/ viernes 6 de octubre de 2023

Contraluz | Neurobiología: Ciencia y Arte (2 de 2)


Teresa Morales Guzmán, directora del Instituto de Neurobiología del Campus UNAM Juriquilla, institución que festeja su 30 aniversario, y presidenta del Consejo de Dirección del propio Campus, llegó a vivir a

Querétaro con credenciales brillantes: licenciatura en Ciencias Biológicas por la Universidad Veracruzana, doctora en Ciencias Fisiológicas por la UNAM, y postdoctorado en el prestigiado Instituto Salk de Estudios Biológicos de San Diego, EU.

“Llegué (a vivir en Juriquilla) cuando casi no había nada; podía dormir con la puerta abierta y no pasaba nada; prácticamente no tenía yo vecinos… Pero todo era muy agradable y aunque sí extrañaba algunas cosas de la ciudad de México, no había problema, porque está muy cerca…

“Flavio Mena director del entonces Centro de Neurobiología y Carlos Arámburo, director académico me pidieron que les ayudara con el Comité de Divulgación Científica, labor en la que me involucré gracias a la experiencia en el Instituto Salk cuyos materiales y publicaciones me sirvieron de mucho precisamente en el empeño de divulgación.

“En 2008 dejé esa labor y el doctor Raúl Paredes me pidió que coordinara la maestría de Neurobiología; y después ocupé la Jefatura del Departamento de Biología Molecular. Y cuando había terminado dichas funciones, colegas del Instituto me pidieron que me postulara para la dirección.

“En el 2020 salí designada para el cargo de directora del Instituto de Neurobiología y el 20 de marzo, precisamente cuando inició la pandemia, entré en funciones”.

Trayectoria

Sencilla y sin ningún alarde la doctora Morales habla muy poco de sus logros, pero la Gaceta de la UNAM documenta que “los trabajos de la doctora Teresa Morales se centran en el campo de la neuroendocrinología y están dirigidos a estudiar cómo las hormonas de la reproducción afectan diferentes áreas del cerebro relacionadas con la homeostasis, la respuesta emocional y la conducta parental. “Sus principales líneas de investigación son neuroanatomía funcional de la respuesta neuroendocrina al estrés, efectos del estrés crónico en la patogenicidad de la proteína tau, y las consecuencias de la maternidad y la paternidad en la morfología y la función cerebral”. Respecto a publicaciones científicas especifica que la doctora Teresa Morales ha escrito 51 artículos en revistas indizadas internacionales, nueve capítulos de libro y dos libros. Ha sido invitada a presentar su trabajo en foros internacionales y nacionales”.

Y sobre reconocimientos señala que “recibió mención honorífica y la Medalla Gabino Barreda por sus estudios de doctorado, la beca Fogarty y el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz”.

Ciencia y arte

La charla con la doctora Morales Guzmán es amena y en ocasiones dispersa y es que en su formación personal y laboral ha tenido abierta siempre la puerta a otras disciplinas, áreas del conocimiento y sobre todo al arte.

Le gusta el cine y recuerda que “En la época que viví en la ciudad de Xalapa había el Cine club de la Universidad y era muy interesante porque ahí pude ver a los directores famosos de esa época.. a los 18 años para mí eso era muy apasio9nante”.

Y sobre la literatura, desliza que siempre le ha atraído, “pues los clásicos, los grandes escritores se ocupan en decirnos lo que es la vida, la condición humana…”

También empatiza con la música y gusta desde la música popular hasta la clásica, incluida la ópera.

Alude con orgullo que el tenor mexicano Javier Camarena es veracruzano, y que apenas en el 2021 fue declarado por la International Opera Awards como el mejor cantante masculino del año.

Y en esa tesitura, cuenta que “mi esposo, que también es investigador, aprendió a tocar el chello; su papá era músico y le regaló el chello que tocaba…” Y que “en el Congreso anual de la Sociedad de Neurociencias, al final de la jornada hay una reunión en la que se congregan científicos que cantan o tocan algún instrumento en una tertulia singular en la que salen a relucir las capacidades musicales e interpretativas de muchos de los asistentes…”

En definitiva, ciencia, arte y también deporte están frecuentemente hermanados.

Drogas, suicidios

En el Instituto de Neurobiología se realizan diversos estudios que buscan prevenir adicciones, pero también auxiliar a quienes pretenden alejarse de ellas.

Se habla de que hay más depresión y más estrés después de la pandemia, se le inquiere.

