Sobre la calle Invierno, en el barrio de El Tepetate, un grupo de artistas trepa sobre unas tarimas para recubrir un enorme muro con la historia de este lugar que, pese al cambio desenfrenado de la capital queretana, sigue preservando en su cotidianidad algunos atisbos del ayer.
A distancia, puede distinguirse la figura de San Roque, conocido como el santo patrono de los enfermos y a quien la población se encomendó en épocas de otras pandemias, asevera en entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO, Tania Quezada, quien además de representar la figura del santo en una de las paredes, plasmó toda la historia de El Tepe –como le dicen los lugareños a este barrio–, desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX.
Su relato visual abarca la aparición de las congregaciones de indios; el nacimiento de la llamada “Otra banda” ( como antes la gente se refería a los habitantes que vivían en las inmediaciones del Centro Histórico, del otro lado del río en la ciudad), así como el surgimiento de los hierberos tras las enfermedades que diezmaron a la población de esta zona y su transformación con la inauguración en 1904 de la estación del ferrocarril, con el cual nacería el famoso “tianguis del crucero” y subsecuentemente, el tianguis y mercado de El Tepetate.
“Estamos haciendo un mural sobre la historia de El Tepe (…) Narra la historia desde la congregación de indios; el culto a San Roque por las plagas y culmina con la fundación del mercado, en 1970”, comparte Quezada, agregando que también introdujeron en la narrativa visual la flora endémica del lugar.
Sobre otro muro, pero de la calle Encanto, Alonso Bravo continúa con el proyecto a través de una interpretación visual del mercado y del tianguis de El Tepe, desde su contemporaneidad.
“En el muro hablo de algo que es muy cercano a mí: una tarde de tianguis en el Tepe. Yo vivo aquí en la zona, en Primavera, y para mí todos los domingos son días de ir al tianguis a comprar fruta, todo tipo de comida, hasta ropa de paca (…) Y todo este viaje – dice señalando su mural– es una manera de homenajearlo”, comparte Bravo, quien afirma llevar años explorando la estética del barrio.
Además de estos artistas, Cheke Frías, Mari Mariel, Ricardo Mosterin y Blue se han sumado a la iniciativa mural, cuya curaduría fue dividida en tres ejes: origen e historia de El Tepetate; vocación comercial del barrio, y la vida cotidiana del tianguis, incluyendo la presencia de las mujeres herederas de los saberes ancestrales.
Cabe mencionar que la curaduría se basó en el libro “Vuelo y andanzas por los barrios de Santiago de Querétaro”, del historiador Edgardo Moreno Pérez, buscando que, tanto los lugareños como paseantes, conozcan más sobre la historia de El Tepe, y se sientan identificados con los murales.