En los últimos años la tecnología ha facilitado la generación de imágenes, convirtiendo esto en un lenguaje presente en la vida cotidiana y las redes sociales en primera instancia, ante lo cual la fotografía contemporánea busca distinguirse con una tarea más complicada: la generación de narrativas.
“El reto está en tener algo que decir”, afirman los fotógrafos Gerardo y Fernando Montiel Klint, quienes en el marco del primer Encuentro Fotográfico Querétaro (ENFOQUE) llegaron a la ciudad para presentar las exposiciones “Monstro” y “Sinapsis” en la Galería Libertad.
Encontrar la pulsión como creador, el no autocensurarse, hacer algo que provoque, tener algo que decir, son los retos a los que en la actualidad se enfrentan, “hay cosas que se vuelven un lenguaje que se va repitiendo, pero hacer algo que provoque o cambio en la manera de ver de lo que está aconteciendo a su alrededor es el reto”, dijo Fernando.
Monstruo
La nostalgia es descrita como un sentimiento de anhelo por un momento, situación o acontecimiento pasado. La nostalgia es referida comúnmente como un sentimiento que cualquier persona puede atravesar en cualquier etapa biológica y en “Monstruo” se convirtió en el tema central.
Esta exposición de Gerardo Montiel Klint, quien ha sido miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, surgió en a raíz de que junto a su hermano, Fernando, fueron invitados a exponer en el marco de la reinauguración de la Fototeca de Veracruz. “Me parecía interesante hacer un proyecto específico porque era la primera vez que expusimos juntos. Reflexioné y pensé que en Veracruz fue por donde entró la fotografía en México y también mi familia materna que venía de Alemania, España, etc”, explicó.
La idea de la nostalgia surgió a partir de “lo que hubo”, lo que se deja atrás para buscar nuevas oportunidades e ir a un nuevo horizonte. “No se trata de la migración, pero sí de ir soltando lo que tienes seguro”, resaltó.
Retratos psicológicos de personas cuyas familias llegaron a México por el puerto de Veracruz,
el mar y lo desconocido aparecen frente a la lente de Montiel Klint. La estructura ósea de lo que aparenta ser un monstruo es lo que le da nombre a la exposición “muchas veces vemos como el monstruo a aquellas cosas que desconocemos, le tememos a lo nuevo, pero en realidad esos monstruos los creamos y somos nosotros mismos en muchas ocasiones”, dijo.
No sólo la fotografía digital aparece en la sala donde expone su trabajo, el colodión, texto imagen y hasta la instalación de objetos simbólicos también toman un lugar en estas cuatro paredes de la Galería Libertad y le añaden el toque de nostalgia, de representar aquellos momentos o personas que vagamente recuerdas y que con el paso del tiempo se desvanecen; objetos en los que más allá de coleccionar lo que son, se convierten en la representación física de los recuerdos y momentos que se viven en un lugar.
La foto como la que vemos en redes sociales se está convirtiendo en un lenguaje, pero me interesa más cuando son un discurso.
Gerardo Montiel Klint / Fotógrafo y diseñador industrial.
Sinapsis
Con humor e ironía, Fernando, cuya obra forma parte de colecciones en China, Hungría, España, Francia y México, representa la sinapsis, el proceso del nacimiento y conexión de las ideas a través de una exposición foto y video gráfica que rompe con lo lineal y juega con las dimensiones en representación de las diferentes ventanas que se abren en las computadoras, al ser este mundo virtual una importante influencia en el trabajo de “Sinapsis”.
“El significado no sólo es una imagen, al estar dialogado con otras imágenes tiene diferentes significados. Hace mucho mi trabajo y proyectos eran más lineales, muchas historias dentro de una imagen, ahora cambio la forma, quería que no estuviera tan controlado. Me gusta que el espectador pueda hacer su reflexión”, explicó.
Hacer la connotación de las imágenes del internet también era uno de los objetivos del artista, en representación de los libros de sala que muestran el proceso que tuvieron los artistas plásticos. “De alguna forma es importante para el proyecto, tienen una tridimensional porque en alusión a las diferentes ventanas de la computadora, retenemos poco las imágenes que vemos internet”, resaltó.
Hacer algo que provoque o cambio en la manera de ver de lo que está aconteciendo a su alrededor es el reto.
Fernando Montiel Klint / Fotógrafo.
Fotografía efímera
Imágenes de atardeceres, mascotas, desayunos, entre muchas otras cosas se observan diariamente en las redes, “no dicen nada, no es un ensayo, algo con discurso. Creo que en este bombardeo de imágenes hay mucho, pero con las que te quedas son pocas porque no provocan nada”, refirió Fernando.
“La foto como la que vemos en redes sociales se está convirtiendo en un lenguaje, pero me interesa más cuando son un discurso. Es diferente saber hablar y otra persuadir, creo la imagen como un discurso, la imagen tiene un gran peso, pero también hay mucha paja”, refirió Gerardo quien apunta como algo arcaico que ante la inmediatez y las nuevas formas de hacer imágenes aún si emula una estética como la de hace 100 años, “Creo que el potencial está en que estamos en este cambio de siglo y hay un cambio de conciencia y lo importante aquí es que la imagen salga a la superficie. Lo importante es lo que hay abajo, la empatía”, sumó.
Sin embargo aplicaciones como Instagram, aseguraron, genera un fenómeno de especialización visual, “tienes el poder de decir a quien sigues o no. Nos volvemos curadores. A través de estas plataformas no estamos educando visualmente desde un lugar que pareciera ser entretenimiento, pero hay un equilibrio y empiezas a decantar tu visualidad“, dijo uno de los hermanos Montiel Klint.