“Sí, y el tema del suicidio es muy importante, viene dado por un estado de desorden emocional, depresión, ansiedad o alguna otra enfermedad neurológica o neuropsiquiátrica que es una carga para la persona que ya no puede o no quiere vivir”.

Lamenta por ello que “la inversión que se destina a estudiar enfermedades neurológicas es mucho menor que la que se usa para combatir el cáncer, el sida y la malaria. Pero la cantidad de vidas que cobra el suicidio es mayor que las que cobran las tres enfermedades señaladas juntas”, alerta.

Hay mucho prejuicio en relación a las enfermedades del sistema nervioso o del cerebro que tenemos, pero según una respetada asociación internacional de neurología una de cada tres personas va a tener un padecimiento permanente o temporal del sistema nervioso del cerebro, ¡un 30 por ciento de la población mundial!

Apunta que “hay una situación de género en muchos de los padecimientos como estrés postraumático, desorden opresivo compulsivo, ansiedad, depresión; y según estadísticas hechas en EU, la mayor incidencia es en mujeres.

“El hombre sólo tiene mayor incidencia en alcoholismo y drogas.

Puntualiza que sí hay diferencias en cuanto al sexo biológico: “estudiando en animales experimentales sí se ha encontrado que en las hembras un estímulo es más grande y dura más, el episodio tarda más en silenciarse, esto es por las hormonas.

“El tema del estrés es parte de lo que estudiamos en nuestro laboratorio”.

Aportaciones del INB

“La investigación científica sirve a la sociedad, el Instituto de Neurobiología genera conocimiento sobre el cerebro y con ello se dan alternativas a quienes tienen problemas.

“Otra forma de servir a la sociedad es formando especialistas; la educación es el motor de la sociedad. No sólo en la parte socioeconómica, sino también en la parte cultural, en la preparación y formación integral para hacernos una mejor sociedad.

“A través de la Unidad de Neurodesarrollo se realiza investigación en bebés por riesgo de daño cerebral suceptibles de presentar secuelas en su desarrollo.

“Se estudia, se da terapia de neurohabilitación que sirve para disminuir impacto de esas secuelas.

“También prestamos servicio a través de la Unidad de Resonancia Magnética que atiende pacientes no sólo a través de convenios con algunas entidades gubernamentales, sino que también forma especialistas en Radiología, y además se atiende a pacientes en la unidad; son miles de personas al año a las que se les da un servicio con estudios de altísima calidad de resonancia magnética con costos de recuperación, no lucrativos.

“Y también está el laboratorio de visualización que es una unidad de súper cómputo en la que por ejemplo se procesaron todos los datos de la epidemia del covid. Gracias a ello el gobierno de Querétaro fue de los mejores en monitorear cómo iba la enfermedad.

“Además tenemos producto farmacéutico como yodo molecular que se usa como coadyuvante en tratamientos para cáncer; ya se está probando en personas. Y también tenemos un producto para la ceguera para disminuir el proceso inflamatorio en el ojo y hacer que mejore la visión; este producto también está ya siendo probado”.

Campaña financiera

“Cuando llegué me di cuenta de que se requieren recursos. UNAM y el país hacen fuertes inversiones, pero se requieren más recursos financieros; por eso, con el respaldo de la Fundación UNAM cuyo capítulo en Querétaro preside el ex gobernador Enrique Burgos, promotor y definitivo facilitador inicial del magno complejo de Juriquilla, iniciamos en este trigésimo aniversario del Instituto la campaña cuya meta es recabar 50 millones de pesos para invertir en Unidad de Neurodesarrollo, en la Unidad de Resonancia y además en actualizar tecnología. Y queremos mantenernos en la punta de la vanguardia en que estamos y no rezagarnos.

“Asimismo estamos discutiendo cuál de las áreas nuevas de neurotecnologías son las más importantes para desarrollar. Nos ha interesado la expresión masiva de genes, el manejo masivo de datos y la inteligencia artificial.

“En definitiva, queremos entrar en un proceso para puntualizar qué nos interesa promover y hacia dónde va el Instituto en los próximos años… Tengo la opción de postularme para dirigir el Instituto otro período de cuatro años”.

En definitiva, a 30 años de su creación (1993-2023), el campus Juriquilla –UNAM, UAQ y Cinvestav (IPN)- sigue creciendo y dando frutos relevantes en muy diversas áreas de la ciencia. El trabajo de la doctora Teresa Morales Guzmán es robusto botón de muestra de la importancia que el estado de Querétaro ha alcanzado en materia de ciencia e investigación.


