/ domingo 21 de mayo de 2017

Juan Rulfo, figura indeleble a cien años de su nacimiento

Con sólo 325 páginas a Juan Rulfo dejó una marca imborrableen la literatura no sólo mexicana sino universal, con el libro decuentos El llano en llamas de 1953, compuesto por 17relatos y la novela Pedro Páramo, publicada en 1955.

En el marco del Centenario de su Natalicio, Juan NepomucenoCarlos Pérez Rulfo Vizcaíno (Jalisco, 16 de mayo, 1917 – Ciudadde México, 7 de enero, 1986) es reconocido como uno de los másgrandes narradores del mundo, cuya obra, poseedora de uninigualable estilo, deslumbró a importantes autores de la talla deJorge Luis Borges y Susan Sontag.

La poeta Dolores Castro aseguró que se trata de un autorsimplemente incomparable “porque es el mejor escritor de Méxicocreo yo, es un escritor que pudo, a través de los muertos, dar unpaisaje de lo que somos, de nuestras pasiones, de nuestro modo deser, del sueño, de la realidad, en fin. Creo que él es elescritor más capaz de pasar de la poesía a la narración, sinolvidar la poesía y dando una narración fantasmal, pero exacta,de toda la situación, sobre todo de las personas que viven en elcampo y que son pobres”.

Por su parte, el también poeta y filósofo Jaime Labastida,director de la Academia Mexicana de la Lengua, consideró que JuanRulfo es quien inaugura la narrativa moderna en México, ya que sibien hubo narradores de primer orden que situaron la prosa deficción al más alto nivel, como Alfonso Reyes, Martín LuisGuzmán y Rafael Muñoz, fue Rulfo quien recuperó en sus historiasel ambiente rural con un inigualable estilo.

“El estilo de Rulfo es tan personal, tan único, tan suyo, tanescueto, tan lleno de frases de una economía y de un rigor tanincreíbles, que inaugura por esa misma causa, la narrativamoderna. No hay descripción de paisaje aunque se sitúa en elJalisco rural y tengan por tema la Guerra Cristera y demás, perorecuerde usted cuando se le pregunta a un personaje: ¿quién esPedro Páramo?, la respuesta no es la descripción física delhombre ni qué es lo que hace, se dice: es un rencor vivo. Esecarácter económico de las frases de Rulfo es lo que le da todo susentido y su vigor y lo mantiene vivo el día de hoy”.

La poeta Elsa Cross, Premio Nacional de Artes y Literatura 2016,  consideró que “Juan Rulfo es una de las voces centrales dela literatura hispanoamericana. En su obra confluyen la fuerzapoética, el misterio y una tremenda intensidad que impregna a suspersonajes y sus tramas. Su obra es una lección permanente”.

INFLUENCIA EN ELMUNDO

Se dice que Juan Rulfo es el escritor mexicano más leído yestudiado en el país y en el extranjero, ya que tan sóloPedro Páramo, que el autor escribió en cuatro meses, hasido traducido a casi 30 idiomas y recientemente estará disponibleen náhuatl.

Cuando el escritor mexicano de origen español Tomás Segoviafue galardonado en 2005 con el XV Premio de LiteraturaLatinoamericana y del Caribe, que se entregaba en la FeriaInternacional del Libro de Guadalajara con el nombre de Juan Rulfo,señaló que este es uno de los novelistas y cuentistas másgrandes del mundo.

Deslumbrado con su prosa, dijo, es un autor muy peculiar,“creo que es el tipo de escritor que tiene el puro don, es decir,es un escritor misterioso, nadie sabe por qué Rulfo tenía esetalento, porque en otros escritores uno puede rastrear el trabajo,la cultura, las influencias, incluso la biografía, pero Rulfo esun puro milagro”.

Para el poeta jalisciense Hugo Gutiérrez Vega, fallecido en2015, “la obra de Juan Rulfo está por encima de la importancia,está en el terreno de los prodigios y de la pericia literaria,está hecha de murmullos, de silencios y de palabras, de losmuertos que se quedaron pegados en los muros ruinosos”.

