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El confinamiento en casa como estrategia para contener la pandemia, provocada por el Covid-19, ha resultado en sentimientos de ansiedad que a su vez derivan en alteraciones causadas por el estrés.
Al respecto, Rodrigo González Zozaya, quien es bailarín profesional, con maestría en manejo grupos con enfoque Gestalt y terapeuta psicocorporal, asegura que los cuestionamientos que surgen entre la población van desde desear y esperar a que la cuarentena termine, hasta la adaptación del inevitable aislamiento hacia un nuevo orden del día a día.
“No nos estamos acoplando tan fácilmente al trabajo de casa, a estar 24/7 con las personas que vivimos, que pueden ser parejas, amigos, hijos, mamás o abuelas, entonces surge muchísimo estrés y problemas que quizá existían desde antes, sólo que ahora se están incrementando porque muchas de las personas que tenían problemas, los resolvían saliendo de casa o los evadían con el trabajo o los amigos u otras actividades”, señala.
De tal modo, surge la necesidad de terapias que ayuden a sobrellevar la vida de cara a un futuro incierto, y una de las herramientas más básicas y al alcance de todos se encuentra tan a la mano como el botón de encendido de la radio o el play del reproductor de música.
“La música ha sido un elemento inherente para el ser humano, que lo ha acompañado a través de su evolución. Ha sido parte de la vida y el desarrollo de las culturas y las ciudades; con ritmos, melodías y armonías”.
Así es como la Psicóloga educativa, Yadira Rojas, la define y destaca que su fuerza se debe a que actúa directamente en la química del cerebro, de tal modo que dependiendo del propósito con el que haya sido creada, su efecto puede ser positivo o negativo.
“Puede ser utilizada inclusive como tortura cuando ha sido manipulada para ello, es tan fuerte que también puede inducir a una hipnosis”, destaca.
En tanto, González Zozaya cita como ejemplo a una persona que con sólo una terapia de música puede lograr más que luego de meses o incluso años de terapia regular. “La información de la música entra a través de la piel y el oído y muchos de nuestros miedos se desrigidizan o ceden a través de este elemento que llega mucho más profundo que los procesos verbales porque no entra por la razón, sino por la intuición, por eso es una herramienta muy importante en los procesos de transformación del desarrollo humano de la persona”.
Ponle play
Según Rojas, su eficacia se debe a que al llegar a la hipófisis libera dopamina para generar un efecto sanador y de equilibrio, por ello no es casualidad que quienes salgan a correr porten audífonos dotados de este energizador o bien, que las clases de acondicionamiento físico incluyan algunos playlist rítmicos, ya que asegura, “ayuda a disminuir el estado de agotamiento al aumentar la resistencia corporal”, condición que también aplica para cuando las personas emprenden labores de limpieza, siempre de la mano de una bocina a todo volumen.
Asimismo señala que las preferencias, sin importar el género que se escuche, pueden inducir a un ambiente agradable, pero estas decisiones influyen en un espacio individual. “Hay gente que con el rock o el metal se energizan y esa sensación les da equilibrio, sin embargo, habrá quien prefiera escuchar música clásica y ésta le brinde la misma emoción que a la primera”.
Para la psicóloga educativa la música puede fungir como una puerta que brinda un espacio distinto al que se observa, utilizando esta metáfora precisamente para el tiempo en cuarentena cuando toda la familia permanece en la casa todo el día.
Sin embargo y a pesar de las preferencias musicales, no todas las elecciones sirven para cualquier momento, es decir, si lo que se pretende es crear un ambiente para que los niños estudien en casa o para inducir a un sueño reparador, debe optarse por música creada con ese fin.
“Se ha comprobado que durante el embarazo, la música clásica es un elemento importante para que el bebé se estimule, entonces la música de bajas vibraciones e incluso las cercanas a la vibración natural del ser –como el latido del corazón– envía electromagnetos al cuerpo, entonces mientras más suave es la música o mientras más equilibrados están los hertz, es más estimulante”, explica.
Al respecto señala como apropiadas las ondas creadas para el equilibrio de las personas, y para hallarlas sugiere buscar a través de plataformas de música –como Youtube o Spotify, entre otras– las destinadas para meditar, que suelen incluir sonidos suaves mezclados con efectos de la naturaleza como agua a modo de cascada, grillar de insectos o canto de aves.
