Esta mañana en la Plaza de Armas se congregaron al menos tres manifestaciones: los familiares de la niña Ximena Pérez Piña, que fue sustraída por su padre; comerciantes del Centro Histórico que piden se les permita vender más tiempo, y el colectivo de familiares de internos del Penal de San José el Alto que denuncian malos tratos.
María del Mar Pérez Reynoso, madre de Ximena Pérez continúa en espera de noticias sobre su hija, de la que no tiene conocimiento alguno sobre su paradero desde el 11 de febrero. Pide a las autoridades se emita la Alerta Amber, puesto que su ex pareja y padre de Ximena tiene antecedentes violentos, y el hecho mismo de haber impedido la localización de la menor podría ponerla en peligro.
Por su parte, Elizabeth, comerciante de un puesto nocturno en el Centro Histórico, se encadenó a una de las ventanas del Palacio de Gobierno, después de varios intentos de diálogo con autoridades municipales y estatales. Asegura que de por sí la situación económica por la pandemia es crítica, con las restricciones de los horarios de venta, se ha vuelto casi imposible sobrevivir: “no hemos recibido ningún apoyo, y no lo queremos, solamente queremos que nos dejen trabajar”, expresó.
Un colectivo de familiares de internos en el centro de rehabilitación de San José el Alto, denunciaron que desde hace tres años se viven malos tratos, carencias en la alimentación y el establecimiento de cuotas que deben cubrir para la adquisición de productos dentro del centro de internamiento. Por lo anterior, solicitan la destitución del director del penal y el cumplimiento a los derechos humanos de sus familiares.
