Por Guadalupe Zárate Miguel*
La lucha por un museo
El año de 1928 el ex convento de San Francisco fue entregadopor la Secretaría de Hacienda y Crédito Público al gobiernoestatal, siendo el gobernador Abraham Araujo. El edificio fuesolicitado para establecer el Museo de Arte Religioso y Colonial yla Escuela de Artes y Oficios. Si bien estos proyectos no pudieronrealizarse plenamente, sí se logró el préstamo del edificio y,según se menciona, se contaba con una colección de obras de arteque muy probablemente eran las que don Germán Patiño habíaretirado tiempo atrás de los templos queretanos.
Los proyectos de museo y escuela no cuajaron, y en cambio elgobierno estatal alquiló el edificio para comercio y bodegas.Aunque su uso comercial se había iniciado desde tiempo atrás, elgobierno estatal no cumplió su compromiso de convertirlo en museo.No se le dio mantenimiento y consecuentemente se deteriorarongravemente sus techos y drenajes.
En marzo de 1930 el inspector de Bienes Nacionales de Celayaremitió un informe a la Secretaría de Hacienda y CréditoPúblico respecto al rumor que circulaba en Querétaro acerca deque el gobierno estatal planeaba arrendar San Francisco, edificiopropiedad de la nación, a una sola persona. Manifestó que setrataba de uno de los conventos más valiosos de la ciudad y sequejó de que en lugar de un museo se permitiera la instalación decantinas, billares, fritanguerías y otros comercios. Pensaba quela falta de turismo se debía a que los gobernantes no se habíaninteresado por hacerle buena propaganda. Sugería que no siendo elsujeto para el que fue destinado el aprovechamiento que piensadársele, se ordene desde luego su devolución a la Oficina Federalde Hacienda. El edificio retornó a la federación, pero losproyectos de convertirlo el museo todavía tardaron. Varios fueronlos motivos del retraso, uno de ellos vinculado a los cambios enlas políticas culturales dictadas en el ámbito federal. El 30 deenero de 1930 se promulgó una nueva ley para la protección delpatrimonio, que entre otras disposiciones determino la creacióndel Departamento de Monumentos Artísticos, Arqueológicos eHistóricos de la Secretaría de Educación Pública. Se planteabaintegrar también un departamento de museos que comenzaría afuncionar en 1931, pero este proyecto no llegó a realizarse locual afectó la puesta en marcha del museo queretano que impulsabadon Germán Patiño.
Debido a que la custodia del edificio había estado en manos delclero, la federación y el gobierno estatal, se producíanocasionales confusiones. En 1931 hubo reclamo del municipio por laposesión de San Francisco. Ante la confusión, el jefe de laoficina local de Hacienda consultó a don Germán Patiño, quien lerespondió: Como todos los exconventos de nuestro país, pertenecea los bienes nacionales, por consiguiente, es propiedad federal.Decía que el hecho de que el municipio realizara obras demejoramiento de unas atarjea no implicaba que San Francisco dejarade ser propiedad federal; recomendaba, además, no resarcir gastosal municipio debido a que éste también se había beneficiado dela obra.
La Secretaría de Hacienda, en colaboración con el gobiernoestatal emprendió la reconstrucción del templo y convento de SanFrancisco. El templo se conservaría abierto al culto, en tanto queel ex convento se convertiría en museo. Las obras en el templo seiniciaron formalmente el 12 de marzo de 1931, con una ceremonia enla que se colocó la primera piedra del crucero. Germán Patiño,en ese entonces inspector honorario de monumentos, fue comisionadopara vigilar los trabajos, y con planos en mano siguió el procesode reconstrucción del crucero del templo, de las escaleras delcoro, y de un lugar que serviría como vivienda del encargado.Gracias a estas obras el callejón que imprudentemente había sidoabierto entre el templo y el claustro, fue cerradodefinitivamente.
