Son las últimas presentaciones de la temporada de la Tradicional Pastorela Navideña en el Teatro Corral de Comedias, pero esta función en particular se veía rodeada de una atmósfera especial. El público llegaba con ramos de flores y la entrada se encontraba decorada con un arco de globos dorados y negros, y unas letras doradas formaban la leyenda: “Benny Cisnel 30”.
La realidad es que la puesta en escena del 4 de enero fue lo que sigue de especial, porque el público, viejos amigos y referentes de la escena teatral de Querétaro se reunieron para festejar los 30 años de trayectoria del actor Benny Cisnel.
El actor nos esperaba en los camerinos. Al encontrarnos media hora antes de que arranque la función de esa noche, todavía no se caracterizaba del Diablo Mayor –personaje que originalmente había cobrado vida por el talento de Paco Rabell, fundador del teatro, y que es el cuarto año que Cisnel ha asumido la responsabilidad de continuar su legado.
Cisnel se sienta a conversar con nosotros por 14 minutos y nos comparte anécdotas que lo moldearon como actor, los personajes que han marcado su andar y los motivos por los cuales se animó a cacarear el huevo esta noche de enero.
- ¿Qué significa dentro del mundo del teatro, incluso artístico, llegar a celebrar 30 años sobre los escenarios?
Benny: Durar tantos años es demasiado surreal, se dice que es muy fácil o trillado, pero en el mundo artístico no es tan sencillo mantenerse tantos años sobre los escenarios. Afortunadamente, hay muchísimo público dispuesto a llenar los teatros y que nos motiva a seguir subiendo a los escenarios.
Como actor he tenido la oportunidad de salir y conocer otros espacios y compañías teatrales. Trabajé para Cómicos de la Legua, para el Teatro Sol y Luna, para Teatrito La Carcajada, El Sótano Teatro, todas esas oportunidades me hicieron ser conocedor de diversos escenarios y sobre todo que la gente fuera ubicando mi trabajo.
- Al tener una carrera tan longeva, ¿Cuáles considera que son los retos que los actores enfrentan?
B: Yo considero que es la idea que existe de que tenemos que encasillarnos a un tipo de género dramático, cuando ese no es el caso. Cuando yo iba empezando tenía la idea de que si me dedicaba a la comedia, no podía realizar lo que le llaman el teatro de cámara o el teatro dramático, ni hablar del experimental.
Estaba tan casado con la comedia que nadie me sacaba de ahí. Fue hasta que conocí a un director, que es uno de mis maestros, el director Alexandro Celia y él me ofreció hacer drama. Para mí era algo inconcebible, ¿cómo yo, un actor de comedia, realizaría drama?, a lo que él me lo propuso como un reto y me dijo: “te voy hacer hacer drama”.
Y eso abre un abanico de oportunidades para mí, las cuales, para uno como actor, te van enriqueciendo y te hacen ver de lo que eres capaz de ir creando sobre el escenario
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- ¿Cuáles considera que son sus personajes más icónicos?
B: Uy, ufff. En el teatro se dice que a veces tenemos nuestros personajes consentidos y es una realidad. Yo diría que uno de los más importantes para mi carrera ha sido Tacho, de la obra Se casó Tacho con Tencha la del ocho, inspirada en la música de Chava Flores, que fue de mis primeros papeles protagónicos que hice en compañía de la maestra Verónica Carranco. Con ese espectáculo tuve la oportunidad de hacer tres giras por Europa, entre ellas una presentación dentro del Vaticano, lo que nos convirtió en la primera producción latinoamericana de presentarnos en dicho lugar.
También tenemos personajes como Sancho Panza, de El Hombre de la Mancha, Bartolo de la Pastorela de los Cómicos de la Legua, Santa Claus, entre muchos otros.
- ¿Qué fue lo que lo atrapó del teatro y cómo ha influido en su vida?
B: Mira, yo empecé a hacer teatro desde los 11 años, ya con eso revelé mi edad. Así que empecé chavito y yo venía a echar relajo. Así como mis amigos iban al curso de verano de fútbol, pues yo iba al teatro, ya que para mí era una distracción, era mi hobby. Fui creciendo y nunca lo he dejado, para mí sigue siendo mi hobby del que ganó dinero. Paralelamente a mi carrera como actor, estudié Gastronomía, así que he llevado este tipo de doble vida.
En mi experiencia personal, yo diría que la seguridad es la mejor cualidad que me ha brindado esta disciplina. Todos los que me conocen físicamente, saben que yo siempre fui un niño gordito, pero yo jamás sufrí de bullying, o al menos jamás dejé que los comentarios me afectaran, porque a mí el teatro me dio una seguridad arriba y afuera del escenario. Me quitó los miedos, las vergüenzas, etcétera.
- ¿Qué consejo le daría a las nuevas generaciones de actores?
B: Que no hagan teatro porque no tienen nada más que hacer. El teatro es maravilloso, es pasión y requiere que entregues tu vida, y eso no aplica sólo a esta disciplina, sino a todas las áreas. Es importante que inundes tu trabajo con pasión porque eso se nota y el resto de la gente lo observa, se da cuenta.
- ¿Qué hay en puerta para los próximos 30 años de Benny Cisnel?
B: Espero que vengan cosas muy buenas, hay una madurez interna en cuestiones del trabajo y hay varios ciclos que he estado cerrando. Me gustaría empezar a probar otras áreas dentro del teatro, hice algunas pruebas de dirección dentro del Estado de México y me gustaría también trasladarlas aquí a Querétaro. Más que como actor, me gustaría asumir un papel más como creador y trabajar desde la dirección.
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Al término de la función del 4 de enero se realizó la develación de una placa por los 30 años de trayectoria del actor. Los referentes del teatro, Lupita Smythe y Alexandro Celia, acompañados de David Estrada, periodista, y Salvador Martínez, papá del actor, fueron los encargados de dirigir el protocolo de la develación.
El 12 y 13 de enero son las últimas funciones de la Tradicional Pastorela Navideña del Teatro Corral de Comedias donde Benny Cisnel ocupa el papel protagónico. Actualmente se encuentra una promoción vigente hasta el 11 de enero de entradas al 2x1 en costo normal de 300 pesos. Las reservaciones se están realizando exclusivamente a través del número de WhatsApp: 442 846 4849
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