Llegó el día de pagar con tamales aquellas personas que encontraron al niño en la rosca de Reyes Magos, tradición que no deja lugar para las dietas, ya que nadie se resiste ante el olor que desprende unos pedacitos de hoja de elote, que envuelven la masa rellena de carne, pollo o queso con salsa.
Como buena tradición mexicana, los queretanos de antaño saben que en la calle de Arteaga perduran comercios que año tras años llenan las grandes ollas vaporeras con el suculento manjar que todos conocemos como tamal.
La historia marca que justo el 2 de febrero que se celebra el Día de la Candelaria y la calle Arteaga conserva por lo menos cinco locales, donde familias enteras asisten para surtir el pedido que más tarde degustaran en compañía de los seres queridos.
Los sabores son diversos, por ejemplo una de las sucursales de los famosos tamales de “La Congregación” que lleva 16 años en la calle de Arteaga ofrece diversos sabores dulces, que van desde el tradicional de guayaba con pasas hasta zarzamora con queso crema.
Sin olvidarse de los típicos verdes y rojos, que pueden ir rellenos de carne, pollo o queso, o si bien lo prefieren los comensales también oaxaqueños –que por cierto para el filo del mediodía ya estaban agotados- y por su grado de dificultad en la producción, la tamalera dijo que hacen menos cantidad que los otros.
En el patio central de la casona del Centro Histórico, sobre una mesa rectangular, por lo menos se avistan seis ollas que al quitar la tapa y la bolsa que mantienen calientitos los tamales, comensales de todas las edades se acercan a preguntar los sabores.
La tamalera da la opción de comerlo aún envuelto en las hojas del elote, que al cocerse pasan de ser verdes a un color amarillo tenue, o bien les pregunta “¿lo encuero?”; el comensal toma el plato y lo lleva a la mesa que el local pone a disposición que los degusten ahí mismo.
Entre 800 y mil tamales elaboran para tres sucursales de los tamales de La Congregación; que en años anteriores se venden en un día como este, sin embargo, la despachadora compartió que este 2019 la venta está “floja”, pero no pierden las esperanzas de que el día mejores en el transcurrir de las manecillas del reloj.