La juventud es uno de los momentos más importantes en la vida, en el que se construyen los cimientos de los proyectos vitales a mediano y largo plazo que marcarán el rumbo de cada persona. A sus 18 años, Paola Hernández González, al igual que cerca de 525 mil jóvenes que habitan en la entidad, se encuentra hoy experimentando el mundo y abriendo brecha hacia sus metas.
Actualmente estudia el último semestre de la preparatoria en el instituto La Paz, y ha tomado la decisión de iniciar pronto su camino profesional desde la carrera Liderazgo en Emprendimiento e Innovación, en una de las universidades de la ciudad. “Hay que dejar que todo fluya y nada influya”, es la frase rectora de su quehacer diario, la cual le ha permitido concluir de manera satisfactoria cada proyecto iniciado.
Además de dedicar tiempo a sus estudios, practica diversos géneros de baile en la academia Funk Street, gracias a la cual ha participado durante tres años consecutivos en competencias que tuvieron como principal sede al teatro Metropolitano de Querétaro.
Su familia es parte fundamental de su vida, no sólo la han acompañado en su desarrollo personal, sino que además comparte con cada integrante diversas actividades que mantienen la unión y el amor entre ellos. Tradiciones y costumbres propias, como la preservación y cuidado de animales de distintas especies, les caracterizan. Recientemente rescataron a una pequeña garza en la presa Santa Catarina, ubicada en Santa Rosa Jáuregui, que liberaron en el mismo sitio en cuanto ésta pudo valerse de sí misma.
Con base en los valores transmitidos por su familia, la queretana, decidida y entusiasta, invita a sus coetáneos a dejar pasar las dudas y no el tiempo, para hacer realidad sus aspiraciones.