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El aspecto de la mortífera ‘araña de tela de embudo’ de la isla australiana Fraser no invita a acariciarla, pero su veneno puede salvar vidas al servir de base para un nuevo fármaco que puede prevenir el daño causado por ataques cardíacos y prolongar la vida útil de los corazones trasplantados.
De sus 23 subespecies, solo 10 son aptas para el consumo humano. De las variedades más extendidas son la purpúrea, considerada más efectiva, la angustifolia y la pallida
"Nuestro estudio muestra que los niveles de anticuerpos son, en la mayoría de casos, compatibles con una protección contra una nueva infección del SRAS-CoV-2, al menos hasta 40 días tras los primeros síntomas"