Se triplica la nulidad de matrimonios

por Iris Mayumi Ochoa Herrera

  · jueves 4 de octubre de 2018

Hasta el momento se han anulado 46 matrimonios eclesiásticos, afirmó el vicario judicial adjunto del Tribunal Eclesiástico de la Diócesis. Foto: Cortesía

Las sentencias de nulidad matrimonial han crecido un 200% de 2017 a la fecha, dijo el vicario judicial adjunto del Tribunal Eclesiástico de la Diócesis de Querétaro, Emmanuel Ayala Bocanegra, quien reconoció que en lo que va del año han declarado nulos 46 matrimonios queretanos.

Indicó que en 2017 el tribunal sólo emitió 15 sentencias de nulidad, situación que se incrementó este año ante la demanda existente y la eficiencia que se ha dado al interior de la instancia judicial eclesiástica y la comprensión de la misma ley emitida por el Papa Francisco en 2015.

“Lo que ha fortalecido el aumento de las sentencias no lo es la flexibilidad de la ley porque el proceso siempre es complicado, declarar un sacramento inexistente, lo que ha favorecido es el trabajo que se ha llevado a cabo en el tribunal, el personal ha caído en la responsabilidad de atender estos casos con urgencia y el trabajo que se realiza se debe a la dedicación que se la ha dado al trabajo”, mencionó Ayala Bocanegra.

Explicó que otra de las causas del incremento de la demanda, tiene que ver con el conocimiento de este proceso de nulidad, el cual no es un divorcio, sino un procedimiento en el que se demuestra que un sacramento no existió, una declaración en la que se comprueba que un matrimonio nunca se dio por no contar con los elementos correctos para su realización.

“Lo que se comprueba es que un matrimonio nunca se dio, no es una separación, porque un matrimonio que se ha hecho de manera correcta con todos sus elementos no hay mano humana que pueda separarlo, la nulidad es para comprobar que un elemento no se hizo bien y se declara la inexistencia de un sacramento”, agregó el vicario judicial adjunto.

Señaló que para declarar un matrimonio nulo, se tienen al menos 130 causas, las más frecuentes vinculadas con la incapacidad de asumir las obligaciones esenciales del matrimonio; el miedo grave, es decir, cuando se casan por algún compromiso como un embarazo y cuando las parejas no quieren tener hijos, ya que ese es uno de los fines del matrimonio.

En este contexto, Emmanuel Ayala Bocanegra refirió que son cuatro los elementos para que un matrimonio sea válido: procurar el bien del cónyuge, es decir, que el amor sea parte esencial; el bien del sacramento, esto es creer en el matrimonio; el bien de la fidelidad y el bien de la prole, que es cuando las parejas no desean tener hijos.