/ miércoles 13 de diciembre de 2023

Roberto Aguilar, pionero de la fotografía de danza en México, ofrecerá un taller en Galería Libertad

De momento, el fotógrafo tiene como proyectos la publicación de un libro de su autoría y la organización de su archivo fotográfico, el cual se encuentra resguardado en el Centro Nacional de Danza Contemporánea en Querétaro

¿Qué es la bailarina sin espectadores? ¿Qué es el arte sin testigos? Tal vez florecen en la oscuridad como la orquídea fantasma; sin embargo, ante la falta de espectadores ¿quién puede ser testigo de su belleza? Así es como nace el trabajo de Roberto Aguilar, un fotógrafo mexicano que ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a inmortalizar la danza y las artes escénicas, inclusive mucho antes de que fuera acuñado el término.

El 14 y 15 de diciembre el fotógrafo ofrecerá un taller gratuito sobre fotografía para las artes escénicas llamado Movimiento latente, movimiento virtual. Tendrá lugar en Galería Libertad de 17:00 a 18:30 horas. Será de cupo limitado y el registro deberá realizarse directamente en el recinto o a través de las redes sociales de la institución.

Fotografía en movimiento

Roberto se describe a sí mismo como un fotógrafo en constante aprendizaje, a más de cinco décadas dentro de la disciplina señala que es “imposible” conocer todo lo respectivo a la fotografía; la ve como un arte en constante movimiento y eternamente latente.

En entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO, el fotógrafo dice que la danza llegó a su vida por pura coincidencia. “Yo era un aficionado de la fotografía. La descubrí desde la prepa y era el típico estudiante con una cámara colgando de su cuello. Muchísimo tiempo después se me presentaría la oportunidad de fotografiar a la danza gracias a una exnovia.

“Esta chica me había cortado en el 69 porque yo era un hippie, recuerda entre risas.

Dionisia Fandiño, 2014. Foto: Cortesía | Roberto Aguilar

“Pasaron los años y en el 71 fue que la volví a encontrar en la calle. Ella era una chica muy guapa, pero había algo distinto en ella, se veía toda una hermosura y pues le hice plática, ¿no?, lo básico, ‘oye, ¿cómo estás? ¿qué estás haciendo?’. Mientras nos poníamos al día, me comentó que se encontraba en la Escuela Nacional de Danza Folclórica, y me invitó a verla bailar para que le tomara fotos, porque nadie lo había hecho. Acepté y fui a su presentación.

“Yo no sabía nada de la danza, siento que fui a ciegas a la presentación. No sabía qué esperar. Una vez en el escenario, ya cuando vi a mi ex maquillada, peinada, con su vestuario y los juegos de luz, la adorable chica me pareció una gigante, una diosa. Justo en ese momento sentí el poder de la transformación que tiene la danza en sus bailarines, desde la personalidad que ellos adoptan al momento de realizar su performance hasta la transformación física que atraviesan. De ahí es donde yo creo que las y los bailarines son eternamente jóvenes y eternamente bellos".

Dicho encuentro pactado por el destino, le abriría las puertas a retratar a los bailarines de la Escuela Nacional. Los cimientos de su trabajo comenzaron desde la petición propia de los bailarines por retratarlos, hasta su propia iniciativa por documentar los recitales y vendérselos a las instructoras de la academia o revistas mexicanas.

Ballet Nacional de Cuba, 1980. Foto: Cortesía | Roberto Aguilar


Esa labor le permitiría armar un portafolio de evidencias, con el cual armó maletas y partió a Europa, donde recorrería, como fotógrafo de danza, teatros de Francia, Alemania y España, además de países de Latinoamérica como Ecuador y Cuba.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

A lo largo de su trayectoria ha retratado a diferentes personalidades de la danza, sobre todo, de nuestro país como Héctor Chávez, Sandra Bárcenas, Susana Benavides, Martha Pimentel, Jorge Cano, Rocío Sagaón, Orlando Scheker, Guillermina Bravo, Amalia Hernández, Blanca Solís, y muchas más.

Como proyectos en puerta tiene planeado lanzar un libro de su autoría sobre el tema de la danza, no desde un ámbito histórico; sino desde el fotográfico. De igual manera trabajará en la organización de su archivo fotográfico personal, el cual consiste en un total de 68 cajas que contiene entre 500 y 3000 negativos (películas que se utilizan en las cámaras analógicas) y que actualmente se encuentra resguardado en el Centro Nacional de Danza Contemporánea (CENADAC). El fotógrafo estima que el trabajo durará hasta dos o tres años en concretarse, una vez terminada la organización realizará la donación formal del archivo para su preservación.

Orlando Scheker, Ballet Nacional, 1992. Foto: Cortesía | Roberto Aguilar

¿Qué es la bailarina sin espectadores? ¿Qué es el arte sin testigos? Tal vez florecen en la oscuridad como la orquídea fantasma; sin embargo, ante la falta de espectadores ¿quién puede ser testigo de su belleza? Así es como nace el trabajo de Roberto Aguilar, un fotógrafo mexicano que ha dedicado gran parte de su trayectoria profesional a inmortalizar la danza y las artes escénicas, inclusive mucho antes de que fuera acuñado el término.

