Sin que se conozcan hasta el momento a los emisarios de los paquetes sospechosos enviados a figuras demócratas y medios de comunicación, el diario Los Angeles Times publicó hoy que si al presidente Donald Trump “le preocupa la violencia política debería vigilar sus palabras”.
“El hecho de que un discurso político hostil, provocativo y feo no llegue a la definición legal de incitación, no lo hace correcto. Siempre es posible que alguien se inspire con palabras feas para cometer actos violentos. El presidente necesita darse cuenta de eso”, señaló en uno de sus editoriales del día.
“Aún no sabemos quiénes fueron los responsables de los dispositivos explosivos y los paquetes sospechosos enviados al expresidente Barack Obama, a la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, al filántropo y donante liberal George Soros, a la sede de la CNN, a la representante Maxine Waters (D-Los Ángeles) y otros”, indicó.
“Es concebible que la motivación más obvia (para causar lesiones y posiblemente la muerte de personas que han estado en desacuerdo con el presidente Trump y sus partidarios) resulte no ser la razón, y que eventualmente se descubra una explicación diferente y más personal", apuntó.
“Sin embargo, parece mucho más probable que una mente inestable marinada en la retórica a menudo cruel del momento político actual decidiera actuar de acuerdo con sus creencias”, señaló.
Trump dijo lo correcto el miércoles cuando mencionó que "en estos tiempos tenemos que unificarnos, tenemos que unirnos y enviar un mensaje muy claro, fuerte e inequívoco de que los actos o amenazas de violencia política de cualquier tipo no tienen lugar en Estados Unidos de América".
“El problema es que este es el mismo presidente que una vez llamó a las principales organizaciones de noticias "el enemigo del pueblo estadunidense", que se negó a responder una pregunta de un corresponsal de CNN porque "CNN es una noticia falsa", que habló sobre "Crooked Hillary" mientras sus adoradores admiradores corearon "Encierrala", indicó.
Y quien hace solo unos días entretuvo a la multitud en uno de sus mítines al felicitar a un miembro del Congreso que se declaró culpable de agredir a un reportero mientras hacía campaña. “Cualquier persona que pueda hacer un golpe al cuerpo, es mi candidato", dijo el presidente.
Los destinatarios de los artefactos explosivos son quién es quién de los objetivos de Trump: Soros, el fantasma de los teóricos de la conspiración de la derecha; John Brennan, director de la CIA de Obama a quien Trump ha calificado como "un pirateado, partidario, político, a quien no se le puede confiar los secretos de nuestro país"; Waters, a quien Trump ha ridiculizado como "loca" y de "bajo coeficiente intelectual".
“Si resulta que los dispositivos, que afortunadamente no dañaron a nadie, fueron enviados por un partidario del presidente, Trump puede, por supuesto, argumentar que nunca alentó la violencia o la criminalidad”, señaló el diario.
“Pero seguramente este tipo de violencia es el resultado previsible de nuestra política cada vez más tóxica, en la que las diferencias sobre los problemas se han convertido en muros, la rabia ha reemplazado el discurso, en el que tanto la líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, como la líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, recientemente han sido perseguidos y maldecidos en las calles por oponentes enojados", añadió.
Y en el que el presidente de Estados Unidos, lejos de unir al país, aviva las llamas del miedo, la división y la desconfianza a través de una retórica de intolerancia y rabia, finalizó.