Beijing, (Notimex).- Desde hace más de dos años, China haregistrado una evolución sin precedentes en sus sistemas de pago.El uso de dinero e incluso de las tarjetas de crédito y débitoparece ser cosa del pasado.
La rápida adaptación de negocios y de todo tipo de servicios aplataformas digitales ha hecho que resulte innecesario utilizardinero en efectivo en muchas situaciones: desde hacer la compra engrandes multinacionales de ropa hasta pagar un taxi.
Lo cotidiano es hacer las transacciones comerciales utilizandolas principales plataformas de pago online como Alipay,perteneciente al gigante del comercio electrónico Alibaba, yWeChat Pay, incorporado en la popular aplicación de mensajeríainstantánea y red social de Tencent.
A la hora de pasar por caja, el cliente genera un código QR através de la aplicación y el cajero la escanea para aceptar elpago. Por seguridad, cada código que se genera es válidoúnicamente durante un minuto.
El denominador común de todo este ecosistema financiero son losteléfonos inteligentes y el volumen del negocio es significativo.De los más de 650 millones de internautas chinos, se calcula que304 millones utilizan algún tipo de pago online, de acuerdo concifras oficiales.
El año pasado se realizaron transacciones superiores a los mil100 millones de dólares, la mitad con Alipay, un volumen que seestima crecerá este año.
Diversos estudios predicen que el número de quienes utilizan elteléfono celular para hacer pagos aumentará en 2017 hasta los 745millones, más del 50 por ciento de la población total deChina.
Las oportunidades que se abren en el sector son evidentes, perolas empresas chinas van más allá. Hoy se aplica también elreconocimiento de rosto como forma de pago.
Esta es una función de seguridad relativamente extendida enChina, donde ya existen servicios que permiten acceder a edificioso pagar productos simplemente mostrando tu rostro.
La tecnología de cara ya se usa en Alipay, una de lasaplicaciones de pago más usadas en China, creada en 2004.
Según la publicación Technology Review, la aplicación esusada por 120 millones de personas al año y en muchos de estoscasos, para comprobar la identidad no usan una contraseña, patróno huella dactilar, solo su rostro.
Didi, un servicio de transporte similar a Uber o Cabify enChina, el líder en este país, usa la tecnología de cara paracomprobar que la persona detrás del volante es el conductorlegítimo de esa cuenta.