Justamente, el mismo Rulfo señalaba en una entrevista realizadaen 1973 que la escritura de Pedro Páramo fue unabúsqueda de estilo. “Tenía yo los personajes y el ambiente.Estaba familiarizado con esa región del país, donde había pasadola infancia, y tenía muy ahondadas esas situaciones. Pero noencontraba un modo de expresarlas. Entonces simplemente lo intentéhacer con el lenguaje que yo había oído de mi gente, de la gentede mi pueblo (…) Entonces el sistema aplicado finalmente, primeroen los cuentos, después en la novela, fue utilizar el lenguaje delpueblo, el lenguaje hablado que yo había oído de mis mayores, yque sigue vivo hasta hoy”.

El autor reconocía que se trata de una novela oscura donde elpersonaje central no es Pedro Páramo, sino el pueblo que es “unpueblo muerto donde no viven más que ánimas, donde todos lospersonajes están muertos, y aun quien narra está muerto. Entoncesno hay un límite entre el espacio y el tiempo. Los muertos notienen tiempo ni espacio. No se mueven en el tiempo ni en elespacio. Entonces así como aparecen, se desvanecen. Y dentro deeste confuso mundo, se supone que los únicos que regresan a latierra (es una creencia muy popular) son las ánimas, las ánimasde aquéllos muertos que murieron en pecado. Y como era un puebloen que casi todos morían en pecado, pues regresaban en su mayorparte. Habitaban nuevamente el pueblo, pero eran ánimas, no eranseres vivos”.

Y como la gente se muere donde quiera, Juan Rulfo reconocía quePedro Páramo pasó de una novela mexicana, a seruniversal, pues “los problemas humanos son iguales en todaspartes. No son temas nuevos el amor, la muerte, la injusticia, elsufrimiento, que están sugeridos en Pedro Páramo. Me handicho que es ‘una novela de amor a los desamparados’. Yo nosé. Yo narro la búsqueda de un padre, como una esperanza. Comoquien busca su infancia y trata de recuperar sus mejores días, yen esa búsqueda no encuentra sino decepción y desengaño. Y alfinal se derrumba su esperanza ‘como un montón depiedras?’".

Este libro fue ampliamente celebrado por escritores como JorgeLuis Borges, quien consideró que “Pedro Páramo es unade las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, yaun de toda la literatura”, mientras que para Susan Sontag “lanovela de Rulfo no es sólo una de las obras maestras de laliteratura mundial del siglo XX, sino uno de los libros másinfluyentes de este mismo siglo”.

Elena Poniatowska recordaba que Pedro Páramo en uninicio se llamaba Los murmullos, “porque eso es lo quese oye en toda la novela, un rumor de ánimas en pena que vagan porlas calles del pueblo abandonado. Rulfo se parece a esos hombrestemerarios que aceptan la cita del fantasma y se ponen a hablar conél a medianoche”.

En Pedro Páramo, comentó Dolores Castro, el autor“resume todo lo soñado con la realidad y presenta a muertos queviven esa realidad como si al revivir, pero en otra mirada, fuerancapaces de apreciar mejor esa realidad”.

Pero en la obra de Rulfo también está El llano enllamas que, para esta poeta, está integrado por cuentos queson geniales. “Recuerdo a Efrén Hernández opinando sobre Rulfoy sí, también él consideraba que era uno de los mejoresnarradores de México y conste que Efrén Hernández era muy buencuentista”.

El escritor Evodio Escalante ha señalado que a Rulfo “lopueden leer los campesinos y los habitantes de la ciudad, yo creoque es uno de los autores nacionales con mayor penetración entodas las capas sociales, incluso en el campo, a mí me ha tocadover a campesinos que tienen El llano en llamas, porque seidentifican con el mundo que construye Rulfo, pues es el mundo delos campesinos, de la época de la Revolución y también denuestra época, porque las cosas no han cambiado mucho”.

LOS CUENTOS SONINSUSTITUIBLES

Si bien Pedro Páramo, dijo Jaime Labastida, es unaobra maestra, “algunos cuentos de El llano en llamas soninsustituibles, son maravillosos: Diles que no me maten,Luvina, Anacleto Morones, Talpa, son cuentosextraordinarios”.

