En el año 1903 el entonces presidente de México, Porfirio Díaz Mori, inauguró el tramo del nuevo Ferrocarril Nacional Mexicano desde la Ciudad de México (Estación Buenavista) hasta la ciudad Santiago de Querétaro. En ese viaje llegó a Tequisquiapan para inaugurar la estación en ese lugar. Fue el tren presidencial el primero que llegó ahí.
El presidente bajó del tren y fue recibido por el estimado profesor tequisquiapense Rafael Zamorano en compañía de una comitiva de estudiantes; uno de ellos recitó una alocución en honor al acto.
Desde que llegó, don Porfirio miró al norte y vio a lo lejos una montaña que sobresalía. Intrigado, preguntó al profesor Zamorano qué era aquello que se veía a lo lejos; el profesor le contestó que era la Peña de Bernal. El presidente Díaz quedó pensativo un momento y expresó: "Entonces, esta estación llevará por nombre, Bernal".
La estación Bernal de Tequisquiapan debe ese nombre al avistamiento que de la peña hizo Porfirio Díaz y no por estar en aquel pueblo. Muchos confunden al escuchar sobre la Estación Bernal y asumen que se encuentra en aquella población, que, además, pertenece al municipio de Ezequiel Montes y dista mucho de Tequisquiapan. Esta estación debió llamarse Tequisquiapan en correspondencia al lugar donde se encuentra.
Para 1906, incluso, al celebrarse el centenario del natalicio de Benito Juárez, se hizo una petición formal para cambiar el nombre de esta estación Bernal por el de "Estación Juárez", pero evidentemente no prosperó.
Más delante de la estación Bernal, sigue otra también histórica en la ruta, la Estación San Nicolás, ubicada en este poblado perteneciente a Tequisquiapan.
En la actualidad se pueden visitar estas antigua estaciones, observarlas por fuera y, en específico la Bernal, a través de una cerca de malla ciclónica que la resguarda. La construcción de estas estaciones es de materiales firmes, a diferencia de la de San Juan del Río que es entera de madera. En la estación Bernal se encuentra una añeja locomotora que data de principios del siglo XX y que fue pedida hace años para reservarla como monumento al ferrocarril, pero no se le ha dado la formalidad.
La historia del ferrocarril en la región de San Juan del Río -que incluye a Tequisquiapan- se empezó a escribir a partir del año 1881, durante el porfiriato, en que llegó por primera vez el tren hasta la estación San Juan del Río. Existen dos rutas del ferrocarril que pasan por territorio sanjuanense. La primera es la del Ferrocarril Central Mexicano (Ciudad de México a Ciudad Juárez), que llegó en 1881 y, la segunda, que es otra línea separada, se conoció en su origen como Ferrocarril Nacional Mexicano, que viniendo desde la Ciudad de México, pasando el estado de Hidalgo, llegó a Tequisquiapan en 1903 con el presidente Díaz. Esta ruta pasa por San Nicolás (Tequisquiapan), La Llave (San Juan del Río) y La Valla/La Fuente (comunidades de ambos municipios). Poco tiempo después de 1903 se tendió vía férrea –espuela- para conectar la estación San Nicolás con la estación San Juan del Río.
En esta ocasión les escribo sobre Tequisquiapan porque este territorio perteneció a San Juan del Río y porque hoy forma parte de la Zona Metropolitana de San Juan del Río, que es la segunda más importante del estado de Querétaro, la octava más grande del bajío y ocupa el lugar cuarenta y cuatro a nivel nacional de las Zonas Metropolitanas de México.
La historia de Tequisquiapan no se puede entender sin la de San Juan del Río.
