevo escenario, que es el de Herodes, mientras que a los demás, que ya teníamos con anterioridad, se les hará una remodelación. Por lo pronto estamos enfocados en este escenario nuevo".

Añadió que la escenografía contempla desde el tapanco hasta los escenarios y los detalles, en los que aplican sus conocimientos en herrería, carpintería y electricidad. Al respecto, Héctor refiere que esto es un reto, por lo que aumentaron su jornada de trabajo para acabar en tiempo.

Y es que, en su primera participación en 2022, añadió que en ese periodo el trabajo fue mayor, pues tuvieron un mes para la construcción de escenarios, lo que derivó en una carga laboral fuerte, por lo que en este decidieron planificarlo más, sobre todo porque después de la pandemia de Covid-19 en esta ocasión se pretende un evento 100% presencial, en contraste con el 40% permitido en 2022.

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"Trabajar en esto es algo complicado porque somos pocos y sí necesitamos apoyo de más gente. El año pasado fue más porque tuvimos un mes para diseñar y montar y ahorita estamos desde las nueve de la mañana y nos vamos a las diez de la noche. Nosotros con esto buscamos lo espiritual, es una semana de reflexión para todos y nosotros aquí estamos para trabajar".