Deberíamos ocuparnos por llenar la ciudad de árboles y procurar su cuidado a nivel institucional y educativo con las autoridades y ciudadanía en su conjunto, señaló Manuel Pérez Cascajares, parte del grupo operativo del Centro Regional de Capacitación en Cuencas y profesor en la División Ambiental de la Universidad Tecnológica de Querétaro (UTEQ).
Al respecto, comentó la importancia del arbolado en la ciudad y el cómo las personas interactúan con estos en su vida cotidiana, como en parques o paradas de autobús, en las que se refugian para buscar sombra.
"Si te das cuenta, en las paradas de camión como en avenida Zaragoza, sí hay árboles, pero están en el camellón, y tú ves las paradas y la gente debajo del sol porque no hay árboles, cuando debería estar esa zona arbolada. En las calles las personas buscan sombra, pero nadie se preocupa en sembrar", refirió.
Pérez Cascajares añadió que en Querétaro se tendrían que realizar campañas de reforestación urbana para subsanar los asuntos climatológicos y de convivencia ciudadana, siempre y cuando se realicen estudios del tipo de árboles necesarios de acuerdo al espacio.
Sobre esto, destacó que hubo una modificación al código urbano en el que por cada área de equipamiento para el arbolado se tiene que considerar el 70% de plantas nativas.
"Cosa que tampoco se hace en algunos casos y el problema que se generó con esta ley, es que algunos fraccionadores les piden que deben tener árboles nativos y se les hace fácil irse al cerro, meter una retroexcavadora y agarrar lo que está plantado ahí", dijo.
Señaló que este tipo de acciones se deben cuidar para evitar que despojen a los cerros de su vegetación, además de exigir a las autoridades a que existan programas de protección ambiental. "Pero tú ves que repentinamente son capaces de quitar árboles para que se vea cualquier publicidad comercial o política, y eso no se vale", sostuvo.
Finalmente, agregó que se requiere de apoyo gubernamental para la creación de viveros de plantas nativas y otorgarle mayor presupuesto a los ya existentes, esto con la finalidad de aprovechar los ecosistemas sin que genere perjuicios a la ciudadanía, pues “la mayoría cuentan con plantas exóticas o que no son adecuadas para el lugar en el que estamos”, concluyó.