Dicen que “nadie es profeta en su tierra” pero el “Payo” demostró lo contrario, Querétaro se rindió a sus pies coreando “torero, torero, en una tarde mágica en la Santa María que fue el escenario perfecto para el triunfo del queretano, que lució, encantó y cautivó con su faena. 4 orejas para el queretano para ser el gran triunfador.
El día esperado para los aficionados taurinos, la corrida navideña es más importante del año para Querétaro y qué mejor que con un cartel de lujo conformado por Octavio García “El Payo”, Jerónimo quien se despedía de los ruedos, José Mauricio y el rejoneador José Funtanet, lidiaron 7 toros de Fernando de la Mora, ante una excelente entrada en la Plaza de Toros Santa María.
JOSÉ FUNTANET
El primero de la tarde de nombre “Betito” de 465 kilogramos, para el rejoneador José Funtanet vestido de negro y plata, quien se encontró un toro muy rápido, en las primeras maniobras el toro incluso rozó la pierna del caballo con los pitones, pero siempre firme con su faena impuso condiciones el joven rejoneador.
Plantó un par de buenas banderillas y fue llevando al toro por buen puerto, eso puso a vibrar al graderío en la Santa María.
Entraron en acción los Forcados Amadores de México, quienes dieron un buen espectáculo, hubo un pequeño incidente en el segundo intento pero salieron victoriosos al enfrentar a “Betito”.
José Funtanet no plantó bien su primera estocada y la segunda aunque fue mortal, no logró ponerla a la perfección y el toro tardó en caer, se fue ante aplausos pero con las manos vacías.
JERÓNIMO
En su tarde de despedida, el matador Jerónimo, vestido en café y oro, recibió a “Cambalache” de 580 kilos, un toro muy bien presentado con trapío y bravura, imponente desde su entrada al redondel, el matador fue directo a torear con la muleta, inició con “verónicas” pero no logró “prender” a los aficionados, el experimentado matador dio tintes de su clase, tras una faena corta logró meter una buena estocada aunque el toro se negó a rendirse, se puso de pie nuevamente y eso le costó caro. Aplausos para Jerónimo.
En su Segundo de nombre “Buen mozo” de 527 kilogramos, Jerónimo saltó al ruedo con la presión gracias a la buena actuación del “Payo” en su primero.
Con mucha energía intentó lidiar a su toro pero no acabó por plantarse, cada que el toro embestía cerca obligaba al torero a recular, le faltó chispa a Jerónimo y no acabó por conquistar a los aficionados. A la hora de matar pinchó en su primer intento fue hasta el segundo cuando pudo plantar bien su estocada y acabar su faena. Con la melodía de las “golondrinas” de fondo, se despidió de los ruedos entre aplausos pero con las manos vacías.
JOSÉ MAURICIO
Vestidor blanco y oro, José Mauricio recibió con el capote a “Queretano” de 525 kilogramos, un toro imponente que acabó derrumbando al picador, por suerte todo quedó en un susto.
El diestro no logró meter al toro en el juego de la muleta, batalló para lograr algunos pases, el toro se quedaba corto en sus embestidas, poco a poco fue ganando terreno el matador y fue muy alentado por la afición queretana.
Logró exprimir al toro con gran clase, derechazos bien puestos ante un astado que brincaba demasiado en sus embestidas, José Mauricio dominó por completo a “Queretano” y el público se lo reconocía, pero a la hora de matar la espada se quedó a medio camino, eso le costó al menos una oreja, la faena lo valía pero la estocada lo castigó.
“Preferido” con 545 kilogramos entró al ruedo para enfrentar a José Mauricio, quien se mostró lúcido desde los primeros capotazos, estoico en todo momento fue sacando lo mejor del toro.
Con la muleta lució mucho más, rematando de buena manera los recorridos largos del toro, dejándolo entrar lo suficiente para arrancar los “oles” de la tribuna. Siempre se mantuvo muy cerca del toro, el matador mostró valentía en todo momento, a la hora de rematar una perfecta faena la espada se quedó a tres cuartos, pero aún así le alcanzó para cortar una oreja.
EL “PAYO”
Vestido en violeta y oro recibió a “Carretero” de 603 kilogramos, el astado más pesado de este lote, el matador queretano mostró clase desde sus primeros capotazos, recibiendo ovaciones de los aficionados. Nuevamente el toro derribó al picador, susto nada más.
La mesa estaba puesta para el matador de casa, tenía el anhelo de triunfar y el escenario era inmejorable. El “Payo” plantó unas impecables chicuelinas que hizo que la plaza homologara el “ole” en un solo grito, llevó al toro muy cerquita de él, fue una faena perfecta para el queretano que remató con una estocada bien puesta, el “Payo” se llevó dos orejas en su primero, merecidas para el originario de esta tierra.
Octavio García recibía a su segundo de la noche de nombre “Gallero” un ejemplar de 490 kilos, ya con el triunfo el la bolsa el em queretano salía sin presión para cerrar la noche.
El “Payo” realizó un péndulo extraordinario sacando el capote por izquierda de último momento, una suerte de las que pocas veces se ven. Se plantó en el centro del ruedo y llevó al toro por la espalda y por enfrente sin mover los pies ni un solo centímetro. Se la jugó y en serio, los pitones pasaban rozando su humanidad, se plantó y no se movió, el toro se rindió ante el queretano y la gente estalló en las tribunas, con la canción de fondo “El Queretano”, a petición del propio matador. Selló una gran faena con la estocada perfecta, la gente pedía el rabo pero el juez otorgó dos orejas más al “Payo”, una noche inolvidable.
