Ante el aumento gradual de la temperatura, la Secretaría de Salud (SESA) hizo un exhorto a la población para que se proteja de los rayos solares directos y evite golpes de calor y problemas por insolación; sobre todo, tener cuidado con niños y adultos mayores.
Martina Pérez Rendón, secretaria de Salud en Querétaro, informó que cuando se incrementan las temperaturas y hay una exposición inadecuada se presenta este efecto que es el golpe de calor o la insolación.
“Se producen porque nuestro cuerpo no puede compensar esa alta temperatura contra la corporal. Ante esto, recomendación es evitar períodos prolongados de exposición al sol, porque viene un período vacacional que es la Semana Santa y uno de los lugares más socorridos son los balnearios o las playas”, explicó.
Sobre esto, precisó que las exposiciones no deben ser mayores a 15 minutos, y luego resguardarse bajo la sombra y rehidratarse. Dijo que además otra de las afectaciones es que se producen daños a la piel.
Recomendó que de preferencia ingerir agua simple y no azucarada, así como usar un protector solar de un rango de 30 ó más, que es el que protege la piel, además de llevar consigo un sombrero, gorra o sombrilla.
Martina Pérez Rendón agregó que esta sugerencia se da principalmente a las personas que realizan su trabajo en la calle.
Aclaró que tanto el golpe de calor como la insolación son emergencias médicas, aunque de fondo ambas no tienen la capacidad de compensar la temperatura externa con la corporal. “En una puede llegar a haber convulsiones que sería lo más crítico”.
La secretaria de Salid añadió que la temperatura corporal de riesgo es cuando está arriba de los 40 grados, y es cuando se debe actuar de manera inmediata para retirar a la persona de los rayos solares, refrescarla y llevarla a una institución hospitalaria.
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En cuanto a los síntomas, comentó que éstos pueden ser vómito, mareo, dolor de cabeza y la percepción de que hay una temperatura arriba de lo normal.
De manera paralela, mencionó que las enfermedades diarreicas o gastrointestinales se producen por la ingesta de alimentos mal conservados, que entran en alguna descomposición o si el agua no es apta para consumo humano, Incluso, con inadecuado lavado de manos.
