Ocho jóvenes se han apropiado de la dramaturgia de Bertolt Brecht para hablar de la justicia y la libertad. Ellos conforman a Resiliente Teatro, una compañía que nació hace cuatro años al interior del Centro de Internamiento y Ejecución de Medidas para Adolescentes (CIEMA), y que ahora busca que este espacio abra sus puertas al público como otro destino teatral en el estado.
Como un primer paso, y en el marco del Día Mundial del Teatro, ayer ofrecieron una función de La excepción y la regla en sus instalaciones; con la presencia de teatreros, investigadores, docentes y funcionarios como la titular de la Secretaría de Cultura del Estado, Marcela Herbert Pesquera, quien aplaudió la iniciativa de integrar la cartelera de esta agrupación al corredor teatral queretano.
Karla Feregrino, actriz e impulsora de Resiliente Teatro, compartió con DIARIO DE QUERÉTARO que solo falta generar algunos convenios entre la Autoridad de Ejecución de Medidas del Sistema Integral de Justicia Penal Para Adolescentes del Estado de Querétaro y La Gaviota Creación y Producción Artística A.C para que esto sea posible.
Afirmó que tanto la idea de la agrupación, como la posibilidad de que esta contara con su propio foro, fue inspirada en la compañía Teatro Penitenciario del Centro Varonil de Reinserción Social de Santa Martha Acatitla, en Ciudad de México.
“Ellos tienen una metodología que tiene que ver con la reinserción y la reintegración social de las personas que están privadas de la libertad, y fue así que empecé a investigar sobre el uso de las herramientas del teatro al interior de los centros de internamiento y penitenciarios”, señala.
Con más de doce años de trabajo, Teatro Penitenciario ahora es una compañía que trabaja también al exterior de Santa Martha Acatitla, en su propio foro.
Esta iniciativa también la contempla Karla a futuro, pues la idea, dice, es que los jóvenes no solo hagan catarsis en el escenario, sino que adquieran habilidades sociales que les permitan incluso trabajar en esta disciplina cuando salgan del CIEMA.
“La idea es que se conviertan en grandes seres humanos y tengan herramientas de comunicación, de expresión, de libertad creativa (…) Lo que busca la compañía es brindar herramientas para la reintegración de adolescentes en conflicto con la ley a través del teatro, para que al salir encuentren un espacio donde puedan seguir trabajando y sumar esfuerzos”, dijo.
Mientras esto sucede, el primer paso será integrarse al mapa teatral de Querétaro, “abrir un espacio de teatro donde la gente externa puedan venir a verlos; también estamos pensando generar un programa de prevención para escuelas y que puedan venir”, agrega Karla.
Sobre esta posibilidad, el director Autoridad de Ejecución de Medidas del Sistema Integral de Justicia Penal Para Adolescentes del Estado de Querétaro, Salvador Arvizu Galván, agregó que posiblemente el proyecto se materialice en tres meses luego de generar otras funciones piloto.
Compartió que la iniciativa se realizará de la mano de otras instituciones como la Secretaría de Cultura de Querétaro; razón por la cual invitaron a su titular a la primera presentación pública, “para que ella pudiera observar que estamos en condiciones de aperturar; la idea es generar un acuerdo con es institución para integrar en la cartelera del estado este enfoque de derechos”.
Detalló que incluso ya tienen contemplados varios espacios dentro del CIEMA donde podría quedar el foro definitivamente, lo que también definirán ya que estén establecidos los respectivos convenios.
Cómplices en el escenario
Los nervios llegaron cuando se anunció la primera llamada. Los jóvenes reían tras bambalinas para relajarse, y como todos los teatreros, inventaron sus propios rituales de salida: “El teatro nos hace libres”, escribió uno en una pancarta, que más tarde acomodó en la escenografía de la obra.
Los ojos de propios y extraños se abrieron de par en par cuando vieron a los jóvenes ser ellos, pero otros en escena.
“Nada debe parecer natural, nada debe parecer imposible cambiar”, citaron a Bertolt Brecht, y arrancaron con La excepción y la regla, en la que no solo cuestionaron qué es la justicia, sino también plantaron cara a los estigmas sociales que recaen sobre quienes se equivocan: “No juzgues a un libro por su portada”.
Desde enero comenzaron los ensayos para esta obra, pero algunos de los integrantes llevaban más tiempo preparándose para ese momento.
El protagonista, un joven de 19 años, compartió que se integró a la compañía hace dos años, y lo que pensó que nada más sería de un día por “puro relajo”, se ha convertido en una pasión que lo ha conectado con sus emociones.
Karla Feregrino detalla que las técnicas de teatro facilitan a los jóvenes aproximarse de otra forma a sus propias historias y contexto social, posibilitando que se replanteen su lugar en el mundo y las decisiones que han tomado. Se desahogan en el proceso, y aprenden que la capacidad para crear personajes y relatos en el escenario, pueden hacerlo también debajo de él.
Estos cambios en la relación que tienen consigo mismos y su entorno, y su nueva capacidad de enfrentar situaciones adversas, explican el nombre de esta compañía.
Resiliente Teatro ha participado en convocatorias abiertas y festivales de teatro, donde se han presentado de manera virtual, y sin revelar su identidad, a través de lecturas dramatizadas o máscaras.
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La agrupación fue acreedora del Apoyarte 2021, además participó en 2020 en el Mes de la juventud y en la cartelera de la Celebración del teatro impulsada por la Secretaría de Cultura de Querétaro.
Su primera obra original se titula La sonrisa del mar, y fue coescrita por los internos y por el dramaturgo Raúl Ángeles Flores durante los primeros meses de la contingencia sanitaria por Covid-19.
