“Yo no lo recuerdo, pero mi madre dice que fue a los 3 años cuando empecé a dibujar”, cuenta Jorge Villanueva; pintor que dentro de la plástica mexicana, es reconocido por su destacado dominio de la acuarela.
Durante un recorrido por su obra “Pinceladas y paisajes de Querétaro”, inaugurada recientemente en la Antigua Estación del Ferrocarril, el también arquitecto confiesa que si hubiera sabido que las artes se podían estudiar, las habría elegido como carrera; pero en Campeche, donde creció y vivió parte de su adolescencia, no había lugares para hacerlo, “lo más cercano que conocía a las artes, era la arquitectura y por eso, a los 17 años agarré mis maletas y me fui hasta la Ciudad de México para estudiarla”.
Luego de ejercer durante mucho tiempo esta profesión, hace 30 años, cuando se mudó a Querétaro, decidió aventurarse y explorar diferentes técnicas pictóricas, encontrando en la acuarela el mejor lugar para expresar todos esos motivos que desde siempre, lo hicieron gravitar alrededor de la plástica.
“A pesar de que un gran amigo y maestro, Santiago Carbonell, me decía: no, la acuarela no; es una técnica no tan apreciada en el medio… de todas las técnicas, me decidí por la acuarela, porque es de riesgo, pues hay poco margen para corregir; si una acuarela queda mal la tenemos que romper y volverla a hacer, (…) Por ello, se tiene que pintar con mucha habilidad, rapidez y maestría”, detalla.
Al provenir de una familia quintanarroense, dedicada al arte de pescar, sus primeros trabajos presentaban barquitos navegando sobre mares tranquilos, o arribando a las costas del sureste de Quintana Roo, de donde son originarios. Esa fue la manera en que Villanueva decidió continuar con la tradición pesquera de sus antepasados.
Actualmente, el autor es reconocido por reinterpretar con esta técnica, la arquitectura y los paisajes mexicanos. Tan solo, para la conmemoración del 488 aniversario de la fundación de Santiago de Querétaro, Jorge trabajó durante dos meses una serie de pinturas en las que reinterpreta la estética y la belleza del patrimonio cultural y natural del estado.
Entre las piezas expuestas, se encuentra el retrato del Patio del Santuario de la Virgen del Pueblito y las fachadas de Santa Rosa de Viterbo y de la Antigua Estación del Ferrocarril, así como diferentes paisajes inhóspitos de la Sierra Gorda queretana.
Quien visite esta exposición podrá apreciar en la pieza “Detalles queretanos”, un peculiar bodegón hecho con una muñeca hñähñu, una postal de la fuente dedicada al marqués de la Villa del Villar del Águila- mejor conocida como “La fuente de los perritos”-, y una bolsa de papel, en cuyo exterior se distingue la marca de uno de los restaurantes con mayor tradición en la ciudad: “La Mariposa”.
La obra del acuarelista permanecerá abierta al público de miércoles a sábados, de 12:00 a 20:00 horas, y los domingos de 11:00 a 18:00 horas.