A pesar del crecimiento de la ciudad, aún puede rastrearse la esencia de los barrios tradicionales de Querétaro como La Cruz, San Francisquito, Santa Ana, Santa Rosa, San Sebastián, San Roque, La Trinidad, San Gregorio, Santa Catarina, La Piedad y San Agustín del Retablo. Barrios que se conformaron en épocas distintas y que guardan tradiciones y costumbres centenarias entre sus habitantes.
No obstante, en algunos de estos lugares la cultura y el arraigo de su gente han comenzado a difuminarse con el paso del tiempo, sobre todo debido a la gentrificación; un proceso de transformación urbana que responde a intereses económicos ajenos a sus habitantes, ocasionando el aumento de los alquileres o del coste de estos espacios y el subsecuente abandono del barrio por parte de sus residentes tradicionales.
El antropólogo Edgardo Moreno Pérez aborda este tema a profundidad en su libro Vuelo y andanzas por los barrios de Santiago de Querétaro (2018), con base en el cual impartirá un seminario sobre el mismo tema, los días 13, 20 y 27 de agosto, así como los sábados 3 y 10 de septiembre en el Museo de los Conspiradores.
Los barrios se pueden conocer desde una visión antropológica, cultural, artística, histórica, pero también a partir de sus calles y edificios donde se expresa la cotidinaidad de la gente; rincones “en los que otros habitantes de Querétaro han vivido desde hace 500 años”, comenta el investigador.
Al respecto, Moreno Pérez señala una situación que es evidente: “los barrios han hecho frente a la gentrificación”, y algunos lo han logrado de mejor manera que otros, debido en gran parte al sentido de pertenencia de sus habitantes.
Señala por ejemplo el barrio de La Cruz, donde la gran mayoría de las familias antiguas ya abandonaron la zona, y en su lugar se establecieron diversos tipos de negocios, como hoteles, cafeterías, restaurantes, boutiques, etc. Aunque, por el contrario, la tradición conchera y las celebraciones por el Día de la Santa Cruz aún tienen un fuerte arraigo entre la población.
También menciona al barrio de San Francisquito o “San Panchito” –como lo llaman sus habitantes–, uno de los barrios que más ha resistido la gentrificación y que aún es habitado principalmente por familias tradicionales.
“La actividad en los barrios se debe entender también desde el fenómeno de la gentrificación, pues barrios como Santa Rosa, La Cruz, Santa Ana, han sido desplazados y muchas de las casas que antes habitaron los antiguos vecinos ahora son de servicios; este ha sido un fenómeno que hemos visto en los últimos 20 años y también están los barrios que tienen una bandera de lucha, como es San Francisquito, San Panchito, como lo llaman sobre todo los jóvenes que están muy integrados en la defensa del territorio con un sentido de identidad, incluso son ellos los que usan este lema de ‘San Panchito no se vende’. La identidad se da a través del encuentro social, de la fiesta en la plaza pública, en los lugares simbólicos como el templo, el mercado, la fuente, son espacios simbólicos que tienen todavía una connotación para los viejos vecinos”, afirma el investigador.
Esto es algo en lo que coinciden los propios habitantes de San Panchito, y así lo ha mencionado anteriormente la vocera de la Confederación Indígena del Barrio de San Francisquito, Camila Vera, cuando en 2021 inauguraron Casa del gran corazón un espacio ubicado en las entrañas de este barrio tradicional, que busca fortalecer los lazos comunitarios de la zona y difundir sus expresiones culturales.
“El principal objetivo de esta organización es la defensa del territorio, porque sentimos que el barrio está en peligro por la gentrificación, esto amenaza no solo el lugar donde viven las personas, sino también, las tradiciones. Además, nosotros entendemos la cultura como algo más amplio, no nada más como algo artístico, sino como algo que tiene que ver con los conocimientos de la gente, con nuestras tradiciones y cultura. Y este espacio intenta promover eso, no la alta cultura o el arte moderno, sino dar a conocer lo que es propio del barrio: la cultura popular y las tradiciones (…) Creemos que a través de la cultura hacemos comunidad y nos podemos organizar mejor”, afirmó en entrevista para Diario de Querétaro.
El antropólogo menciona El señor de esquipulas, en la Cruz; La divina pastora, en San Francisquito; la fiesta patronal en el barrio de Santa Rosa y también la de Santa Ana donde incluso hay elección de reina; las fiestas de San Sebastián y San Roque donde se celebra a los santos patronos que dan nombre a los barrios, y la celebración por el Día de la Candelaria en Santa Catarina, como algunas de las tradiciones que aún siguen vivas entre los habitantes de los barrios.
