Alcaldes de once ciudades de la Unión Americana, a las afueras del Centro de Detenciones de Tornillo, Texas, manifestaron su repudio ante la política migratoria de odio, irracional y fuera de contexto, del presidente Donald Trump, de separar familias, llevando a menores a condiciones infrahumanas al encerrarlos en jaulas y áreas no adecuadas.
El Mayor de El Paso Texas, Dee Margo, así como el alcalde de la ciudad de Los Ángeles, en California, Eric Garcetti, entre otros destacados políticos y activistas sociales, iniciaron una serie de acciones tendientes a inhibir y “echar abajo”, la actitud racista, según calificaron, del mandatario estadounidense, quien busca separar a los niños e hijos de aspirantes a cruzar la frontera, a través de presión por medio de encerrarlos en celdas o prisiones adaptadas sin medidas consideradas aptas para ello.
Mujeres de distintas organizaciones civiles no gubernamentales, como el Centro Adult and Youth United Development Asociation, Inc., (AYUDA), por sus siglas, se mostraron molestas ante esas acciones calificadas como no positivas ni agradables al ser humano.
Un legislador de la ciudad de Austin, Texas, capital del estado de la estrella solitaria, Gregorio Casar, reunió varios pares de zapatos nuevos para niños de ambos sexos y los colocó, al lado de la malla ciclónica que divide al Centro de Detenciones, ubicado en el área de la aduana norteamericana de ese poblado, con la intención de que los oficiales los entreguen a los infantes que ahí se encuentran resguardados.
No hubo ninguna postura o acercamiento por parte de autoridades encargadas de ese lugar, menos acceso para los protestantes, que querían constatar la situación de los menores que han sido asegurados y llevados ahí.