A pesar de su pequeño cuerpo, las abejas son esenciales en el sostenimiento del medio ambiente, ya que estas son responsables de la polinización de flores y de la conservación de la biodiversidad.
En 2006, las abejas comenzaron a desaparecer de forma misteriosa, dejando atrás a sus reinas, ocasionando lo que hoy se conoce como 'Colapso de Desorden de las Colonias'. Esta desaparición de las abejas ponía en riesgo a la polinización de flores y producción de miel, lo que ocasionaría graves daños en el sostenimiento del medio ambiente y de la economía en el mundo.
Sin embargo, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos realizó un reporte, cuyos resultados arrojan un crecimiento en las colonias de abejas desde el 2008. De acuerdo con información publicada por la Revista de Ciencias de los Estadios Unidos RealClearScience, en abril de este año, las colonias de abejas alcanzaron sus mayores niveles en más de 23 años.
A pesar de su crecimiento, las colonias que más daños sufren son las silvestres, ya que no tan solo son las lluvias las que pueden acabar con sus colonias, sino, el deterioro del medio ambiente, la propagación de diversas clases de parásitos, además del uso de plagicidas y los daños ocasionados por el cambio climático, tienden a disminuir sus poblaciones.
Como el es caso del conocido como 'Varroa Destructor', un ácaro capaz de infectar y acabar con la colonia y acabarla en menos de 12 meses. Esta plaga no puede ser aniquilada de las colonias de abejas por la alta propagación del ácaro. La plaga inició en las Filipinas y no se ha detenido en infectar a las abejas en el resto del mundo.
Especialistas consideran que aún no es necesario hablar de un apocalipsis de las abejas, pero es importante prestar atención al manejo y control de su población y a la protección del medio ambiente.