El debilitamiento de la independencia de los jueces causa pérdida de democracia e impactará en el clima de seguridad para inversiones y las garantías ciudadanas, advirtió la jueza Nancy Hernández López, presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En el marco de la conferencia magistral “Nuevos estándares en jurisprudencia Corte IDH”, en la que expuso varios retos que enfrenta la región de Latinoamérica en materia de derechos humanos, mencionó que ambos países son ejemplos de cooptación de los órganos de justicia y señaló que el debilitamiento de la independencia judicial ocasionó que se eligiera a personas sin independencia judicial, lo que permitió que el poder se concentrara en el Ejecutivo.
“La cooptación de los órganos de justicia, en este tema hay dos ejemplos claros en la región, que son Venezuela y Nicaragua, empezaron exactamente de la misma manera, debilitando la independencia de los jueces, a tal punto que al final los órganos de judicatura fueron sustituidos por personas que no venían con compromiso de independencia judicial y eso permitió una concentración de poder en la figura del Ejecutivo, del presidente de ambos países, y en resumidas cuentas ya ustedes saben cómo terminó la película”, subrayó.
Precisó que, además, se genera una persecución política, aumenta la pobreza y represión, así como las ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas y se merman las inversiones.
La jueza Nancy Hernández agregó que el desafió en materia democrática se visualiza en no contar con elecciones libres, justas y transparentes, dado que los Estados no tienen la capacidad para garantizarlo, además de que se enfrentan nuevos desafíos digitales como campañas digitales, ataques a ciberseguridad y ataques a la democracia, al poder como ejemplo a Venezuela y Brasil.
La presidenta de la CIDH añadió que se está viviendo una regresión en América Latina con la militarización, pues señaló que el Ejército no se somete a los estándares de la policía civil, aunado a que “los grandes ataques” se han producido en los ejércitos, poniendo en riesgo los derechos fundamentales de la ciudadanía. Asimismo, expuso que otro de los desafíos que enfrenta la región en materia de derechos humanos es la violencia generada por el crimen organizado.
“La violencia generada por el crimen organizado se está convirtiendo en un caldo de cultivo para actitudes autoritarias y está planteando este fenómeno la prescindencia de los derechos humanos con el fin de abordar la (sic) de la población en torno a la seguridad personal, y entonces, a cuenta del crimen organizado, estamos por perder todas las garantías ciudadanas que han costado más de 400 años construir en la humanidad. Creo que es un mito tener que escoger entre seguridad y libertad para poder resolver estos problemas”, precisó.
Precisó que otro de los desafíos que se enfrenta es el impacto de las nuevas tecnologías y derechos fundamentales, lo que implica retos como protección y privacidad de datos personales, libertad de expresión en el entorno digital, derecho a acceso a internet, neuroderechos, discriminación algorítmica, ciberseguridad, inteligencia artificial y toma de decisiones automatizadas, lo que significa que la inteligencia artificial sea autónoma; derechos laborales y economía digital, derecho de los niños en el entorno digital, manipulación de la opinión pública en redes sociales, entre otros.
“Si esto no se regula, como bien ha sido advertido por grandes pensadores, estamos ante una amenaza existencial del humanismo”, puntualizó.
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