La Iglesia es parte de la sociedad y como tal, el riesgo de contagio por Covid-19 es, en proporción, el mismo de cualquier otro sector, señaló el vocero de la Diócesis de Querétaro, Martín Lara Becerril, al enunciar el número de muertes en el estado: seis y más de 30 contagios, en un escenario donde la mayoría de ellos cuentan con seguro de gastos médicos mayores.
“Los que han muerto hasta ahora han sido seis sacerdotes: cinco diocesanos y uno religioso, que estaba aquí, en Querétaro, de los franciscanos. Contagios sí ha habido más de 30, todos ellos han tenido tratamiento”, expuso.
El clérigo, quien oficia en el Templo de Santa Rosa de Viterbo, externó que todos los casos han sido tratados dignamente en hospitales particulares, toda vez que los sacerdotes cuentan con seguro de gastos médicos mayores, aunque algunos de ellos la primera parada ha sido el Hospital General, en donde consideró, la atención también ha sido digna.
Explicó que la mayoría de los casos de sacerdotes contagiados han sido tratados en su domicilio, recuperándose la mayoría de ellos, y reconoció que quienes han muerto padecían otras enfermedades crónicas que no ayudaron a su recuperación.
“Nosotros no tenemos nada que decir sobre que hayan recibido un trato malo en el Hospital General, al contrario, se les atendió como es debido y sabíamos nosotros la gravedad de la enfermedad, y lamentablemente murieron, pero no ha sido por negligencia médica o mala atención”.
Y a pesar de que algunas familias de sacerdotes fallecidos se han quejado públicamente de maltrato al interior de hospitales particulares, el entrevistado consideró que son percepciones inmediatas tras la muerte, ya que no sobrevivieron como se hubiera deseado. Sin embargo, la iglesia no tiene quejas de este tipo.
Lamentó que no todos los sacerdotes tengan un seguro de vida, por parte de la Iglesia. Y aclaró que la mayoría de sacerdotes no son proveedores de su familia directa, por lo que pocas familias quedan desamparadas ante su partida. Solo algunos de ellos, aclaró, lo han contratado a título personal.
Asimismo, aclaró que al interior de la iglesia se aplican los protocolos previstos por las autoridades, por lo que no se han dado contagios por irresponsabilidad.
“Hasta ahorita, gracias a Dios, no tenemos alguna noticia de que algún templo o parroquia, haya sido foco de contagio. Se aplican todos los protocolos previstos por las autoridades”.
INCONFORMES CON HOSPITAL PRIVADO
Sin embargo, allegados al padre diocesano, Juan Manuel Pérez Romero y quien ofició misa por muchos años en el Templo de la Congregación y falleció hace dos semanas, confirmaron que contaba con seguro de gastos médicos mayores, aunque se manifestaron en contra del trato que se le dio en el hospital particular.
Asimismo, afirmaron que quienes no forman parte de la oficina de administración de la Diócesis y no tenían un sueldo fijo, no cuentan con esta prestación.
CONTAGIO MASIVO DE RELIGIOSAS
Respecto a las diferentes órdenes de religiosas voluntarias, reconoció que un grupo de ellas, quienes se dedican a cuidar a enfermos, todas se contagiaron, ya que fue muy al principio de la pandemia, pero todas ellas están recuperadas y ahora todas las órdenes realizan su trabajo con precaución.
“Han salido adelante, gracias a Dios. Y con esto quiero decir y reiterar que tanto los sacerdotes, como las religiosas, tenemos el mismo riesgo que toda la población, no somos ajenos”, concluyó.
ACADÉMICO OPINA
La muerte de seis sacerdotes católicos “es parte de los daños colaterales de la pandemia”, señaló el catedrático de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Francisco Javier Méndez Pérez, quien es especialista en temas religiosos a interior de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales
Explicó que la relevancia del asunto depende del contexto en el que se “aterricen” el número de casos, ya que la iglesia, por vocación, es una institución de apoyo social en momentos difíciles y su actividad es de riesgo, por lo que es comparable con la atención que brindan los médicos y enfermeras; es entonces que consideró la cifra aceptable y en su caso, menor, ya que tras los más de 51 mil contagios en Querétaro y más de 3 mil muertes por Covid-19, el deceso de seis sacerdotes pasa a ser una cifra no relevante.