Por lo que se aprecia en los documentos, las reparaciones fueronmuy accidentadas, tardaron varios años y no siempre con laparticipación del gobierno estatal. Debido a que las obras derestauración se realizaron durante el políticamente conflictivoperíodo de gobierno de Saturnino Osornio, muchos problemasafectaron su buena marcha. Jorge Enciso, personaje que se ocupadade llevar a cabo acciones de protección, conservación y difusióndel patrimonio artístico histórico de toda la nación, estuvo enQuerétaro con Germán Patiño a mediados del año de 1932 con elpropósito de continuar las tareas pendientes a la protección delpatrimonio queretano. Quizá como resultado de esa visita el 30 deoctubre de 1932 se le entregó formalmente a la oficina federal deHacienda el edificio del convento de San Francisco, y según semenciona, con todo el acervo del museo que se había logradoformar. Pero no se dice de qué museo se trataba, desde cuándoexistía, ni qué colecciones tenía.
El 3 de diciembre de 1934 las autoridades federales le pidierona Germán Patiño apresurar las obras que se realizaban en el PíoMariano (exconvento de San Francisco) y le rogaron estar alpendiente para evitar atropellos. Tal prisa se debía a que seesperaba la visita de algunos mandatarios. Desde entonces la vidadel edificio transcurrió al lado de los políticos, sirviendo comoescenario para sus reuniones y como muestra de la cultura nacionalante invitados extranjeros.
Para realizar su proyecto de restauración y reparación delexconvento, don Germán había recurrido a su amigo el ingenieroqueretano Ignacio Figueroa, director de Bienes Nacionales en laciudad de México. El encargado de realizar la restauración fue elingeniero Enrique Cervantes, quien profesaba gran admiración a laciudad capital queretana, y como muestra de ello donó al museo uncristo de caña de Michoacán y realizó un álbum defotografías.
En esta ocasión las obras duraron seis meses y buena parte delos trabajos tendió a recuperar el aspecto que tenía el exconvento de San Francisco antes de 1885 cuando los frailesfranciscanos lo reformaron para adaptarlo como colegio PíoMariano. Se descubrieron las arcadas del segundo piso y serestauraron las columnas, se renovaron los resanados y serepusieron las puertas, así como el barandal de la plantaalta.
En ese entonces la parte correspondiente al segundo patio, hoyconocido como patio de los naranjos, se hallaba muy deteriorada:formaba parte de una vecindad habitada por locatarios del vecinomercado Escobedo y también funcionaba como bodega, Estaba sucia yen estado ruinoso. La dirección de Bienes Nacionales cediótambién este segundo patio al proyectado museo, en tanto que lasaccesorias comerciales que daban hacia las calles de Corregidora yLibertad mantuvieron su uso bajo la administración de la OficinaFederal de Hacienda.
Germán Patiño y Heraclio Cabrera escribieron en marzo de 1936al secretario de Educación Pública. Se presentaron ellos mismoscomo amantes del arte e interesados en el mejoramiento del pueblo.Expusieron que en 1934 la Secretaría de Hacienda autorizó unpresupuesto de $30,00 para obras destinadas a la instalación delMuseo Regional de Querétaro. En ese año sólo pudieron ejercerse24,000; los $6000 restantes no se ejercieron debido a que terminóel año y tuvieron que regresarlos. Al año siguiente dichasecretaría ya no autorizó la revalidación del dinero, de ahíque se dirigieron a él para solicitar su apoyo en la conclusiónde las obras ya que desde el mes de octubre de 1935 el exconventopasó a depender de la Secretaría de Educación Pública.Manifestaron que había urgencia de continuar debido al mal estadodel edificio, informaron estar dispuestos a prestar su ayuda parareanudar las obras cuanto antes. Las obras de mejoramiento delexconvento continuaron. Uno de los responsables fue el arquitectoAlfredo F. Bishop, quien le pidió al ingeniero Antonio Mariné quehiciera los trámites oficiales correspondiente a Miguel Patiño,inspector de monumentos a fin de que se autorizaran las obras derestauración en San Francisco.
El 28 de febrero de 1935 la dirección de Bienes Nacionalessuprimía la partida presupuestaria correspondiente al museoreligioso –institución que, siguiendo los documentos, puedeestablecerse que tenía por lo menos un año de estar funcionandocon don Germán Patiño como encargado-. Se le ordenó hacer laentrega por riguroso inventario a la Oficina Federal de Hacienda,lo cual hizo.
