Antonio Arochi; con aires policiacos

La miniserie de Netflix “La búsqueda. Historia de un crimen” recopila los hechos que conmocionaron al país hace diez años con el caso Paulette

Nancy Colín|Diario de QUerétaro

  · lunes 29 de junio de 2020

Para darle vida a Bonilla quiso impregnarle una esencia bondadosa, para demostrar que dentro del entorno negativo hay gente que busca sumar / Cortesía Netflix

La miniserie de Netflix “La búsqueda. Historia de un crimen” recopila los hechos que conmocionaron al país hace diez años con el caso Paulette. Lo que en un inicio parecía un secuestro por la desaparición de una pequeña de cuatro años en una colonia de clase alta, se convirtió en un controvertido caso mediático.

Para ser parte de este relato, el actor queretano Antonio Arochi se metió en la piel de Bonilla, quien trabaja al lado del procurador de Justicia del Estado de México en aquél entonces, Alberto Bazbaz, interpretado por Darío Yazbek.

“A mi personaje lo diseñé con bondad, tratando de hacer su mejor trabajo del lado de la investigación y dentro de esta mirada, refleja que siempre va a haber gente buena, que quiera sumar y ayudar, y esa es precisamente una virtud de Bonilla, tratar de aportar a la investigación desde el bien, y crear empatía”.

Asimismo señala que al ver el resultado en pantalla, le gustó el trabajo de sus compañeros, que logró destacarse también por la labor del equipo de postproducción. “Fue muy enriquecedor trabajar al lado de grandes actores como Adrián Ladrón, Diana Bovio, Regina Blandón, Darío Yazbek y Silverio Palacios, quienes fueron muy generosos y me ayudaron a complementar mi proceso en la producción, dándome consejos y compartiéndome anécdotas”.

Con respecto a las reacciones que en redes sociales han sido tanto positivas como negativa, Arochi manifiesta que en su caso, ha recibido buenos comentarios. “He tenido la fortuna de que mucha gente se ha acercado a mí y me ha felicitado por la participación y el proyecto que tuvo el arrojo de contar esta historia”.

Asimismo señala que este tipo de producciones permiten hacer una evaluación crítica como nación. “Hay mucha desdicha en nuestro país, desigualdad, y el hacer esto ha sido reflexivo para muchos mexicanos; recordar nuestro pasado y poder ver cómo estamos, para analizar cuánto nos hemos estancado o si hemos avanzado”.

Orgullosamente queretano

Para Antonio, la ciudad fue una gran parte de su formación, misma que lleva aún fuera de los límites; “me dio muchos amigos, además de un rico sabor cultural gracias a su Centro histórico y su historia, también hay que destacar la naturaleza que puede apreciarse a las afueras de la ciudad, además de la pasión por el futbol y los gallos blancos”, señala.

Egresado del Tec de Monterrey de la carrera de Comunicación, el ahora actor incursionó en el mundo del periodismo en medios impresos, donde cubrió la fuente de sociales.

Posteriormente emigró a la Ciudad de México, donde se decantó por la actuación y para prepararse en las artes escénicas estudió en CasAzul, de Argos, lo que lo llevó a incursionar en telenovelas como “La Doña” y programas unitarios como “Decisiones”, pero un paso clave en su formación, sería su participación en la obra “El hombre que ríe”.

“Estuvimos dos temporadas en el foro Vicente Leñero en la colonia Roma de la Ciudad de México; era una obra de más de dos horas con un texto poderosísimo y una narrativa brillante, además de la dirección de la maestra Claudia Ríos, que yo siempre he dicho, me hizo mejor actor”.

Para concluir, adelanta que planea tanto dirigir como actuar en el proyecto de un largometraje del que por el momento no puede revelar mucho, pero que luego de la cuarentena obligada, retomará.

TEMAS