Este sábado un grupo de aproximadamente 60 voceadores deQuerétaro dejaron los periódicos y tomaron sus bicicletas parallegar ante la Virgen de los Dolores, en Soriano, Colón, con laintención de pedir por sus compañeros, cumplir con sus mandas yagradecer por todas las bendiciones que han recibido en elaño.
Se trata de una tradición que este año cumple nueve años y hacrecido constantemente, pues en la primera ocasión sólo seispersonas hicieron el recorrido, pero la buena voluntad de losparticipantes ha hecho que el número se multiplique por 10; apartede demostrar la fe de los voceadores, es una oportunidad paraconvivir en familia.
Alfredo Jiménez Munguía, secretario de la Unión de Voceadoresde la Federación de Trabajadores del Estado de Querétaro (FETQ),dijo que es importante darle seguimiento a esta tradición porquees una forma de agradecer a Dios y a la Virgen por todos losfavores recibieron a lo largo del año.
Aseguró que debido a su trabajo, en el que la bicicleta es sumedio de transporte, no deben tener ninguna preparación niacondicionamiento físico, pues la mayoría de ellos estánhabituados a recorrer grandes distancias todos los días.
Eduardo Jiménez, uno de los voceadores que comenzó hace nueveaños con esta tradición, relató que debido a un problemapersonal no pudo asistir a la tradicional peregrinación delviernes de Dolores, pero decidió llegar hasta la Basílica deSoriano a como diera lugar.
“Me venía caminando con mi familia como cada año, pero tuveuna dificultad con una de mis hijas y decidí venirme después enbicicleta, no en peregrinación, sino después de laperegrinación, me vine yo solo, después me acompañó Jorge Nietoy dos de mis hermanos, luego se fueron uniendo más compañerosvoceadores”, recuerda.
Señaló que desde el principio los objetivos son pedir por loscompañeros, que les vaya bien en el trabajo y agradecer por lasbendiciones recibidas en el transcurso del año.
“Está relacionado con el viernes de Dolores, antes nosíbamos el jueves para llegar el viernes temprano, pero como muchosde nosotros trabajamos toda la semana y nuestros hijos van a laescuela, elegimos el sábado para ir en familia; hay muchos que sevan caminando el jueves, pero el que quiera unirse a nosotros esbienvenido”, resaltó.
Aseguró que a los demás voceadores les gusta este recorridoporque se refuerza el compañerismo, pues a pesar de que hayalgunos que ya no trabajan a su lado, siguen acudiendo a laperegrinación y hasta han invitado a personas de unaconstructora.
Este hombre que nació entre periódicos y toda su vida ha sidovoceador comenta, “Seguiremos con esta tradición hasta que elgrupo aguante, el primer año sólo éramos seis y hoy somos másde 50; como adulto, quiero dejarle una herencia a los niños. Todotipo de trabajo debe hacerse con gusto, yo tenía mis estudios,pero le agarré el gusto a esto y me acostumbré a este ambiente detrabajo, lo que más disfruto es que yo soy mi propio patrón y queando de un lado para otro”.
En el recorrido el grupo evita pasar por la autopista paradisminuir los riesgos para los niños que los acompañan; esperanseguir con esta tradición por muchos años.
Gabriela Arias, participó por primera ocasión en laperegrinación de ciclistas voceadores, pues desde hace nueve añosconoce a los organizadores, pero hasta ahora se animó.
“Tiene como nueve años que los conozco, hoy nos invitaron yvenimos con ellos, iré caminando, hicimos una manda porque mi hijaestá enferma; es importante participar para acompañar y agradecera la virgen, me gustaría continuar después”, comentó.