Volvió el comercio ambulante a la Alameda Hidalgo del Centro Histórico, a pesar de la presencia de elementos de inspección municipal y vigilancia privada del recinto.
Después de casi 6 años de haber sido retirados en polémico operativo, no regresan los comerciantes afiliados a las organizaciones que habían tomado el parque para uso exclusivo, pero sí decenas de vendedores itinerantes con toda clase de frituras, dulces, chicles, papas, chicharrones y churros hasta gelatinas, buñuelos y tabaco.
De hecho la presencia de este comercio ha ocasionado ya reclamos de dirigentes de vendedores retirados por el municipio.
A diferencia de hace años cuando los productos se ofertaban en carritos de fierro, hoy la mercancía se coloca sobre pequeñas canastas, cajas de cartón, incluso carriolas viejas colocadas sobre el asfalto.
Al interior de la Alameda existen al menos cinco puestos de aguas frescas, fruta picada, dulces, papas y churros con limón y chile, y elotes asados o cosidos, para degustar el paladar, además de botellas de agua, jugos y refrescos.
"Pásele, pásele, no se quede con el antojo, qué le ofrecemos, una agüita fresca, frutita picada", exclaman los vendedores en el interior del lugar, donde transitan diariamente cientos de personas, y otras más descansan sobre más bancas.
Para la Alameda Hidalgo, hoy las autoridades municipales contemplan un proyecto para hacer de este espacio un lugar 100% familiar, el cual está se encuentra en pausa por la veda electoral y ha registrado retrasos también por la pandemia del Covid-19.
Para hacer que en este parque se reúna a la ciudadanía queretana y visitantes, se contemplan actividades artísticas y culturales.
En agosto de 2021, luego de que Diario de Querétaro revelara la presencia de vendedores ambulantes y práctica del sexo servicio en la zona de la Alameda, las autoridades municipales llevaron a cabo un nuevo operativo para inhibir el comercio informal con la presencia de inspectores municipales.
