Protección Civil del municipio capitalino reforzó el equipamiento de los cuerpos de emergencia con cuatro unidades como Centro Operativo de Monitoreo Móvil, así como la modificación de espacios de distintas unidades.
Dentro de las zonas modificadas están la sala de crisis, espacio diseñado para la atención de la ciudadanía en general, así como para las personas afectadas por algún hecho delictivo; así como la sala de operadores, que integra las tecnologías que permiten llevar a cabo el monitoreo del sistema de videovigilancia con un alcance de hasta 20 kilómetros de distancia, así como el manejo de las Cámaras Lectoras de Placas para la detección de vehículos reportados como robados o participantes en hechos delictivos.
Además la cabina de conducción, área en la que se manipula la Unidad, el seguimiento al Circuito Cerrado de Video vigilancia para la periferia del centro Operativo, así como el manejo de la señalización visual y auditiva de emergencia.
De acuerdo con Protección Civil, cada uno de los Centros Operativos de Monitoreo Móvil, están equipados con un sistema de video vigilancia, un circuito cerrado de videovigilancia y un sistema de lector de placas, teniendo como objetivo principal otorgar cobertura a las partes del territorio en las que la infraestructura existente de video vigilancia y los arcos lectores de placas no tiene alcance dado sus condiciones geomorfológicas, para con ello coadyuvar en la prevención de delito y las intervenciones policiales.
Dentro de los beneficios del uso de los Centros Operativos de Monitoreo Móvil está la generación de condiciones adecuadas para desincentivar las conductas delictivas logrando una mayor disuasión.
Así como mayor presencia policial que logre contener las manifestaciones delictivas y la disminución de las mismas a mediano plazo; protección a zonas que por cuestiones geográficas no cuenten con líneas de vista y no se tenga conectividad con las tecnologías de las corporaciones de seguridad pública y mejor captación de datos, visualización y análisis mediantes la aplicación de nuevas tecnologías.
Entre otras, mayor recuperación de vehículos con reporte de robo, a través de cámaras lectoras de placas, y su reintegro a sus legítimos propietarios; y el aseguramiento de vehículos y personas relacionadas con hechos delictuosos en tiempo real (al momento de cometerse el hecho), o de investigaciones dentro de una carpeta de investigación.