El 2021 por ser año electoral debe empezar temprano con las inversiones en materia de obra pública para que este tema no afecte en mayor medida a los proyectos, acotó el líder del Colegio de Ingenieros Civiles, Sergio Camacho.
El año pasado –subrayó- el 40% de los 450 ingenieros colegiados tuvieron un impacto negativo, dado que sus ventas se redujeron ante la pandemia por el coronavirus y la falta de inversión federal.
Ante la incertidumbre, se pronunció a favor de que la inversión en obra pública se acelere, que inicien en este mes las licitaciones, estudios, proyectos, ejecuciones, y se genere un poco más de inversión privada, también frenada por la pandemia.
A su consideración, a más tardar en febrero se debe vislumbrar lo que será la obra pública de parte del Gobierno Estatal y de los gobiernos municipales.
En el caso de la inversión privada lo que esperan del gobierno estatal es que genere incentivos, tal vez en los trámites o en las cuestiones fiscales, para que se reactive la economía, dado que uno de los efectos más fuertes de la pandemia fue la pérdida de empleos.
“Como Colegio de Ingenieros también hemos estado correteando en los Ayuntamientos, por ejemplo con el municipio de Querétaro hemos tenido grandes avances en temas de reglamentos y normatividad, sobre todo con lo que tiene que ver con temas de licencias de construcción y proyectos nuevos”.
Se ha trabajado, señaló, para mejorar todos los procedimientos y quieren que se logre una homogenización entre los diferentes ayuntamientos para que se sumen al modelo de reglamentación otros municipios como El Marqués, Corregidora, Colón, Pedro Escobedo y Huimilpan, que son los que tienen mayor actividad de inversión privada y generan la necesidad de los permisos.
Sergio Camacho expresó su confianza para que pueda haber muchas dispersiones de obras públicas, para que haya mucha participación de los ingenieros civiles colegiados.