Más de cien parejas formaron parte de la segunda edición de la coreografía monumental Mi tierra queretana, que se realizó ayer en la plazuela Mariano de las Casas, con Santa Rosa de Viterbo como telón de fondo.
Provenientes de San Luis Potosí, Guanajuato y Querétaro –de municipios como Corregidora, San Joaquín, Amealco y Peñamiller– bailarines de todas las edades se dieron cita desde muy temprano para ensayar en la misma sede lo que por tres meses prepararon en las instalaciones del Centro Educativo y Cultura Manuel Gómez Morín y en plataformas digitales; modalidad que este año sirvió a quienes no pudieron asistir presencialmente a las prácticas.
Como parte del código de vestimenta, la mayoría portó trajes de Tolimán y Pinal de Amoles además del ranchero; aunque también hubo quienes asistieron con el traje de conchero y de otros estados de la Región Huasteca.
Tras ensayar las secuencias bajo la coordinación del impulsor y director del proyecto, Oscar Omar Bárcenas Suárez, la gran fiesta comenzó al ritmo de los violines, las jaranas y la quinta huapanguera de los músicos participantes.
Beatriz Rojas y Eduardo Martínez, una pareja queretana de jubilados, formaron parte de la coreografía monumental. Ellos son integrantes del grupo de danza folclórica de Plan Vida Xochipilli y han participado en esta iniciativa desde su primera edición.
En entrevista con DIARIO DE QUERÉTARO celebraron la continuidad del proyecto, y que se haya realizado en el marco del nombramiento del huapango como Patrimonio Cultural Inmaterial e Intangible de Querétaro.
“Si dios nos da licencia seguiremos participando en esta convocatoria de la coreografía monumental (…) Estamos conscientes de los beneficios de bailar, tanto para fortalecer la parte emocional, física y, por qué no decirlo, espiritual; además de que seguimos viviendo este baile tradicional (…), el huapango es la esencia de nuestras raíces de la Huasteca, de la Sierra queretana”, aseveró Eduardo.
La pareja lamentó que la convocatoria haya sido menor este año, ya que en 2022 asistieron alrededor de 250 parejas, y este 2023 se esperaban 400. Así que invitaron a la población a sumarse a la próxima edición, ya que de su práctica dependerá que este patrimonio cultural se mantenga vivo.
En la coreografía monumental los participantes – tanto profesionales como aprendices–, bailaron El queretano y Mi tierra queretana; al término se abrió paso a la improvisación, lo que permitió que los más interesados del público se sumaran también a la fiesta siguiendo con atención los pies de los bailarines de a lado.
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En medio de la algarabía, Oscar Omar Bárcenas Suárez confirmó que sí habrá tercera edición y que tendrá una sede más grande pero igual de representativa que la plazuela Mariano de las Casas.
Además, aprovechó para hacer mención del Primer Concurso Nacional de Baile de Huapango Huasteco de Peñamiller. Se realizará el 28 y 29 de julio de este año, dijo, y los lineamientos ya están disponibles en la página oficial del Gobierno Municipal de dicha demarcación.