Sí, en un principio se pensó en fincarle algún tipo de responsabilidad a Alfredo Castaños, ex marido de Claudia Mijangos Arzac, por haberla amenazado con quitarle a los hijos, posible detonante de su locura reveló a DIARIO DE QUERÉTARO la licenciada Sara Feregrino, agente del Ministerio Público que tomó sus primeras declaraciones a la filicida, hace ya 20 años. Sin embargo, finalmente se desechó la idea, ante la evidencia de que fue ella la autora material. “Ya no supe más del procedimiento, ya no supe qué pasó después de la consignación, que fue la etapa que me correspondió atender por parte de la Procuraduría de Justicia del Estado”.
Sara Feregrino, hoy funcionaria del Instituto Federal Electoral, recuerda que el 24 de abril de 1989 fue comisionada para tomar el asunto más grave de su vida –“y no puedo decir que en suerte” y enviada a recoger los primeros testimonios de Claudia Mijangos en compañía de la entonces directora de Control de Procesos de la PGJE, María Magdalena Ramírez González, a solo unas horas del suceso.
La encontraron sedada aunque consciente y atada en previsión de una nueva crisis. -En esa primera vez ella decía que por qué había gente ahí cuidándola.
Estaban los judiciales, aunque vestidos de civil pero a ella le llamaba la atención, afirma la entonces agente del MP en visita a la redacción de Diario, invitada para recuperar la verdadera historia de Claudia Mijangos, en la que ella fue investigadora y fiscal.
¿Ella no sabía lo que había pasado, no tenía conciencia de que había matado a sus hijos?
-Aparentemente no. Yo se lo pregunté, yo la interrogué y ella me decía que de qué me preocupaba, que sus hijos estaban en un mejor lugar y que no me preocupara por sus hijos, esa era la respuesta.
¿No la vio alterada o en algún momento agresiva?
-No, en las dos entrevistas que tuvimos con ella en ningún momento estuvo agresiva.
Licenciada se ha hablado de que la perturbación mental independientemente de cuestiones clínicas que pudiera habérsele detectado, de enfermedad y de antecedentes incluso en su familia de locura o de retraso mental, se habla de que le detonó el problema la separación o el divorcio con su marido y aparentemente una relación amorosa que sostenía con un sacerdote que según se dice, incluso se confirmó que había entrado a verla acreditándose comofamilia… ¿No recuerda usted eso?
-No recuerdo que él haya entrado a verla. Sí lo llamamos también a él a declarar. El tenía una relación con ella porque era el sacerdote que le había dado la Primera Comunión a las niñas y de alguna manera era su asesor espiritual. El juez de la causa, Arturo González de Cosío y Frías, nos dijo que él no tuvo ni tiene ninguna duda sobre que ella fue la autora. A usted como Agente del Ministerio Público que le tocó investigar primero que nadie este asunto ¿ le quedó también la seguridad de que ella era la autora del filicidio.
-Sí de hecho la consignamos como probable responsable.
¿Nunca más volvió usted a saber, a tratar o a verla?
-No
La segunda vez dónde la vio?
-Ahí mismo, o sea ahí mismo en el Seguro Social, le hicimos una segunda declaración o ya tomamos formalmente la declaración.
En su ejercicio profesional, porque usted vio otros casos y ha tenido oportunidad de cerca o de lejos de tener contacto con otros asuntos, diría que es el que más le ha impactado en su carrera como abogada.
-Claro que sí, en mi carrera. En el momento, la conmoción que causó en Querétaro…Querétaro de hace 20 años, era otra ciudad, mucho más tranquila, nos despertamos con esa noticia de que la propia madre le haya quitado la vida a sus tres hijos. Aún hoy sería algo muy impactante.
Entonces usted habló con ella y le decía que no se preocupara, que sus hijos estaban bien.
-Sí que no me preocupara por sus hijos… yo le dije que qué le había hecho a sus hijos y ella me dijo que no me preocupara, que ya sus hijos estaban en un mejor lugar.
¿Entendía ella por qué razón estaba ahí en el hospital?
-Sí y ella decía que porque una voz… Ella había escuchado una voz que le había dicho que sus hijos deberían estar en un mejor lugar, incluso hablaba que Mazatlán, porque ella es de Mazatlán, es originaria de allá, que se había inundado y decía que en la colonia donde ella vivía ella había visto pasar al ejército, tanques del ejército.