Por fortuna la disposición no tenía la finalidad de liquidaral museo, si no de entregarlo formalmente, ya que el 22 de agostode 1935 se dio aviso de que pasaría a manos de la Secretaria deEducación Pública dependencia encargada de este rubro. Lasinstalaciones entregadas incluían el patio principal y el segundopatio.
Por otra parte, el ex convento de San Francisco fue declaradooficialmente monumento colonial el 16 de noviembre de 1935, razónpor la cual habría de gozar –al igual que otras construccionesqueretanas- de toda la protección de las leyes federales en lamateria asegurarían su conservación y buen uso.
Más tarde don Germán complementó la obra de restauración deledificio y de rescate de monumentos al recuperar una fuente quehallaba en peligro de ser destruida o vendida debido a que lacalzada de Belén (hoy Ezequiel Montes, lugar donde se encontraba)iba a ser modificada.
Ya en manos de la SEP se dieron pasos firmes para el inicio delas actividades del museo; entre ellas destaca el aumento de suscolecciones gracias al interés del gobernador Ramón RodríguezFamiliar, quien el 25 de enero de 1936 dispuso que:
El Ejecutivo a mi cargo, en uso de sus facultades, ha tenido abien disponer que serán entregados los objetos, muebles, etc.pertenecientes al Museo del Estado, al C. J. Germán Patiño, porriguroso inventario, con el fin de que pase al edificio del Museode Arte Colonial, cuyo personal se encargará de atenderlo.
Se trataba de los bienes propiedad del desaparecido MuseoPatrio. La entrega se hizo mediante riguroso inventario, con fecha5 de febrero, incluyendo 67 objetos, casi todos referidos a lalucha entre los republicanos y el ejército imperial deMaximiliano. Se hallaban entre ellos, por ejemplo, una banderarepublicana, 16 retratos de personajes del imperio y republicanos einsurgentes, medallas de exposiciones extranjeras, el ataúd dondese trasladó a Maximiliano, y un álbum de visitantes de 1892. Conesta entrega se fundieron la historia del primer museo queretano ydel actual Museo Regional.
Se oficializa un museo y su director
Jorge Enciso, entonces subjefe de Monumentos Coloniales de laRepública, dio en febrero de 1936 a Patiño informes acerca delmuseo que había pasado a ser responsabilidad de esa dependencia afin de asegurar en la mejor forma posible la continuación de susservicios y de su valiosa ayuda para el desarrollo del próximoprograma asignado a la nueva institución.
El 16 de mayo de 1936 Germán Patiño asumió por finformalmente las funciones del trabajador del museo; se le nombróetnólogo subauxiliar, con un sueldo de $152 mensuales.
Las instalaciones aún eran muy precarias, no todas ellascontaban con alumbrado eléctrico, por lo que algunas actividadessolo se realizaban en las horas en que había iluminación natural.Pero aún habría que superar otro trámite: en el mes de julio,Enciso le comunicaba a Patiño, como encargado del Museo Colonialde San Francisco que la SEP, se dispuso a recoger el museo delexconvento de San Francisco de Querétaro a la mayor brevedadposible previo inventario. La entrega del edificio y de los objetosdel museo se llevó acabo el 6 de noviembre de 1936. Se ha dado porconsiderar que esta es la fecha de la fundación oficial del MuseoRegional.
Todo este ir y venir de papeles durante un poco más de 20años, la intervención de diversas dependencias oficialesestatales y federales, el cambio de repositorios de la colecciónde arte, así como la falta de recursos económicos hubieraterminado con el ánimo de cualquiera, pero la tenacidad de donGermán Patiño por mantenerse como encargado de la colección delproyecto evitó la pérdida de bienes del patrimonio culturalqueretano y logró la fundación de una importante institucióncultural.
*Texto y fotografías extraídos del libro “Los espacios de lamemoria. Museo Regional de Querétaro”, INAH 2003. Reproducidocon la autorización de su autora.
