Después de cinco años de ausencia, el cantautor Víctor Manuel volverá a nuestro país para presentarse en el festival TrovAbierta en Querétaro con su Tour 75 Aniversario: La vida en canciones - El escenario lo cura todo, un repaso por casi seis décadas de trayectoria musical en el que interpretará temas icónicos como Soy un corazón tendido al sol, Solo pienso en ti, Cruzar los brazos, Cómo voy a olvidarme, entre muchos otros.
El también productor musical y cinematográfico español, es considerado junto con su esposa Ana Belén, actriz y cantante española, uno de los artistas más representativos de la transición española, periodo en el que España dejó atrás el régimen de Francisco Franco para restaurar la democracia a través de una constitución. Por esto, sus canciones se adentran en el género de protesta, pues abordan importantes temáticas sobre la vida rural, el amor y la justicia, y son consideradas poemas musicalizados.
En entrevista para DIARIO DE QUERÉTARO, Víctor Manuel comparte su visión sobre la música contemporánea, señalando su gusto por la música de Rosalía en una época en el que “la música es infinitamente más aburrida”; habla también sobre la experiencia íntima que lo inspiró a componer Solo pienso en ti, una canción que aborda el tema de la discapacidad, y por supuesto de su relación con México, un país que lo acogió durante su exilio.
Víctor Manuel se presentará en Querétaro el próximo 20 de noviembre a las 22:00 horas en Plaza Fundadores, para cerrar con broche de oro el festival TrovAbierta, cuya primera edición arrancará el 18 de noviembre.
Llegará a Querétaro con su Tour 75 Aniversario, ¿qué podremos escuchar en esta nueva gira?
Para bien o para mal estoy celebrando mi 75 aniversario, y estoy haciendo una gira para celebrarlo y festejar tantas canciones, tantos años de trabajo dentro de la música. Será un concierto muy entretenido, porque arrancará en el año 65 o 66 más o menos y llegará hasta el presente, hasta las canciones de los últimos días, dando muchos saltos y muchas vueltas.
Para mí el escenario es un bálsamo maravilloso donde estás en tu burbuja durante dos horas y solo estás tú y el público, no hay nada en medio y eso es lo mejor que te puede pasar, la música es el instrumento de comunicación más directo que existe.
Sin embargo usted ha dicho que esta no es una gira de despedida…
No, no es una gira de despedida, aunque ya hace como diez años que me lo preguntan (ríe). Cuando me despida no le diré a nadie, dejaré de cantar y ya está, sin más. Yo creo que se debe dejar el escenario cuando la gente deje de ir a verte, así que el día en que yo ponga un ticket a la venta y la gente no vaya, sabré que ha llegado la hora de irme a casa.
También tiene que ver con cómo uno se siente físicamente, con sus facultades; ojalá uno siempre supiera desprenderse de un escenario, porque a veces te ciega la pasión cuando estás ahí arriba y no sabes muy bien cuándo te tienes que ir.
¿Entonces se vuelve una adicción estar sobre el escenario?
Sí, son las sensaciones que te da, las cosas que pasan alrededor, yo creo que la vida se ha alargado evidentemente para todo el mundo, no solo para alguien que hace música; yo creo que físicamente mi padre a esta edad ya era un desastre, y yo estoy mejor que él.
Esta es una gira sobre las canciones más significativas en su carrera, ¿Esto también ha coincidido con las canciones favoritas de su público o se ha llevado sorpresas?
En algunos casos sí me he llevado sorpresas, hicimos en la web una consulta para ver qué canciones quería escuchar la gente y la verdad es que el 90% de las que eligieron ya pensaba cantarlas, aunque hay algunas que no las he cantado nunca en mi vida, resulta difícil retomar una canción de hace 40 años que no he cantado nunca en vivo, pero en general hemos coincidido muchísimo y siempre le pregunto a la gente en directo qué quieren escuchar, me encanta hacer eso.
Usted ha dicho que Solo pienso en ti es una de las canciones más significativas de su carrera y que este tema contribuyó a visibilizar el tema de la discapacidad hace 40 años, ¿Cuál es la historia detrás de esa canción?
Es una canción muy querida, me ha dado muchas alegrías. Cuando la canción se hizo, la discapacidad era algo de las familias, algo que no se hablaba públicamente, (…) todos estos años llevo recibiendo cariño de las familias que son las que han hecho todo, rescatar a sus hijos e incorporarles a este mundo nuestro, de los “normales”, entre comillas, y yo lo único que he hecho es ponerle música a esta historia.
