En sesión ordinaria del consejo universitario, fue integrada la comisión electoral que encabezará el proceso de sucesión de la rectoría de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), la cual será presidida por la rectora Teresa García Gasca.
Tras votación de todos los integrantes del consejo, se aprobó, por mayoría de votos, que la comisión se integre por los docentes Liduvina Pérez Olvera, de la facultad de Derecho; Luis Alberto Morales Hernández, de Ingeniería; Miguel Ángel Alexandro Rangel Alvarado, de Medicina; y Carlos Olguín González, de Contaduría.
Mientras que los estudiantes que la conformarán serán Mitzi Naomi Camargo Arellano, de Ciencias Naturales; Carolina Janet Rivera Becerra, de Ciencias Políticas y Sociales; Marco Ledesma de la O, de Enfermería; y Víctor Terán Lemus, de Informática.
De acuerdo con el artículo 97 del estatuto orgánico de la UAQ, García Gasca fungirá como presidenta de la comisión, y Javier Ávila Morales, secretario académico de la UAQ, como secretario de la comisión, esto debido a que ninguno tiene interés de participar en el proceso de elección de rector.
En la sesión, también se declaró inamovible el Consejo Universitario actual, esto de cara al arranque del proceso de sucesión.
Al respecto, Teresa García mencionó que, tras nombrar a la comisión electoral, se trabajará en la convocatoria para el proceso electoral, la cual se prevé que sea votada el martes 3 de octubre en sesión extraordinaria del consejo universitario.
“El plan que hemos hecho en el calendario es que la convocatoria esté lista para el día lunes, para que podamos aprobarla en el consejo extraordinaria del martes. Se tiene que dar todo el calendario de todas las actividades, la intención es que el proceso mismo termine durante el mes de octubre”, indicó.
En dicha sesión, previo a la votación, Javier Ávila anunció que antes de conformar la comisión se tendría que firmar un documento de confidencialidad denominado "Acuerdo de compromiso para la conducta ética durante el proceso de elección de la persona titular de la rectoría"; sin embargo, varios consejeros universitarios se opusieron a que éste fuera firmado con anterioridad y cuestionaron que se pusiera a consideración un documento sin haberse integrado una comisión.
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Dicho documento, solicita, entre otras cosas, manejar con secrecía la información relacionada con el proceso; no divulgar, compartir o utilizar información privilegiada que obtengan; abstenerse a participar en actividades de guerra sucia; no promover ni difundir información falsa, calumnias, descalificaciones personales para desacreditar a un candidato; no realizar actos de proselitismo por ningún contendiente; no participar con medios de comunicación para emitir opiniones o generar controversia para no incidir en la decisión de la comunidad universitaria, además de estar conscientes que el estatuto establece procedimiento de sanción a que incumpla con su función. De violar lo establecido en dicho documento, se advirtió su suspensión como integrante.
Ante la negativa, en entrevista posterior García Gasca aclaró que dicho documento sería puesto a consideración de la comisión electoral, principalmente por las experiencia de elecciones anteriores, en los que hubo algunas malas prácticas; además, señaló que se nombrará una vocería para entablar diálogo con los medios de comunicación.
