Sin escenarios, sin micrófonos, sin objetos ni escenografía. Solo 15 actores y 90 minutos. Eso es lo que se necesita para realizar el Experimento Marcos, una obra de teatro en la que se representa la historia de Jesús a través del Evangelio del discípulo Marcos.
Este proyecto de talla internacional se realiza desde 2016 en México a cargo del director José Gutiérrez; y este fin de semana se presentará en el Museo de la Ciudad, el sábado a las 18:00 horas y el domingo a las 13:00 horas.
En entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO, Josué Gutiérrez explica que a pesar de la temática religiosa, la obra está dirigida a todo tipo de público y no sólo a los creyentes, pues ofrece una forma novedosa de vivir el teatro.
En dicho proyecto los actores no son profesionales, sino voluntarios que respondieron a una convocatoria para formar parte del equipo. Durante seis semanas memorizan el evangelio, y solo dos días antes de la presentación se reúnen para ensayar. La representación sólo puede llevarse a cabo un máximo de tres veces, y si son necesarias más puestas en escena, entonces debe conformarse un nuevo equipo de actores.
El aspecto más característico de la obra es el concepto de Teatro circular debido al acomodo de las sillas donde toman su lugar los asistentes, de esta forma los actores se mueven entre el público y lo involucran en cada una de las escenas representadas.
“No es una obra sólo para creyentes, es para todo el público, van a vivir algo que no siempre se vive en teatro, con actores que no son profesionales, sin escenarios, ni objetos, es una actuación casi improvisada. Los asientos se acomodan de forma circular lo que permite a los espectadores una experiencia diferente porque no hay esta separación entre lo público y el escenario”.
A pesar los pocos recursos utilizados en la obra, como escenografía, vestuario u objetos de ambientación, Josué asegura que el dinamismo de la obra permite que el público se involucre en cada escena. Por ejemplo en la representación del Domingo de Ramos o la repartición de los panes, algunos asistentes han gritado, aplaudido o incluso han dicho algunos diálogos, debido a la atmósfera creada.
Además, asegura que es una obra donde abundan las emociones a flor de piel, pues se pasa de los aplausos y vitoreos, a la angustia y la tristeza.
“Me encantan algunas escenas donde hacemos llover o la repartición de pan, porque no tenemos utilería y aun así los efectos son muy buenos, logramos crear la escena sin objetos. Las personas se vuelven parte de la narrativa porque por ejemplo hay escenas con multitudes como la llegada a Jerusalén en el domingo de ramos, donde los actores gritan, vitorean, y el público se contagia de eso, algunos incluso se unen a estos gritos, se vuelven parte de esa multitud”.
Experimento Marcos se presentó por primera vez en Querétaro en el año 2017, realizándose en el Museo de la Ciudad y en el Jardín Guerrero.
Más sobre el proyecto
Fue creado hace 20 años por el pastor de origen inglés Andrew Page, para llevar experiencias religiosas a espacios públicos como universidades, museos, plazas y jardines.
Hace 12 años la obra se presentó por primera vez en América al realizarse en Chile y en 2016 Josué Gutiérrez la realizó por primera vez en México. Hasta ahora se han realizado 40 presentaciones de Experimento Marcos en todo el país; la Universidad Nacional Autónoma de México y el Tecnológico de Monterrey son algunos de los sitios donde se ha llevado a cabo.
