Más allá del lado oscuro, de los mitos y leyendas de terror que hay detrás de Halloween, sin duda es una de las fiestas más esperada por los niños y algún que otro adulto que sigue conservando el gusto por disfrazarse o salir con los niños en busca del famoso “dulce o travesura”.
La tradición reza que es la noche del 31 de octubre en la llamada “Noche de Brujas”, cuando los niños salen con su disfraz, este 2022 es un año muy significativo pues luego de la pandemia y el encierro, otra vez los amigos, primos y vecinos saldrán por la colonia en busca de llenar su calabaza de dulces y uno que otro billetito. Luisa López quien tiene un negocio de disfraces menciona que las brujas, hadas y espantapájaros siguen siendo los más pedidos, aunque ahora también el disfraz de Chucky el muñeco diabólico se ha vuelto a poner de moda, las hadas negras, maléfica y la bruja de la película de “Blanca Nieves” siguen siendo un clásico.
Pero qué decir de los adornos, las casas siguen llenándose de calabazas sonrientes, fantasmas, arañas y brujitas que dan ese toque divertido y aunque también es época de poner los altares de muertos mexicanos, hay hogares donde solo festejan el Halloween.
Los dulces y golosinas no pueden faltar para que ningún niño haga alguna “travesura”, es por ello que en varios hogares desde días antes se preparan con un buen bote de “chucherías” para obsequiar y ver la carita de felicidad de los pequeños monstruitos visitantes.
Si de realizar una fiesta se trata, la imaginación es básica y el cielo es el límite para echar mano de todo, convirtiendo un kiwi en “coronavirus”, pedazos de papaya en tumbas, mandarinas en arañas y lo que la imaginación dicte, aquí lo que importa es la creatividad.
Pasteles, cupcake, piñatas, bocadillos, bebidas y un sinfín de detalles son los que se viven en esta noche que si bien muchas personas la han satanizado, cuando solo los niños lo único que quieren es un dulcecito que les alegre el corazón.