El día de ayer, un reportero de este periódico, Héctor Ayala Badillo, la vio, estuvo cerca de ella, la escuchó hablar y confirmó que se encuentra desde hace 17 años en el sitio al que fue trasladada después de estar en San José el Alto en el penal, a un anexo psiquiátrico. Mucho se dijo que estaba afuera y se construyeron mil historias sobre nuevos amores, sobre otros hijos y resulta que se está cumpliendo con la orden que dio el juez González de Cosío de que estuviera 30 años, de los cuales lleva 20, 17 allá por cierto.
-Es que era la máxima pena en ese entonces en el Estado.
A usted como persecutora de los delitos en ese momento, como Agente del Ministerio Público, encargada de indagar qué había pasado en esa casa de Hacienda del Vegil en la Colonia Jardines de la Hacienda hace 20 años como encargada de haber investigado y de haberla consignado como presunta responsable ¿Qué le provoca saber que ella sigue en la cárcel y que está cumpliendo con esa orden del juez?
-Bueno yo creo que la cuestión legal se está cumpliendo ¿no? Aunque qué mayor pena para una madre, yo lo veo desde el punto de vista como mujer, qué mayor pena para una madre que saber que les quitó la vida a sus hijos.
O sea Licenciada, ¿ya nopuede haber nada peor que lo que ella misma hizo?
-Así lo considero yo, un hecho que conmovio y que aún sigue impactando a la gente que se entera de eso… -Así es… si es algo muy impactante hace 20 años y aún ahorita.
Usted además de haberla interrogado a ella a Claudia Mijangos, licenciada Sara Feregrino ¿Usted habló con otras personas que pudieron haber estado involucradas o testigos o personas que particparon enla investigación?
-Únicamente con el sacerdote. Sí platiqué con él y bueno también lo declaramos, el declaró como ya lo dije la relación… Que le había dado la Primera Comunión a las niñas y tenía una relación de amistad y de guía espiritual de ella. Sí, al esposo no lo vi, no sé si ya durante lo que es el procedimiento lo hayan citado, yo supe que él se fue con los cuerpos de los niños; se los llevó a Sinaloa, fue lo que supe de él.Con quien hablé en ese momento fue con una hermana de ella y con dos jóvenes, sus sobrinos.
¿Ella en qué momento reconoció que sí había atacado a los niños?
-Que los había matado… creo que hasta el juzgado. A mí siempre la declaración que me dio fuen en ese sentido de no te preocupes, de que ellos están bien y están en un mejor lugar, así me lo decía.
¿Cómo se expresaba de sus hijos? Porque me parece que usted le hizo esa pregunta ¿no?, de cómo te llevabas con tus niños y cómo eran tus niños? Licendiada ella estaba también un poco obsesionada con el sacerdote, incluso parece que pedía que lo llamaran para que la fuera a ver.
-A mí no me lo pidió. Yo le pregunté hacia los hechos y me dijo que sus hijos habían estado en una kermesse el domingo anterior. También por ahí manifestó que cuando se los fue a llevar su esposo, el esposo fue a la kermesse con ellos, cuando se los fue a llevar le dijo que se los iba a quitar porque ella estaba loca, una situación así, ya no recuerdo bien a bien.
¿Nunca se pensó en la posibilidad de fincarle algún tipo de responsabilidad al marido?, al señor Alfredo Castaños que le provocó o pudo haber provocado el estado de disgusto y de locura?
-Sí, en un principio… Porque la amenazó con quitarle a los hijos.
-Pues él le dijo,finalmente se puede tomar como una medida, pero finalmente el autor material fue ella, ahora él se fue y no supe más que pasó del procedimiento, ya no supe qué paso.
Lo pregunto porque en una e las actas la cita a usted como la agente del Ministerio Público y apunta o ella hace la declaración de que quiere y de que el esposo de alguna manera la provocó.
-Sí, lo que sucedió en ese momento que yo tuve en mis manos el expediente, sí cité al sacerdote y no pudimos citar al esposo, porque él ya se había ido con los cuerpos de sus hijos. Por los términos legales se consignó el expediente y pues ignoro si el esposo haya regresado, si lo hayan citado, ya no tuve yo acceso al expediente.
Retomo que es el hecho más impactante que usted ha conocido en su vida profesional como abogada.
-Sí, la verdad si. Y no puedo decir que me tocó en suerte.