El director de la Academia Mexicana de la Lengua destacó quetanto Pedro Páramo como El llano en llamas sonverdaderas joyas literarias. En Luvina, de este últimovolumen, “hablan el esposo y la esposa: ‘¿oyes? / ¿qué? /eso / qué / el silencio’. Qué diálogo, no se describe aLuvina, es lo que les imprime a los personajes como sentimiento,como sensación y eso es lo importante, ahí está el nodo de lavigencia de la obra de Rulfo a mi juicio”.

Además, agregó el filósofo, Rulfo deja todo como sugerencia,la suya es una obra “de enorme cantidad de literatura virtual. Loque hace Rulfo es plantear a los personajes en un ambientesórdido, lleno de problemas, angustioso, pero no lo dice, es decirse desprende de la narrativa misma sin ninguna descripción”.

Comparado con Marcel Proust que es de una exuberancia y unaenorme cantidad de detalles y delicadezas, Jaime Labastida apuntóque Rulfo es “escueto, son rasgos fundamentales, rasgos básicosde los personajes, está ahí también presente en un fondo deangustia personal enorme, el asesinato del padre y la orfandad deRulfo, pues se refleja en esos hombres que quieren vengar siemprela muerte del padre”.

UNA VIDA DELITERATURA

Juan Rulfo fue el tercero de cinco hermanos de una familiaacomodada. Ingresó en la escuela primaria en 1924, el mismo añoen que su padre falleció y siete años después falleció sumadre. Quedó bajo la custodia de su abuela, posteriormente entróa un internado en Guadalajara.

Una huelga de la Universidad de Guadalajara le impidióinscribirse en ella y en 1934 se mudó a la Ciudad de México. Afinales de esa década se inició como escritor y fotógrafo, y apartir de 1945 comenzó a publicar sus cuentos en dos revistas:América, de la capital, y Pan, de Guadalajara,mientras que sus imágenes aparecieron por primera vez, también enAmérica, en 1949.

Fue en 1946 cuando comenzó a trabajar para una empresa deneumáticos como agente viajero y dos años después, contrajomatrimonio con Clara Aparicio con quien tuvo cuatro hijos.

En 1952 y 1953 obtuvo dos becas del Centro Mexicano deEscritores, lo que le permitió publicar en 1953 El Llano enllamas, donde reúne cuentos ya publicados enAmérica e incorpora otros inéditos y, en 1955 salió ala luz Pedro Páramo, novela de la que publicó tresadelantos en 1954, en las revistas Las letras patrias,Universidad de México y Dintel.

En 1958 terminó de escribir su segunda novela, El gallo deoro, que no se publicó hasta 1980. En 2010 apareció laedición definitiva de esta obra, después de una revisióncuidadosa del original que permitió eliminar errores einconsistencias de la versión previamente conocida.

A partir de la publicación de los dos primeros títulos elprestigio literario de Rulfo se incrementó de manera constante,hasta convertirse en el escritor mexicano más reconocido enMéxico y el extranjero. Entre sus admiradores se encuentranescritores de la talla de Mario Benedetti, José María Arguedas,Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez,Günter Grass, Susan Sontag, Elias Canetti, Tahar Ben Jelloun, UrsWidmer, Gao Xingjian y Kenzaburo Oe, entre muchos otros.

Juan  Rulfo se hizo acreedor a diversos reconocimientos como elPremio Xavier Villaurrutia en 1956 por Pedro Páramo,mientras que en 1970 ganó el Premio Nacional de Literatura.Posteriormente, en 1976, fue elegido miembro de la AcademiaMexicana de la Lengua, pero tomó posesión en 1980 y ganó elPremio Príncipe de Asturias de España, en 1983.

El autor escribió asimismo guiones para cine. En 1960 serealizó la película El despojo, basada en una idea deRulfo, mientras que en 1964 se llevó a la pantalla grande Elgallo de oro, dirigida por Roberto Gavaldón, con adaptaciónde Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. La cinta Elrincón de las vírgenes, dirigida por Alberto Isaac en 1972,es una adaptación de dos cuentos incluidos en El llano enllamas.

Las dos últimas décadas de su vida, Rulfo las dedicó a sutrabajo en el Instituto Nacional Indigenista de México, donde seencargó de la edición de una de las colecciones más importantesde antropología contemporánea y antigua de México.

