Cuando Bernardo Fernández, BEF, se planteó crear una historia con un hada punk todavía nos encontrábamos en el confinamiento; por lo que su hija menor de 7 años no supo de su existencia hasta cuando él tuvo el producto terminado.
“Tengo dos hijas, una de ellas de 7 años. Para la mayor ya había hecho varios libros y cómics, entonces la chiquita me dijo ‘yo no tengo ninguno’. Así que yo ya tenía una historieta que había publicado hace 20 años, era una breve historia de una niña que estaba viendo la televisión y anuncian un servicio de deseos, ella lo contrata y le mandan un hada punk, que estaba basada en mi novia. Retomé esta historia, que originalmente era de 12 páginas y se convirtió en esta historieta de 96 páginas”, comentó para DIARIO DE QUERÉTARO.
El concepto ‘punk’ nace de su estilo personal y de su aborrecimiento hacia las historias tradicionales de Disney. “A mí me repatea Disney, las hadas de ellos siempre son como muy femeninas en el sentido tradicional, aquí [en su historieta] tengo un hada muy femenina pero que viene con un mohawk (corte de cabello que consiste rapar ambos lados de la cabeza dejando una franja de cabello central notablemente más largo), con medias de red y con un estilo punk.
Yo soy un papá punk, soy un viejito punk, así que me pregunté: ¿Cómo sería el cuento de hadas que yo, papá punk, le contaría a mi hija? Entonces eso es lo que es, un cuento con mucho sentido del humor, un humor medio ácido, transgresor y que cuestiona”, explicó BEF.
Además de querer separarse de los clichés esperados de los cuentos de hadas, el historietista buscó crear contenido que fuera realmente apto para las infancias: “Hubo dos cosas que hice intencionalmente para esta historia: uno, que no tuviera violencia. Estamos muy acostumbrados a mostrarles a los niños la violencia como algo divertido; y dos: no quise sexualizar a los personajes femeninos, sobre todo a la niña. Además [para esta historia] tuve que conectar con mi lado femenino, para poder hacer un dibujo mucho más delicado que el que hago normalmente”, agregó.
BEF describe sus trazos como más toscos, sus personajes tienen “ojotes” y parecen “de goma que rebotan”; por lo que la creación de Harlana, la pequeña niña que protagoniza la historia, requería de detalles más suaves, tiernos y divertidos.
Más allá de encontrar un reto al crear historias dirigidas para un público infantil, considera que la complejidad de los temas a tratar no deberían cambiar por las edades del público; sin embargo, desde su punto de vista, las historias para niños y jóvenes están más cargadas con la esperanza contrario al desencanto con la vida que puede notar en las novelas policiacas. “Como los personajes son jovencitos, tienen toda una vida para corregir las tonterías que hicieron durante la novela, a diferencia de los personajes de las historias de adultos. Más que un reto, lo veo como un privilegio el poder moverme entre un público y otro, también de la novela escrita a la gráfica”, puntualizó.
BEF empezó su trayectoria como dibujante profesional en El Universal en 1990, y en 2005 se convirtió en el primer ganador del Premio Nacional de Novela Negra “Una Vuelta de Tuerca” que otorga el Estado de Querétaro. Su amor por las caricaturas nace con Don Gato y su pandilla y La Pantera Rosa. Actualmente, se encuentra trabajando en un cómic de 240 páginas, aproximadamente, y que sólo contiene una frase textual al final.
“No sé [cuál vaya a ser la recepción], pero si sólo hiciera cosas que sé que seguro se van a vender mucho, sería un tramposo”, concluyó.
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BEF se presentó en Querétaro en el marco de la primera edición de la Feria Internacional del Libro y Medios Audiovisuales en Querétaro, la cual contó con más de 200 actividades culturales, 90 editoriales y 40 sellos independientes. La feria se celebró del 14 al 18 de junio en las instalaciones del Centro Educativo y Cultural del Estado de Querétaro “Manuel Gómez Morin”.
