Los migrantes no son criminales, declaró el obispo de Querétaro, Faustino Armendáriz Jiménez, al argumentar que las 117 parroquias de la Diócesis se preparan para recibir a los migrantes que requieran albergue o comida.
Se trata de personas que deben recibir un trato digno, pues se trata de seres humanos que debieron abandonar sus lugares de origen por presiones, que pueden ser tan variadas como pobreza e inseguridad.
Urgió a tener siempre una perspectiva humana hacia esas personas que van de paso en busca de alcanzar su meta, punto en el cual resaltó que la casa del migrante que maneja la Diócesis recibe un promedio mensual de 500 migrantes y que la casa tiene capacidad para albergar hasta 60 diarios, con todas las comodidades, número que podría crecerse, en caso de necesidad.
“Nos estamos preparando para que quienes lleguen hasta acá, tratarlos en su camino de tránsito por Querétaro de la manera más digna, de tal manera que en cada parroquia encuentren un espacio para descansar, un espacio para alimentarse, se les provea de agua, de algo de ropa o de alguna necesidad que ellos tengan… Quienes lleguen, queremos que la Iglesia sea una samaritana para ellos”.
Apuntó que contabilizar a los migrantes y garantizar la seguridad es responsabilidad de las autoridades, así como el investigar si existen riesgos a la población.
A FAVOR DE QUE AUTORIDADES INDAGUEN LOS ANTECEDENTES
También fue interrogado sobre a las declaraciones del gobernador del estado, Francisco Domínguez Servién, respecto a que se deben revisar los antecedentes de quienes arriban en la caravana. En este punto, resaltó que se trata de una iniciativa que nació de la Presidencia de la República y que sí resulta indispensable.
“Me parece que es necesario hacerla, revisar la cuestión legal, pero el gobierno también debe ofrecer la infraestructura para hacerlo; lógicamente, según la información, algunos se cansaron de esperar (en la frontera) y caminaron, entonces, ellos tendrán la oportunidad, a lo largo del camino, de arreglar la situación legal de estos hermanos, que por estar en situaciones adversas no dejan de ser hermanos y no por eso no se les va a tratar con dignidad”.
NO A LA XENOFOBIA
Urgió a que cada habitante del país, desde la fe que profese, mire en el migrante a una persona que requiere de trabajo, fortalecer su esperanza y un albergue.
“Ya se ha dicho que se les dará trabajo, qué bueno, es una buena iniciativa, no nos han dicho los cómos, pero ya se nos han dicho los “qués”… Nosotros tenemos que mirar positivamente y, sobre todo, ya decía yo, una actitud samaritana a todas estas gentes. Yo creo que lo tenemos que mirar con el corazón y ponernos en los zapatos de los migrantes. Ellos no salen de vacaciones, vienen por una necesidad y cada historia que seguramente ellos viven, debe ser una historia desgarradora”, enfatizó.
CONCLUYE AÑO DE LA JUVENTUD
Lo anterior lo declaró en entrevista posterior a oficiar la misa en Santa Iglesia Catedral, en la que, además de orar por los migrantes, se invitó a la grey a que acerque a los jóvenes a Jesucristo, e ir por ellos a donde sea que se encuentren.
Los recorridos deben abarcar todos los rincones de la Tierra, sostuvo el jerarca, incluso el mundo digital.
“Los jóvenes tienen mucha esperanza en la Iglesia, y los movimientos de Iglesia tienen que tener mucha esperanza en los jóvenes. La tenemos y la ratificamos. El día de ayer los acompañamos en su festival juvenil, en el templo de La Cruz, y en una significativa procesión organizada por el decanato de Santiago, y así, cada uno de los decanatos de nuestra Iglesia queretana, para terminar este año de la juventud como un trampolín que sirva para intensificar nuestra pastoral juvenil”.
PRESENCIA EN SAN JUAN DEL RÍO
Por último, invitó a la feligresía a participar en la labor misionera que se desarrollará el martes en el municipio de San Juan del Río.
“Recorriendo las calles, recorriendo los hogares, yendo a tocar puertas a tiempo y a destiempo”, finalizó.