Con sólo 325 páginas a Juan Rulfo dejó una marca imborrableen la literatura no sólo mexicana sino universal, con el libro decuentos El llano en llamas de 1953, compuesto por 17relatos y la novela Pedro Páramo, publicada en 1955.

En el marco del Centenario de su Natalicio, Juan NepomucenoCarlos Pérez Rulfo Vizcaíno (Jalisco, 16 de mayo, 1917 – Ciudadde México, 7 de enero, 1986) es reconocido como uno de los másgrandes narradores del mundo, cuya obra, poseedora de uninigualable estilo, deslumbró a importantes autores de la talla deJorge Luis Borges y Susan Sontag.

La poeta Dolores Castro aseguró que se trata de un autorsimplemente incomparable “porque es el mejor escritor de Méxicocreo yo, es un escritor que pudo, a través de los muertos, dar unpaisaje de lo que somos, de nuestras pasiones, de nuestro modo deser, del sueño, de la realidad, en fin. Creo que él es elescritor más capaz de pasar de la poesía a la narración, sinolvidar la poesía y dando una narración fantasmal, pero exacta,de toda la situación, sobre todo de las personas que viven en elcampo y que son pobres”.

Por su parte, el también poeta y filósofo Jaime Labastida,director de la Academia Mexicana de la Lengua, consideró que JuanRulfo es quien inaugura la narrativa moderna en México, ya que sibien hubo narradores de primer orden que situaron la prosa deficción al más alto nivel, como Alfonso Reyes, Martín LuisGuzmán y Rafael Muñoz, fue Rulfo quien recuperó en sus historiasel ambiente rural con un inigualable estilo.

“El estilo de Rulfo es tan personal, tan único, tan suyo, tanescueto, tan lleno de frases de una economía y de un rigor tanincreíbles, que inaugura por esa misma causa, la narrativamoderna. No hay descripción de paisaje aunque se sitúa en elJalisco rural y tengan por tema la Guerra Cristera y demás, perorecuerde usted cuando se le pregunta a un personaje: ¿quién esPedro Páramo?, la respuesta no es la descripción física delhombre ni qué es lo que hace, se dice: es un rencor vivo. Esecarácter económico de las frases de Rulfo es lo que le da todo susentido y su vigor y lo mantiene vivo el día de hoy”.

La poeta Elsa Cross, Premio Nacional de Artes y Literatura 2016,  consideró que “Juan Rulfo es una de las voces centrales dela literatura hispanoamericana. En su obra confluyen la fuerzapoética, el misterio y una tremenda intensidad que impregna a suspersonajes y sus tramas. Su obra es una lección permanente”.

INFLUENCIA EN ELMUNDO

Se dice que Juan Rulfo es el escritor mexicano más leído yestudiado en el país y en el extranjero, ya que tan sóloPedro Páramo, que el autor escribió en cuatro meses, hasido traducido a casi 30 idiomas y recientemente estará disponibleen náhuatl.

Cuando el escritor mexicano de origen español Tomás Segoviafue galardonado en 2005 con el XV Premio de LiteraturaLatinoamericana y del Caribe, que se entregaba en la FeriaInternacional del Libro de Guadalajara con el nombre de Juan Rulfo,señaló que este es uno de los novelistas y cuentistas másgrandes del mundo.

Deslumbrado con su prosa, dijo, es un autor muy peculiar,“creo que es el tipo de escritor que tiene el puro don, es decir,es un escritor misterioso, nadie sabe por qué Rulfo tenía esetalento, porque en otros escritores uno puede rastrear el trabajo,la cultura, las influencias, incluso la biografía, pero Rulfo esun puro milagro”.

Para el poeta jalisciense Hugo Gutiérrez Vega, fallecido en2015, “la obra de Juan Rulfo está por encima de la importancia,está en el terreno de los prodigios y de la pericia literaria,está hecha de murmullos, de silencios y de palabras, de losmuertos que se quedaron pegados en los muros ruinosos”.

