El atropellamiento de una persona en Zaragoza y Allende deriva en una riña callejera y las "influencias" de una abogada que exigía la atención de la atropellada cuándo en realidad no fue nada grave.
Los policías municipales se dividieron en controlar la riña atender a la abogada y todos se olvidaran de la atropellada.
Finalmente Paramédicos de una institución particular se retiró porque nadie resultó herido.
Todo quedo finalmente controlado.