El 14 y 15 de diciembre el fotógrafo ofrecerá un taller gratuito sobre fotografía para las artes escénicas llamado Movimiento latente, movimiento virtual. Tendrá lugar en Galería Libertad de 17:00 a 18:30 horas. Será de cupo limitado y el registro deberá realizarse directamente en el recinto o a través de las redes sociales de la institución.

Fotografía en movimiento

Roberto se describe a sí mismo como un fotógrafo en constante aprendizaje, a más de cinco décadas dentro de la disciplina señala que es “imposible” conocer todo lo respectivo a la fotografía; la ve como un arte en constante movimiento y eternamente latente.

En entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO, el fotógrafo dice que la danza llegó a su vida por pura coincidencia. “Yo era un aficionado de la fotografía. La descubrí desde la prepa y era el típico estudiante con una cámara colgando de su cuello. Muchísimo tiempo después se me presentaría la oportunidad de fotografiar a la danza gracias a una exnovia.

“Esta chica me había cortado en el 69 porque yo era un hippie, recuerda entre risas.

Dionisia Fandiño, 2014. Foto: Cortesía | Roberto Aguilar

“Pasaron los años y en el 71 fue que la volví a encontrar en la calle. Ella era una chica muy guapa, pero había algo distinto en ella, se veía toda una hermosura y pues le hice plática, ¿no?, lo básico, ‘oye, ¿cómo estás? ¿qué estás haciendo?’. Mientras nos poníamos al día, me comentó que se encontraba en la Escuela Nacional de Danza Folclórica, y me invitó a verla bailar para que le tomara fotos, porque nadie lo había hecho. Acepté y fui a su presentación.

“Yo no sabía nada de la danza, siento que fui a ciegas a la presentación. No sabía qué esperar. Una vez en el escenario, ya cuando vi a mi ex maquillada, peinada, con su vestuario y los juegos de luz, la adorable chica me pareció una gigante, una diosa. Justo en ese momento sentí el poder de la transformación que tiene la danza en sus bailarines, desde la personalidad que ellos adoptan al momento de realizar su performance hasta la transformación física que atraviesan. De ahí es donde yo creo que las y los bailarines son eternamente jóvenes y eternamente bellos".

Dicho encuentro pactado por el destino, le abriría las puertas a retratar a los bailarines de la Escuela Nacional. Los cimientos de su trabajo comenzaron desde la petición propia de los bailarines por retratarlos, hasta su propia iniciativa por documentar los recitales y vendérselos a las instructoras de la academia o revistas mexicanas.

Ballet Nacional de Cuba, 1980. Foto: Cortesía | Roberto Aguilar


Esa labor le permitiría armar un portafolio de evidencias, con el cual armó maletas y partió a Europa, donde recorrería, como fotógrafo de danza, teatros de Francia, Alemania y España, además de países de Latinoamérica como Ecuador y Cuba.

➡️ Suscríbete a nuestro Newsletter y recibe las notas más relevantes en tu correo

A lo largo de su trayectoria ha retratado a diferentes personalidades de la danza, sobre todo, de nuestro país como Héctor Chávez, Sandra Bárcenas, Susana Benavides, Martha Pimentel, Jorge Cano, Rocío Sagaón, Orlando Scheker, Guillermina Bravo, Amalia Hernández, Blanca Solís, y muchas más.

Como proyectos en puerta tiene planeado lanzar un libro de su autoría sobre el tema de la danza, no desde un ámbito histórico; sino desde el fotográfico. De igual manera trabajará en la organización de su archivo fotográfico personal, el cual consiste en un total de 68 cajas que contiene entre 500 y 3000 negativos (películas que se utilizan en las cámaras analógicas) y que actualmente se encuentra resguardado en el Centro Nacional de Danza Contemporánea (CENADAC). El fotógrafo estima que el trabajo durará hasta dos o tres años en concretarse, una vez terminada la organización realizará la donación formal del archivo para su preservación.

Orlando Scheker, Ballet Nacional, 1992. Foto: Cortesía | Roberto Aguilar

Finanzas

Bajío con potencial para hacer baterías

Es la región más desarrollada para autos eléctricos, pese a que el litio esté en Sonora

Elecciones 2024

Inviable hacer municipio a Santa Rosa Jáuregui: Marmolejo

Aunque cumple requisitos no tendría presupuesto suficiente, si de la candidata a diputada

Elecciones 2024

Piden seguridad 8 candidatos más, en Querétaro

Cinco procedieron, una se desistió y siete están pendientes de que se autorice o niegue

Cine

“Copa 71”, el primer mundial de futbol femenino olvidado por la historia ahora en pantalla

Película inaugurará hoy la nueva gira de Ambulante en Querétaro, la función está programada en el Jardín Guerrero

Local

Prevén calor de 37 grados, sin posibilidad de lluvia

Coordinación Estatal de Protección Civil informó que en la Sierra de Querétaro es el lugar donde habrá más calor

Finanzas

Hot sale | Exhortan a comprar en páginas oficiales para evitar fraudes

Piden tomar medidas de protección financiera para evitar estafas digitales