Teresa Morales Guzmán, directora del Instituto de Neurobiología del Campus UNAM Juriquilla, institución que festeja su 30 aniversario, y presidenta del Consejo de Dirección del propio Campus, llegó a vivir a

Querétaro con credenciales brillantes: licenciatura en Ciencias Biológicas por la Universidad Veracruzana, doctora en Ciencias Fisiológicas por la UNAM, y postdoctorado en el prestigiado Instituto Salk de Estudios Biológicos de San Diego, EU.

“Llegué (a vivir en Juriquilla) cuando casi no había nada; podía dormir con la puerta abierta y no pasaba nada; prácticamente no tenía yo vecinos… Pero todo era muy agradable y aunque sí extrañaba algunas cosas de la ciudad de México, no había problema, porque está muy cerca…

“Flavio Mena director del entonces Centro de Neurobiología y Carlos Arámburo, director académico me pidieron que les ayudara con el Comité de Divulgación Científica, labor en la que me involucré gracias a la experiencia en el Instituto Salk cuyos materiales y publicaciones me sirvieron de mucho precisamente en el empeño de divulgación.

“En 2008 dejé esa labor y el doctor Raúl Paredes me pidió que coordinara la maestría de Neurobiología; y después ocupé la Jefatura del Departamento de Biología Molecular. Y cuando había terminado dichas funciones, colegas del Instituto me pidieron que me postulara para la dirección.

“En el 2020 salí designada para el cargo de directora del Instituto de Neurobiología y el 20 de marzo, precisamente cuando inició la pandemia, entré en funciones”.

Trayectoria

Sencilla y sin ningún alarde la doctora Morales habla muy poco de sus logros, pero la Gaceta de la UNAM documenta que “los trabajos de la doctora Teresa Morales se centran en el campo de la neuroendocrinología y están dirigidos a estudiar cómo las hormonas de la reproducción afectan diferentes áreas del cerebro relacionadas con la homeostasis, la respuesta emocional y la conducta parental. “Sus principales líneas de investigación son neuroanatomía funcional de la respuesta neuroendocrina al estrés, efectos del estrés crónico en la patogenicidad de la proteína tau, y las consecuencias de la maternidad y la paternidad en la morfología y la función cerebral”. Respecto a publicaciones científicas especifica que la doctora Teresa Morales ha escrito 51 artículos en revistas indizadas internacionales, nueve capítulos de libro y dos libros. Ha sido invitada a presentar su trabajo en foros internacionales y nacionales”.

Y sobre reconocimientos señala que “recibió mención honorífica y la Medalla Gabino Barreda por sus estudios de doctorado, la beca Fogarty y el Reconocimiento Sor Juana Inés de la Cruz”.

Ciencia y arte

La charla con la doctora Morales Guzmán es amena y en ocasiones dispersa y es que en su formación personal y laboral ha tenido abierta siempre la puerta a otras disciplinas, áreas del conocimiento y sobre todo al arte.

Le gusta el cine y recuerda que “En la época que viví en la ciudad de Xalapa había el Cine club de la Universidad y era muy interesante porque ahí pude ver a los directores famosos de esa época.. a los 18 años para mí eso era muy apasio9nante”.

Y sobre la literatura, desliza que siempre le ha atraído, “pues los clásicos, los grandes escritores se ocupan en decirnos lo que es la vida, la condición humana…”

También empatiza con la música y gusta desde la música popular hasta la clásica, incluida la ópera.

Alude con orgullo que el tenor mexicano Javier Camarena es veracruzano, y que apenas en el 2021 fue declarado por la International Opera Awards como el mejor cantante masculino del año.

Y en esa tesitura, cuenta que “mi esposo, que también es investigador, aprendió a tocar el chello; su papá era músico y le regaló el chello que tocaba…” Y que “en el Congreso anual de la Sociedad de Neurociencias, al final de la jornada hay una reunión en la que se congregan científicos que cantan o tocan algún instrumento en una tertulia singular en la que salen a relucir las capacidades musicales e interpretativas de muchos de los asistentes…”

En definitiva, ciencia, arte y también deporte están frecuentemente hermanados.

Drogas, suicidios

En el Instituto de Neurobiología se realizan diversos estudios que buscan prevenir adicciones, pero también auxiliar a quienes pretenden alejarse de ellas.

Se habla de que hay más depresión y más estrés después de la pandemia, se le inquiere.