Justamente, el mismo Rulfo señalaba en una entrevista realizadaen 1973 que la escritura de Pedro Páramo fue unabúsqueda de estilo. “Tenía yo los personajes y el ambiente.Estaba familiarizado con esa región del país, donde había pasadola infancia, y tenía muy ahondadas esas situaciones. Pero noencontraba un modo de expresarlas. Entonces simplemente lo intentéhacer con el lenguaje que yo había oído de mi gente, de la gentede mi pueblo (…) Entonces el sistema aplicado finalmente, primeroen los cuentos, después en la novela, fue utilizar el lenguaje delpueblo, el lenguaje hablado que yo había oído de mis mayores, yque sigue vivo hasta hoy”.

El autor reconocía que se trata de una novela oscura donde elpersonaje central no es Pedro Páramo, sino el pueblo que es “unpueblo muerto donde no viven más que ánimas, donde todos lospersonajes están muertos, y aun quien narra está muerto. Entoncesno hay un límite entre el espacio y el tiempo. Los muertos notienen tiempo ni espacio. No se mueven en el tiempo ni en elespacio. Entonces así como aparecen, se desvanecen. Y dentro deeste confuso mundo, se supone que los únicos que regresan a latierra (es una creencia muy popular) son las ánimas, las ánimasde aquéllos muertos que murieron en pecado. Y como era un puebloen que casi todos morían en pecado, pues regresaban en su mayorparte. Habitaban nuevamente el pueblo, pero eran ánimas, no eranseres vivos”.

Y como la gente se muere donde quiera, Juan Rulfo reconocía quePedro Páramo pasó de una novela mexicana, a seruniversal, pues “los problemas humanos son iguales en todaspartes. No son temas nuevos el amor, la muerte, la injusticia, elsufrimiento, que están sugeridos en Pedro Páramo. Me handicho que es ‘una novela de amor a los desamparados’. Yo nosé. Yo narro la búsqueda de un padre, como una esperanza. Comoquien busca su infancia y trata de recuperar sus mejores días, yen esa búsqueda no encuentra sino decepción y desengaño. Y alfinal se derrumba su esperanza ‘como un montón depiedras?’".

Este libro fue ampliamente celebrado por escritores como JorgeLuis Borges, quien consideró que “Pedro Páramo es unade las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, yaun de toda la literatura”, mientras que para Susan Sontag “lanovela de Rulfo no es sólo una de las obras maestras de laliteratura mundial del siglo XX, sino uno de los libros másinfluyentes de este mismo siglo”.

Elena Poniatowska recordaba que Pedro Páramo en uninicio se llamaba Los murmullos, “porque eso es lo quese oye en toda la novela, un rumor de ánimas en pena que vagan porlas calles del pueblo abandonado. Rulfo se parece a esos hombrestemerarios que aceptan la cita del fantasma y se ponen a hablar conél a medianoche”.

En Pedro Páramo, comentó Dolores Castro, el autor“resume todo lo soñado con la realidad y presenta a muertos queviven esa realidad como si al revivir, pero en otra mirada, fuerancapaces de apreciar mejor esa realidad”.

Pero en la obra de Rulfo también está El llano enllamas que, para esta poeta, está integrado por cuentos queson geniales. “Recuerdo a Efrén Hernández opinando sobre Rulfoy sí, también él consideraba que era uno de los mejoresnarradores de México y conste que Efrén Hernández era muy buencuentista”.

El escritor Evodio Escalante ha señalado que a Rulfo “lopueden leer los campesinos y los habitantes de la ciudad, yo creoque es uno de los autores nacionales con mayor penetración entodas las capas sociales, incluso en el campo, a mí me ha tocadover a campesinos que tienen El llano en llamas, porque seidentifican con el mundo que construye Rulfo, pues es el mundo delos campesinos, de la época de la Revolución y también denuestra época, porque las cosas no han cambiado mucho”.

LOS CUENTOS SONINSUSTITUIBLES

Si bien Pedro Páramo, dijo Jaime Labastida, es unaobra maestra, “algunos cuentos de El llano en llamas soninsustituibles, son maravillosos: Diles que no me maten,Luvina, Anacleto Morones, Talpa, son cuentosextraordinarios”.

