“Los cronopios son estos pequeños seres ficticios introducidos al mundo por obra de Julio Cortázar y que se caracterizan por su esencia juguetona, un poco suicida, pero sumamente optimistas, poco convencionales y que se avientan a la aventura sin importar cómo vaya a resultar. De cierta forma ellos [los cronopios] terminaron representando nuestra vocación y trabajo como instrumentistas”, señaló Juan José Barcenas, compositor y cofundador del ensamble queretano, Cronopio.
Los antecedentes de esta compañía de música contemporánea se remontan al año 2000, cuando Juan José era estudiante de composición. Él se encontraba atraído a la experimentación musical, los arreglos poco tradicionales y el ser uno con la música. Fue durante ese tiempo el que su vida se cruzó con la de Alejandro Huerta, percusionista y cofundador del ensamble.
“Es muy difícil acercarse a instrumentistas [para mí como compositor], pero hubo conexión inmediata con el maestro Huerta. Él fue de los primeros instrumentistas que le dieron vida a mi trabajo y a raíz de este acercamiento comenzó esta relación de amistad que se fue fomentando a la par de la interpretación. Hicimos nuestros primeros experimentos y por allá del 2004 fue que realizamos nuestro primer concierto del ensamble, cuando todavía lo integrábamos dos personas”, añadió.
Fue hasta el 2017 cuando se dio paso al nacimiento de Cronopio, un proyecto que relaciona e integra a diversos instrumentistas locales. Su éxito y trabajo duro los ha llevado a realizar diversas presentaciones en la Ciudad de México y a ser beneficiarios del Programa Ibermúsicas (programa de cooperación dedicado exclusivamente al sector iberoamericano).
Recientemente, el ensamble realizó un circuito de presentaciones en Europa del 15 al 25 de agosto. Su participación fue con el proyecto Ipanema, cuyo nombre hace referencia al barco de los exiliados españoles durante la época de la Guerra Civil que venía repleto de intelectuales y artistas, con destino a nuestro país. Es una iniciativa de la comunidad musical española que invita a ensambles mexicanos a participar. Es una forma de agradecimiento al pueblo mexicano por haber recibido a los exiliados españoles.
“Fue un proyecto muy bonito de integración, al hablar de los exilios también era recuperar un poco esa idea, porque dentro de la música, el género contemporáneo también es exiliada, nos autoexiliamos porque queremos ser los únicos, diferentes y especiales”, añadió el compositor.
Se definen como un ensamble itinerante que se integra principalmente por seis o siete músicos, explica Alejandro Huerta; sin embargo, han llegado a participar hasta 14 instrumentistas en escena. “No solo hemos trabajado con músicos, sino que también se ha colaborado con artistas visuales, bailarines, gente de teatro. Se han realizado una serie de cuentos tradicionales con música de Juanjo y hemos contado con la narración de una actriz que ha colaborado en más de una ocasión con nosotros”, dijo.
Musicalmente son camaleónicos. Pueden interpretar desde la pieza más tradicional de Beethoven hasta funk. No les gusta encasillarse en un solo estilo, ni en una sola estructura músical. Sobre todo, lo que más les mueve, es acercar a la gente con la música.
“Hace unos meses hicimos un proyecto muy hermoso en Galería Libertad en donde realizamos una partitura gigantesca de 25 metros. El proyecto se llamó ‘Modelo para armar’ y a medida que fuimos dando una serie de instrucciones, dejamos que niños y padres de familia fueran construyendo la partitura con nosotros. El resultado terminó en un video instalación donde se narraba todo el proceso y al final de la creación de la partitura, nosotros interpretamos la música para ellos, a la par que los integrábamos en la ejecución”, comentó Juan José.
Son fieles creyentes de que cualquier persona puede generar música, por lo que al acercar a las infancias con los instrumentos, al permitir que los conozcan, que los toquen a su propia manera, se disminuye una brecha entre el instrumento y el niño, y se fomenta su desarrollo cognitivo.
Debido a esta filosofía, los instrumentistas no se preocupan mucho en alcanzar una “popularidad”. Expresan ser conscientes de que no todo el público abraza el tipo de música experimental con la que ellos juegan; sin embargo, al encontrarse tan apasionados y entregados a su vocación musical, reconocen que la gente siempre termina regresando a sus presentaciones.
“La sinfonía de Beethoven tampoco fue tan bien recibida en su momento. La gente presentaba cierto rechazo, pero hoy en día la vemos como una de las piezas más importantes de la historia de la música. Para nosotros no es importante que la gente ame todo lo que interpretamos. Si de un set de seis canciones solo les gustó dos, para nosotros es más que suficiente. Es todo un proceso. Para nosotros resulta más importante el darles a conocer otro tipo de música, que reconozcan que existe, que se acostumbren y así eventualmente regresarán a nosotros”, comentó Alejandro.
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A largo plazo, los músicos aspiran a que el ensamble continúe creciendo y se mantenga vigente dentro de la ciudad. Próximamente realizarán una gira en Monterrey del 14 al 16 de noviembre en donde replicarán el programa musical que realizaron en España. Luego, el 4 de diciembre realizarán una presentación en el Museo de la Ciudad que tratará sobre los poemas de Jaime Sabines y el 9 de diciembre participarán en el Maratón de Música Contemporánea, iniciativa presentada por Ónix Ensamble, conocido grupo de músicos mexicanos dedicados a promover la música contemporánea latinoamericana e internacional.
Puedes encontrar a Cronopio Ensamble en Facebook y YouTube bajo ese mismo nombre.
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