“Sí, y el tema del suicidio es muy importante, viene dado por un estado de desorden emocional, depresión, ansiedad o alguna otra enfermedad neurológica o neuropsiquiátrica que es una carga para la persona que ya no puede o no quiere vivir”.

Lamenta por ello que “la inversión que se destina a estudiar enfermedades neurológicas es mucho menor que la que se usa para combatir el cáncer, el sida y la malaria. Pero la cantidad de vidas que cobra el suicidio es mayor que las que cobran las tres enfermedades señaladas juntas”, alerta.

Hay mucho prejuicio en relación a las enfermedades del sistema nervioso o del cerebro que tenemos, pero según una respetada asociación internacional de neurología una de cada tres personas va a tener un padecimiento permanente o temporal del sistema nervioso del cerebro, ¡un 30 por ciento de la población mundial!

Apunta que “hay una situación de género en muchos de los padecimientos como estrés postraumático, desorden opresivo compulsivo, ansiedad, depresión; y según estadísticas hechas en EU, la mayor incidencia es en mujeres.

“El hombre sólo tiene mayor incidencia en alcoholismo y drogas.

Puntualiza que sí hay diferencias en cuanto al sexo biológico: “estudiando en animales experimentales sí se ha encontrado que en las hembras un estímulo es más grande y dura más, el episodio tarda más en silenciarse, esto es por las hormonas.

“El tema del estrés es parte de lo que estudiamos en nuestro laboratorio”.

Aportaciones del INB

“La investigación científica sirve a la sociedad, el Instituto de Neurobiología genera conocimiento sobre el cerebro y con ello se dan alternativas a quienes tienen problemas.

“Otra forma de servir a la sociedad es formando especialistas; la educación es el motor de la sociedad. No sólo en la parte socioeconómica, sino también en la parte cultural, en la preparación y formación integral para hacernos una mejor sociedad.

“A través de la Unidad de Neurodesarrollo se realiza investigación en bebés por riesgo de daño cerebral suceptibles de presentar secuelas en su desarrollo.

“Se estudia, se da terapia de neurohabilitación que sirve para disminuir impacto de esas secuelas.

“También prestamos servicio a través de la Unidad de Resonancia Magnética que atiende pacientes no sólo a través de convenios con algunas entidades gubernamentales, sino que también forma especialistas en Radiología, y además se atiende a pacientes en la unidad; son miles de personas al año a las que se les da un servicio con estudios de altísima calidad de resonancia magnética con costos de recuperación, no lucrativos.

“Y también está el laboratorio de visualización que es una unidad de súper cómputo en la que por ejemplo se procesaron todos los datos de la epidemia del covid. Gracias a ello el gobierno de Querétaro fue de los mejores en monitorear cómo iba la enfermedad.

“Además tenemos producto farmacéutico como yodo molecular que se usa como coadyuvante en tratamientos para cáncer; ya se está probando en personas. Y también tenemos un producto para la ceguera para disminuir el proceso inflamatorio en el ojo y hacer que mejore la visión; este producto también está ya siendo probado”.

Campaña financiera

“Cuando llegué me di cuenta de que se requieren recursos. UNAM y el país hacen fuertes inversiones, pero se requieren más recursos financieros; por eso, con el respaldo de la Fundación UNAM cuyo capítulo en Querétaro preside el ex gobernador Enrique Burgos, promotor y definitivo facilitador inicial del magno complejo de Juriquilla, iniciamos en este trigésimo aniversario del Instituto la campaña cuya meta es recabar 50 millones de pesos para invertir en Unidad de Neurodesarrollo, en la Unidad de Resonancia y además en actualizar tecnología. Y queremos mantenernos en la punta de la vanguardia en que estamos y no rezagarnos.

“Asimismo estamos discutiendo cuál de las áreas nuevas de neurotecnologías son las más importantes para desarrollar. Nos ha interesado la expresión masiva de genes, el manejo masivo de datos y la inteligencia artificial.

“En definitiva, queremos entrar en un proceso para puntualizar qué nos interesa promover y hacia dónde va el Instituto en los próximos años… Tengo la opción de postularme para dirigir el Instituto otro período de cuatro años”.

En definitiva, a 30 años de su creación (1993-2023), el campus Juriquilla –UNAM, UAQ y Cinvestav (IPN)- sigue creciendo y dando frutos relevantes en muy diversas áreas de la ciencia. El trabajo de la doctora Teresa Morales Guzmán es robusto botón de muestra de la importancia que el estado de Querétaro ha alcanzado en materia de ciencia e investigación.