El director de la Academia Mexicana de la Lengua destacó quetanto Pedro Páramo como El llano en llamas sonverdaderas joyas literarias. En Luvina, de este últimovolumen, “hablan el esposo y la esposa: ‘¿oyes? / ¿qué? /eso / qué / el silencio’. Qué diálogo, no se describe aLuvina, es lo que les imprime a los personajes como sentimiento,como sensación y eso es lo importante, ahí está el nodo de lavigencia de la obra de Rulfo a mi juicio”.

Además, agregó el filósofo, Rulfo deja todo como sugerencia,la suya es una obra “de enorme cantidad de literatura virtual. Loque hace Rulfo es plantear a los personajes en un ambientesórdido, lleno de problemas, angustioso, pero no lo dice, es decirse desprende de la narrativa misma sin ninguna descripción”.

Comparado con Marcel Proust que es de una exuberancia y unaenorme cantidad de detalles y delicadezas, Jaime Labastida apuntóque Rulfo es “escueto, son rasgos fundamentales, rasgos básicosde los personajes, está ahí también presente en un fondo deangustia personal enorme, el asesinato del padre y la orfandad deRulfo, pues se refleja en esos hombres que quieren vengar siemprela muerte del padre”.

UNA VIDA DELITERATURA

Juan Rulfo fue el tercero de cinco hermanos de una familiaacomodada. Ingresó en la escuela primaria en 1924, el mismo añoen que su padre falleció y siete años después falleció sumadre. Quedó bajo la custodia de su abuela, posteriormente entróa un internado en Guadalajara.

Una huelga de la Universidad de Guadalajara le impidióinscribirse en ella y en 1934 se mudó a la Ciudad de México. Afinales de esa década se inició como escritor y fotógrafo, y apartir de 1945 comenzó a publicar sus cuentos en dos revistas:América, de la capital, y Pan, de Guadalajara,mientras que sus imágenes aparecieron por primera vez, también enAmérica, en 1949.

Fue en 1946 cuando comenzó a trabajar para una empresa deneumáticos como agente viajero y dos años después, contrajomatrimonio con Clara Aparicio con quien tuvo cuatro hijos.

En 1952 y 1953 obtuvo dos becas del Centro Mexicano deEscritores, lo que le permitió publicar en 1953 El Llano enllamas, donde reúne cuentos ya publicados enAmérica e incorpora otros inéditos y, en 1955 salió ala luz Pedro Páramo, novela de la que publicó tresadelantos en 1954, en las revistas Las letras patrias,Universidad de México y Dintel.

En 1958 terminó de escribir su segunda novela, El gallo deoro, que no se publicó hasta 1980. En 2010 apareció laedición definitiva de esta obra, después de una revisióncuidadosa del original que permitió eliminar errores einconsistencias de la versión previamente conocida.

A partir de la publicación de los dos primeros títulos elprestigio literario de Rulfo se incrementó de manera constante,hasta convertirse en el escritor mexicano más reconocido enMéxico y el extranjero. Entre sus admiradores se encuentranescritores de la talla de Mario Benedetti, José María Arguedas,Carlos Fuentes, Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez,Günter Grass, Susan Sontag, Elias Canetti, Tahar Ben Jelloun, UrsWidmer, Gao Xingjian y Kenzaburo Oe, entre muchos otros.

Juan  Rulfo se hizo acreedor a diversos reconocimientos como elPremio Xavier Villaurrutia en 1956 por Pedro Páramo,mientras que en 1970 ganó el Premio Nacional de Literatura.Posteriormente, en 1976, fue elegido miembro de la AcademiaMexicana de la Lengua, pero tomó posesión en 1980 y ganó elPremio Príncipe de Asturias de España, en 1983.

El autor escribió asimismo guiones para cine. En 1960 serealizó la película El despojo, basada en una idea deRulfo, mientras que en 1964 se llevó a la pantalla grande Elgallo de oro, dirigida por Roberto Gavaldón, con adaptaciónde Carlos Fuentes y Gabriel García Márquez. La cinta Elrincón de las vírgenes, dirigida por Alberto Isaac en 1972,es una adaptación de dos cuentos incluidos en El llano enllamas.

Las dos últimas décadas de su vida, Rulfo las dedicó a sutrabajo en el Instituto Nacional Indigenista de México, donde seencargó de la edición de una de las colecciones más importantesde antropología contemporánea y antigua de México.

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