En Querétaro sigue una estigmatización moralista hacia las mujeres y hombres que ejercen el trabajo sexual, cuando son personas que se encuentran, al estar en la calle, en situación de vulnerabilidad; así lo aseguró Carmen Consolación González Loyola, abogada e integrante de la Agenda Política Feminista Nunca Más Sin Nosotras.
"Es una actividad que si bien es cierto no está sancionada penalmente, el que se ejerza en vía pública las coloca en un mayor estado de vulnerabilidad. Toda actividad económica en vía pública requiere de una autorización, sobre todo de autoridades municipales; pero no hay, y sí hay una permisibilidad para ciertas zonas, bajo esta lógica moralista de que existe, pero que no sea a la vista pública", dijo.
Añadió que las trabajadoras sexuales buscan espacios para ejercer su actividad, tales como Río Ayutla y ahora en la Alameda Hidalgo, de una manera visible, en un ejercicio de prostitución que tiene alcances mayores a los que autoridades refieren.
"El ejercico de prostitución en la ciudad es mas ejercida de lo que se acepta. Hay algunos bares o negocios de venta de alcohol donde de manera disfrazada se ejerce la prostitución, sobre todo de mujeres y la autoridad nunca ha querido tomar esta problemática social desde un enfoque basado en derechos humanos y en perspectiva de género", indicó.
Esto, dijo, hace que dicha actividad se haga de manera semiclandestina, donde las autoridades realizan operativos y redada en ciertas zonas para que las personas, quienes muchas veces tienen un prejuicio al respecto, "no se espante".
Asimismo, mencionó que, aunque las retiren de un lugar u otro, reaparecen debido a las condiciones económicas en las que se encuentran, normalmente asociadas con la pobreza y la falta de oportunidades reales en las mujeres, siendo un fenómeno que no se ha podido abordar correctamente.
Sostuvo que, incluso, estos factores no son los únicos que las vulnera, sino que se exponen al chantaje y presión de los cuerpos policiacos, así como de grupos delictivos y redes de trata de personas, lo que requiere de seria atención por parte de las autoridades correspondientes.
"Algunas líderes de las trabajadoras sexuales han expresado que sí hay trata de personas; hay "padrotes", como ellas les dicen, a los tratantes, que tienen control sobre las mujeres y sobre todo por las mujeres jóvenes que llegan a ser trasladadas de otros estados empobrecidos", concluyó.