Indica que también puede ser utilizada como herramienta para contrarrestar emociones negativas o momentos de depresión. “Cuando se está pasando por un duelo, que puede ser una separación de pareja, normalmente nos inclinamos a escuchar la música que conocemos como para ‘cortarse las venas’, pero eso hace que el estado de depresión se eleve y es una inclinación natural, pero lo que se recomienda es optar por música que brinde alegría, aunque se esté en un mar de llanto, ya que se tiene que hacer el esfuerzo para evitar decaerse más”.
Sin embargo, sí aclara que sólo es una manera de tratar los momentos de crisis mas no debe evadirse, ya que los duelos deben vivirse, de lo contrario “podría resultar peor”.
Por otra parte, señala que de acuerdo a la manera en la que cada persona se acerque a la música, será el beneficio que se reciba, y va desde la escucha, pasando por la creación, hasta la experimentación, al cantarla.
“Cada tipo de exploración entra a alguna parte del cerebro, por ejemplo los que la tocan la experimentan en la parte sensitiva, lo que estimula la motricidad; si solamente se sigue el ritmo de la música, que es cuando se baila, entra la parte de las expresiones y las decisiones, lo que va directamente al cerebelo, que es el que se encarga del equilibrio, el sentimiento y las emociones; para quien la escucha llega a la hipófisis para segregar la dopamina que estimula las emociones y los recuerdos, mientras que cantar está relacionado con habilidades en la lectoescritura, que se enfoca en la lingüística”, detalla.
Viaje corporal
Para González Zozaya, la situación actual de ansiedad entre la población ha sobrepasado la capacidad de los programas que ofrece el gobierno para propiciar la paz y el equilibrio, por lo que ha encontrado que la asistencia –virtual– a programas como Journey Dance ofrecen una opción a modo de proceso terapéutico.
“Necesitamos un lugar para ser escuchados y sobre todo para mover todo esto que no estamos moviendo porque nos estamos quedando en un solo lugar (…) cuando surgen preocupaciones, estrés, miedos y enojos, y ahí entra la opción de trabajar con el cuerpo, con la intención de sanar”.
Explica que la dinámica a través de este viaje personal consiste en sesiones en las que la música es el hilo conductor, sin embargo, sólo es una parte de la historia, ya que la persona que la experimenta es quien la complementa de acuerdo a lo que necesite.
“No es tanto el tipo de música, sino más bien el fluir de la clase, por ejemplo si hablamos de soltar o de fluir, la música es más suave; para liberar se escuchan temas más dramáticos o épicos como los que musicalizan las películas; para celebrar y compartir es música más festiva y las canciones románticas se usan para conectar con las emociones”, detalla.
En este sentido destaca que la intención no es “hacerlo bien”, sino moverse y expresar. “La gran ventaja es que la sesión tiene toda esta gama de posibilidades emocionales a través de la música y si la persona no se conecta con una, lo hace con otra; no es para que la gente entienda, sino para que vivencie y ese es el valor de estas clases”.
Al respecto también plantea preguntas que debería hacerse la gente para hacer más llevadero el proceso que ha sido obligado por la pandemia: “¿Qué pasaría si en esta época de cuarentena nos enfocáramos en ir más hacia adentro y conocernos, de ver qué podemos arreglar con respecto a esta dificultad de no conectarnos?, ¿qué pasaría si en vez de ver la cuarentena como algo que tiene que acabar, y que se debe haber logrado algo cuando termine?, que se visualice como un espacio de introspección y búsqueda aunque no encuentres nada, porque en realidad lo importante es que la persona esté bien”.
Luego de sugerir estos cuestionamientos aclara que los ejercicios vivenciales propuestos por www.utopiagestalt.com no se relacionan, en absoluto, con una meta que puede ser bajar de peso o una aspiración más allá que el estar bien, ya que precisamente las expectativas que se generan son las que dan lugar a la ansiedad que finalmente se convierte en estrés, factor que se combate a través de estrategias como Journey Dance e incluso la música.
