Es brutal el desparpajo
del actuar de este señor.
El vocablo así, de cuajo,
lastimoso es el hedor.
*
Lloriqueos exacerbados
“tanto ataque” es su clamor.
“Ene” mil atolizados
resistiendo “con honor”.
*
Inventándose adversarios
cual Quijote luchador
y desplantes temerarios
como un Cid muy campeador.
*
Palabrero cotidiano
cuyo tiempo “ya valió”.
El reloj corre de plano
la verdad, ya se tardó.
*
¡Que cinismo, que cinismo!
Desvergüenza flamboyante
El señor en su “ensimismo”
seguirá así tan campante.