Rudi, el perro que ayuda en el salón de clases y tranquiliza a los alumnos 

Cynthia Pérez Puga

  · domingo 3 de diciembre de 2017

Los alumnos de cuarto grado de una escuela primaria en Alemaniatienen un compañero de clase muy particular: Rudi, unperro mestizo especialmente entrenado.



La maestra Kristin Geßner lleva al perro tres veces por semanaa la escuela por algunas horas. Rudi tiene dos años y es unacruza de pastor alemán con Wolfspitz.



"Los niños le tienen mucha consideración y porejemplo gritan menos. Este comportamiento se refleja tambiénen el trato de los alumnos entre sí", sostiene ladirectora Sylvia Krause. Toda la escuela se beneficia con lapresencia de Rudi. Los alumnos están más tranquilos y haymás silencio que en años anteriores, asegura Krause.

 

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El perro calma también a aquellos que tienen que rendir algunaprueba y se ponen nerviosos. "Cuando un alumno se siente mal,Rudi lo nota enseguida y pone la cabeza sobre su regazo",cuenta la directora.



Antes de llevar al perro a la escuela, era necesario tener elconsentimiento de los padres, entre otros, también porposibles casos de alergia.
 


Rudi también tiene la opción de retirarse a su propiocuarto si está cansado. "Silencio. Necesito descansar. Nogolpeen la puerta, no corran y no griten. Guau, Rudi", alertaun cartel.

 
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Es la tercera escuela en el estado alemán de Sajonia queutiliza perros en clase. La directora dice que le gustaríapoder extender este sistema a más cursos.



El Ministerio de Cultura de este estado federado no tiene datos decuántos "perros escolares" hay. Cada escuela decidesi aplica este concepto de acuerdo a las disposicionesvigentes.
 

 

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"En Sajonia recién se comienzan a usar perros en lasescuelas", señala la presidenta de la Red de PerrosEscolares, Lydia Agsten. La maestra jubilada cree que esta ideaseguirá progresando.



Agsten calcula que hay unos 2.000 perros en toda Alemaniacumpliendo esta función. "Pedagogos de institucioneseducativas de todo tipo, primaria, secundaria o aquellas denecesidades educativas especiales, llevan animales a clases",apunta Agsten.



Está demostrado científicamente que los perros crean unaatmósfera distendida en clase, dice Agsten. El contacto conlos animales, por ejemplo si se los acaricia, le quita presióna los niños. Además, los perros tienen buenas antenaspara captar los estados de ánimo de las personas.
 

 

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Pero el intercambio debe ser beneficioso para todas las partes:para los niños, para el maestro y también para el perro,que no debe sentir estrés cuando entra a una clase donde haytreinta alumnos.
 


No es el caso de Rudi y tampoco de los alumnos del cuarto C."Los niños se alegran cuando es el día deRudi", asegura Geßner, la maestra de 26 años, quienconoció a su mascota en un refugio de animales. El perro, deahora dos años, había sido hallado junto a otroscachorros en el maletero de un auto.
 


Antes de empezar a ir a una clase, tanto el perro como el maestroreciben una instrucción especial. No todo las razas sonadecuadas para cumplir esta tarea. Los más indicados sonaquellos que se orientan más a las personas como losretriever, caniches, collies, doodles y las mezclas de perros deraza con caniche. En cambio, no son aptos los perros guardianes deganado porque son animales más independientes.
 


Además de los perros escolares, en Alemania existentambién los perros de lectura, cuenta Agsten. Si un niñotiene dificultades para leer, hacerlo en voz alta delante de unperro ayuda mucho. El animal no se impacienta como ocurre con laspersonas y así, el niño va ganando confianza, añadeGeßner. 
 


Rudi cumple ambas funciones: como perro de escuela y perro delectura. "No se burla de nadie y escucha atentamente",sostiene su dueña. 

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