Sin embargo, tradiciones como las fiestas de Santa Rosa o ‘los encueraditos’en las fiestas de San Sebastián, se realizan cada vez con menos frecuencia.
“Muchas tradiciones siguen vigentes, aunque con transformaciones, otras sí han cambiado totalmente y hay poca participación, como las de Santa Rosa, que en cada ocasión va cambiando su fisionomía, van cambiando las procesiones que antes se hacían alrededor del barrio, ya prácticamente no se hacen. De las más fuertes son las de La Divina Pastora, en septiembre, desde luego El Señor de Esquipulas, la de los concheros es una fiesta que sigue muy vigente. También las procesiones a veces son muy pequeñas, prácticamente una o dos cuadras, por ejemplo la de los gallos, el Día del Gallo hacen una caminata nada más de una cuadrita, no la hacen tan extensa como antes.
“Las del encuerado, de San Sebastián, son otras tradiciones que están en peligro de extinción, esta fiesta patronal que tenía un sentido rural del Querétaro de semidesierto, y eso ya cambió, las danzas ahora son de tipo apache, la pirotecnia también cambia depende de los recursos que se tengan, no siempre son castillos grandes. Con esta nueva entrada de personas que vienen de fuera, algunos se integran al tipo de fiesta patronal y otros incluso buscan cambiar su perspectiva de barrio, porque por ejemplo en el barrio de la Cruz es imposible estar en paz por los cohetes, por las fiestas por la música, pero así es en todos los barrios, todos tienen sus fiestas patronales, sus novenarios, sus manifestaciones centenarias”, refiere.
Edgardo Moreno refiere también que como estrategia para sobrevivir al paso del tiempo, los vecinos han encontrado la forma de modernizar las tradiciones más arraigadas, un ejemplo es la indumentaria de los concheros, que anteriormente usaban plumas de guajolote, y que aunque ahora lucen cambios en sus trajes, aun conservan la esencia transmitida por sus abuelos.
“En San Gregorio por ejemplo ya hay un cambio radical, ya hay otros vecinos, otra forma de habitar el espacio, con las grandes avenidas que tienen por prolongación Tecnológico, eso da un sentido de movilidad de tal manera que ya no vives el barrio, vives ahí físicamente pero ya no lo habitas en este sentido de ir a la plaza, visitar el templo, el mercado, misceláneas o boticas donde la economía era vecinal, donde el zapatero iba con el carnicero a comprar su carne y a su vez este iba con el médico y el médico iba al mercado; todo ese dinero daba vueltas entre los mismos vecinos, era una economía familiar. La gentificaciòn ha cambiado todas estas prácticas”, comenta el antropólogo.
Impartirá seminario
El seminario Vuelo y andanza por los barrios de Querétaro. Historia, tradiciones y costumbres será impartido por Edgardo Moreno Pérez los sábados 13, 20 y 27 de agosto, así como los sábados 3 y 10 de septiembre en un horario de 11:00 a 13:00 horas en el Museo de los Conspiradores (calle 5 de Mayo #18, Centro Histórico).
Tendrá un costo de 1, 200 pesos, las inscripciones aún están abiertas. Pueden pedirse mayores informes e inscribirse al número 44 21 30 3205. También puede consultarse el programa completo en el sitio www.edgardomoreno.com.mx
“Aún podemos percibir los barrios y rastrear sus orígenes y su esencia contemporánea. Los barrios se fueron conformando en épocas distintas. Algunos desaparecieron al ser absorbidos por otros núcleos al paso del tiempo, por lo que representan un registro de las transformaciones culturales, urbanas
y arquitectónicas. Podemos transitar el proceso histórico de la ciudad de Querétaro, desde su origen hasta el Tercer Milenio”, se lee sobre el seminario en la página: www.edgardomoreno.com.mx.
Cabe mencionar que las sesiones se centrarán en tono a los barrios del Centro Histórico de Querétaro, de la llamada La Otra Banda así como de Los Barrios Altos y del Noroeste de la Ciudad : La Cruz, San Francisquito, Santa Ana, Santa Rosa, San Sebastián, San Roque, El Tepe, La Trinidad, San Gregorio, Santa Catarina, La Piedad y San Agustín del Retablo.
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