Es una historia real que yo conocí en el año 78 en una residencia donde convivían personas con discapacidad de ambos sexos; no solo trabajaban dentro de la residencia fabricando muebles y forjas, sino que además se enamoraban, y había una pareja, Mari Luz y Antonio, que querían casarse por encima de todo, y el arzobispo de Córdoba se los prohibió pero ellos insistieron y el cura del pueblo que se llama Cabra en el municipio de Córdoba los casó. Tuvieron tres hijos, dos de ellos con su carrera terminada, el otro es mecánico y son de esas cosas que te reconcilian con la vida porque salen bien y la verdad es que pocas cosas salen bien en la vida, y cuando algo de esa envergadura ocurre, pues tiras cohetes.
¿Qué piensa de la música de hoy? Usted ha mencionado que le gusta la música de Rosalía…
Me gusta mucho Rosalía por lo que tiene de ruptura, ya está, ella se ha inventado un mundo propio, porque en general la música urbana a veces me interesa, siento que la música ahora es infinitamente más aburrida o menos variada de lo que era en los años 70, pero eso me vale a mí, porque yo la escuchaba, pero seguramente a ti, que eres más joven, esto que te estoy diciendo tal vez te suena a algo extraño. La música como la vida en general, como las películas, como un montón de cosas se ha infantilizado, la vida está más masticada, nos dan milonitas de cosas muy pequeñas y la verdad es que a mí me parece difícil. La web me enseña la música que hacen en todo el mundo, y voy pasando por emisoras y la verdad es que es muy igual todo lo que ocurre en la música contemporánea, y eso es aburrido, muy pesado.
Son tiempos convulsos en el mundo, Ucrania sigue en guerra y la ultraderecha ha tomado fuerza en muchas partes, ¿ha escrito alguna nueva composición sobre lo que hoy pasa en España o en otra parte del planeta?
Hace cuatro años que no compongo canciones, tenía tantas ganas que cuando compuse la última vez, escribí un montón, 28 canciones en poco más de un mes; grabé un disco que se llama Casi nada está en su sitio, por el desorden que había hace cuatro años, todo estaba movido, como una foto desenfocada, y cuando edité ese disco siempre me decían: “¿Y qué es lo que no está en su sitio?” ,ahora nadie me lo pregunta porque ya ha dado por descontado todo el mundo que todo está movido, que nada está en su sitio, ahí sí incorporé muchas temáticas contemporáneas, hablaba de España por su puesto, pero hablaba también del Mediterráneo donde se ahogan miles de personas al año tratando de llegar al “primer mundo”, todo eso está ahí.
Tengo ganas de empezar a componer de nuevo, pero en medio de todo eso empecé una gira, llegó la pandemia, volví a retomar la gira hace un año, y ahora tengo ganas de quedarme en casa y volver a escribir canciones de nuevo.
Sabemos que hace más de 50 años usted estuvo con Ana Belén en nuestro país, ¿Cómo fue su vida en México en el exilio junto a ella?
Fueron seis meses solamente, no podíamos regresar a España porque teníamos problemas, pero recibí tanto cariño de la gente de México y no solo de gente cercana que te arropa, te quiere, te ayuda, sino también del circuito de la seguridad social que te facilitaba teatros para ir a cantar por el país. Cuando estás en un país que no es el tuyo y de repente alguien dice: “Merece la pena que este hombre cante aquí, que haga conciertos en el Teatro Degollado en Guadalajara y más”… la verdad es que nosotros llevamos a México en la sangre, hemos estado allá tantas veces y no solo para cantar, vamos muy a menudo porque tenemos muchos amigos muy queridos ahí, algunos se van muriendo porque son de nuestra edad, son mayores ya y algunos van desapareciendo, pero aún sigue mucha gente con vida a la que queremos mucho y a la que disfrutamos y para nosotros ir a México siempre es una fiesta, una celebración.
¿Cuándo fue la última vez que pisó nuestro país?
La última vez fue por la gira El gusto es nuestro con Joan Manuel Serrat, Miguel Ríos, Ana y yo, estuvimos en el Auditorio Nacional y en varios lugares más, pero eso fue en 2017, hace ya cinco años que no estamos en México y ya le tenía ganas yo.
